Optar por una franquicia como modo de negocio es una tendencia al alza. Aseguran los expertos que, sin temor a equivocarnos, lo peor ya ha pasado para el sistema de franquicias, que, al cierre de 2014, ha vuelto a ofrecer datos positivos en todas sus variables. Según se recoge en la guía 500 Franquicias de Éxito en España, el número de cadenas ha crecido un 2% y ahora operan un total de 1.108 en nuestro país; el número de establecimientos también creció un 1,2% y en la actualidad hay más de 59.000 abiertos por toda la geografía nacional. La cifra de personas que trabajan en la franquicia es de 242.686 personas, un 0,2% más que en 2013. Por último, la facturación global del sistema se incrementó un 3,7%, alcanzando la cantidad de 26.842 millones de euros.
Con estos datos de crecimiento se puede afirmar que la franquicia ha superado la crisis y que las perspectivas son favorables en este 2015, porque continúa y se refuerza la línea de crecimiento que se inició en 2014.
Y es que, parece que se despierta el interés por el sector en estos momentos poscrisis. «Sin ninguna duda», cuenta a La economía de la vida José Aragonés, socio director de T4 Franquicias, quien apunta que ahora hay más personas interesadas en el sistema de franquicias, que se contempla como una de las primeras opciones a la hora de poner en marcha un negocio, por todas las ventajas que ofrece y que permiten minimizar el riesgo que supone ponerse por cuenta propia.
La franquicia ofrece un saber hacer contrastado, que se ha probado que funciona y tiene aceptación en el mercado. El franquiciador ya ha pulido los posibles errores de su concepto en centros propios, con lo cual parte con la ventaja de tener un terreno ganado que no tendría si empezase desde cero. Además, la franquicia ofrece formación inicial y continua, asistencia técnica, apoyos logísticos, tecnológicos, publicitarios, economías de escala para negociar mejores precios con proveedores… Son muchos valores añadidos que hacen de la franquicia un modelo de negocio que despierta interés en estos momentos y que ofrece una salida laboral a muchas personas, fundamentalmente en régimen de autoempleo.
Pero no todo el mundo sirve para ser franquiciado, porque si bien es cierto que, al ser franquiciado, quien ha montado el negocio se convierte en empresario independiente que ha de gestionar su propio negocio, pero está sujeto a una marca. «Por eso», explica José Aragones, «personas con mucha iniciativa y muy emprendedoras no encajan en este perfil, puesto que tiene poco margen para la innovación, debido a que el franquiciador le da todo el negocio testado y sabiendo que funciona. Salirse de este saber hacer suele llevar al fracaso».
Teniendo todo esto en cuenta, y para aquellos que cumplan con este perfil, Aragonés nos ofrece algunas claves sobre los pasos que deben seguir para montar una franquicia, «si no quiere equivocarse en la elección de una marca»:
– Primero, ha de autoevaluarse para tener claro que quiere ser franquiciado, con lo que ello conlleva de seguir ‘un saber hacer’. También ha de determinar en qué sector quiere operar, de qué capital dispone para afrontar la inversión, colchón financiero, si necesita local o no…
– Una vez elegido el sector de actividad debe seleccionar qué marcas se ajustan a su inversión, la experiencia que tienen en el mercado, número de establecimientos, presencia internacional, registro de la marca…
– Después ha de reunirse con el franquiciador y no quedarse con ninguna duda en ese encuentro directo, visitar a otros franquiciados que ya tengan abierto el negocio para saber cómo les va y qué apoyos tienen.
– Si no hay dudas, ninguna duda, firmar el contrato de franquicia, que es conveniente que lo revise un experto.
