EL ABARATAMIENTO DE LA COMIDA PROVOCA UN MAYOR CONSUMO DE CALORÍAS

El supermercado engorda

Un estudio reciente vincula el aumento de los niveles de obesidad con el desarrollo de las grandes superficies comerciales

El supermercado engorda
Niños obesos. PD.

Vivimos en un mundo en el que, por primera vez en la historia, el número de personas con sobrepeso es mayor que el de las que padecen hambre. Y es que a medida que aumenta el nivel de vida de una sociedad, los problemas de malnutrición van dando paso a los de obesidad. Y este cambio viene explicado por factores económicos.

Un estudio reciente, titulado ‘Can Changing Economic Factors Explain the Rise in Obesity?’, vincula el incremento en las tasas de obesidad con los precios de los alimentos y con las fórmulas de comercio minorista que se han desarrollado a lo largo del siglo XX. Según el documento, publicado por el National Bureau of Economic Research, estas variables, junto con el tipo de trabajo, explican el 37% del incremento en el índice de masa corporal registrado en Estados Unidos entre 1990 y 2010, así como el 43% del aumento de las tasas de obesidad y el 59% del incremento en los niveles de obesidad severa. Estos efectos son especialmente importantes en las personas con más peso, ya que la mitad de los casos viene explicado por factores económicos.

El estudio, elaborado por los profesores Charles J. Courtemanche (Universidad de Georgia), Joshua C. Pinkston (Universidad de Louisville), Christopher J. Ruhm (Universidad de Virginia) y George Wehby (Universidad de Iowa), analiza el impacto sobre el peso corporal de veintisiete variables relacionadas con las condiciones económicas generales, la oferta de trabajo, los costes monetarios y de tiempo relacionados con la ingesta de calorías, la actividad física y el consumo de cigarrillos. Con estos elementos, los autores construyen un modelo y encuentran una relación estrecha entre el desarrollo de los supermercados e hipermercados y el incremento de las tasas de obesidad.

Según sus conclusiones, la gente aumenta su peso cuando el coste de las calorías disminuye. Este aspecto, muy relacionado con las estrategias de ahorro, descuentos y promociones que despliegan los supermercados y las grandes superficies, explica el 36,5% del total de aumento en el índice de masa corporal. La proliferación de este tipo de comercios es el principal factor que impulsa la tendencia al engorde, ya que explica el 17,2% de la ganancia de peso.

La presencia de una gran cantidad de grandes superficies y centros comerciales, indica el estudio, también aumenta las posibilidades de abandono de cualquier intento para perder peso, puesto que esas intenciones se desvanecen en seguida a causa de la comida barata que ofrecen esos tipos de comercio.

Otros cambios económicos que han provocado el incremento de peso de los estadounidenses incluyen el aumento del precio de los cigarrillos, el incremento del número de restaurantes y que cada vez hay menos trabajadores de cuello azul (obreros industriales, trabajadores manuales, etc.). Pero si estos factores juegan en contra de un buen estado de forma, a su favor actúa la expansión de los gimnasios que se ha producido en el periodo objeto de estudio.

La forma de vida de la gente también importa, y mucho, en todo lo referente a la ampliación del tamaño de la cintura. Esto es especialmente importante porque la tasa de obesidad de los adultos estadounidenses ha pasado del 13% en 1960 al 35% en 2012. Y en estos resultados tiene mucho que ver el auge de la venta de comida preparada para llevar a casa. Lo de que cocine otro al final engorda. Y mucho.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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