Al mismo tiempo que la economía española parece que comienza a recuperarse, el vehículo de ocasión consolida su tendencia alcista. Si el año pasado el coche de segunda mano era la primera opción de compra para siete de cada diez españoles, en el primer cuatrimestre de 2015 las ventas ya han experimentado un incremento cercano al 13%. En concreto, en los cuatro primeros meses del año se han llegado a vender 586.981 unidades. Estos datos dejan una proporción significativa: por cada coche nuevo se venden 2,2 automóviles de segunda mano.
Según se desprende del análisis de Rastreator.com, los coches de segunda mano tienen una antigüedad media de entre 10 y 13 años y un kilometraje medio de entre 87.000 y 92.000 km. Si tomamos estos modelos de referencia a la hora de comparar los precios del seguro, se observan diferencias significativas entre los vehículos comprados a un concesionario y a un particular, que pueden alcanzar hasta el 28%.
En palabras de Fernando Summers, director de producto de Rastreator.com, «la amplia oferta existente, unida a los precios competitivos de este mercado y sus cada vez más amplias garantías, hacen del coche de segunda mano una alternativa muy interesante. El precio del seguro también es un factor importante a tener en cuenta. De hecho, antes de decantarse por un coche, tres cuartos de los conductores buscan que tenga un precio asequible para asegurarlo. Las diferencias de precio entre las pólizas pueden ser considerables por lo que la comparación se convierte en un paso previo ineludible».
Según revela un estudio realizado por el comparador, antes de comprar un coche, un tercio de los conductores mira en ferias de automóvil de ocasión, como la del 5 de junio en el IFEMA de Madrid, para encontrar el mejor precio posible, mientras que un 61% espera a que salga una oferta o promoción.
Asimismo, el porcentaje mayoritario de los encuestados (37,5%) afirma que lleva sin cambiar de coche entre seis y diez años. No obstante, la frecuencia con la que los conductores renuevan su vehículo puede deberse a varias circunstancias: el 54% cambia cuando el que tiene ya no se puede arreglar o es demasiado viejo y un 25,6% cuando éste empieza a dar problemas. Por su parte, solo un 5,5% sostiene que cambia de vehículo siempre cada cierto tiempo.
