En Estados Unidos se ha dado a conocer un interesante estudio en el que se realizaba un seguimiento durante 10 semanas de 30 reclutadores para averiguar en qué se fijaban realmente cuando leían un currículum (CV).
Para ello, utilizaron una técnica denominada eye-tracking, literalmente ‘seguimiento de los ojos’, que consiste en registrar y analizar dónde y cuánto tiempo se detiene la mirada del evaluado , en este caso el reclutador, mientras lee los CVs inscritos en una oferta de trabajo.
Lo interesante de este estudio es que sus conclusiones no se basan en lo que los reclutadores dicen que hacen, sino en cómo se comportan en la realidad. Las conclusiones principales son las siguientes:
ESTRUCTURA Y CLARIDAD DE LA INFORMACIÓN
Cuando se revisó el movimiento de su mirada por los CVs, se observó que todos y cada uno de los seleccionadores seguían un camino visual determinado parecida a lo que ocurre también cuando leemos un periódico: tendemos a fijarnos primero en las páginas de la derecha y seguimos un orden determinado: titular, encabezado, etc. Esta tendencia les llevó a la conclusión que de un CV debe presentar una buena estructura, con una organización de la información precisa. También tiene que tener una jerarquía visual clara y presentar los campos de información donde se supone que deben estar -en otras palabras, donde los seleccionadores esperan que estén- para ayudar a retener la atención del reclutador.
Si esto no es así y la información está desorganizada, mal presentada o sigue un patrón poco habitual, aumenta el riesgo de que se deseche el CV prematuramente, ya que genera un mayor esfuerzo al seleccionador a la hora de encontrar la información relevante.
CADA SEGUNDO CUENTA
El informe precisa el tiempo medio que los seleccionadores destinaron a la primera lectura del CV en la que decidían si se ajustaba o no a la vacante: 6 segundos. En sólo 6 segundos decidían si se desestimaba o seguía en el proceso.
¿En qué se fijan durante ese breve periodo de tiempo?
El estudio mostró que los reclutadores destinaron casi el 80% de ese tiempo en los siguientes puntos:
• Puesto/compañía actual
• Puesto/compañía previa
• Fechas de inicio y final del puesto más reciente
• Fechas inicio y final del puesto previo
• Estudios/educación
¿Por qué se fijan fundamentalmente en esos campos?
Porque se buscan datos que coincidan con las características de la vacante y los más relevantes son la experiencia profesional y, en otros casos, también los estudios. Por lo tanto, si la última o previa experiencia profesional no guarda relación alguna con la vacante o, aunque guarde relación ésta ha sido muy corta, la probabilidad de que no se siga leyendo el currículum es altísima.
Por este motivo, a la hora de redactarlo es recomendable que hagas coincidir al máximo tu experiencia profesional más reciente -título del puesto- con los requisitos de la vacante.
PALABRAS CLAVE
Una vez han «procesado» esa información que buscaban, los investigadores observaron que posteriormente los seleccionadores buscaban keywords o palabras clave en el currículum que coincidieran con otro aspecto o requisito determinado de la vacante -por ejemplo, idiomas, uso o conocimiento de tecnologías concretas…-, aumentando así la probabilidad de que los CVs que habían pasado el anterior filtro siguieran en el proceso. Por lo tanto, es muy conveniente incluir en él las mismas palabras o requisitos que aparezcan en la vacante.
