...consideran que el ecosistema de emprendimiento en España ha sido un factor obstaculizador de su éxito

Los emprendedores ponen deberes a la Administración ya que…

No demandan necesariamente más ayudas económicas, sino que opinan que la administración debería centrarse en eliminar barreras y reducir los costes y trámites en la etapa inicial

Los emprendedores ponen deberes a la Administración ya que...
Autónomo, empresario, emprendedor. PD

Nos ocupábamos hace algunos días de los 110 perfiles analizados por MIT Techonology Review en español, la revista publicada por la empresa de consultoría e innovación Opinno, en su informe Barómetro de emprendimiento de éxito en España. En este interesante documento también se analiza el ecosistema emprendedor español al que define como «el conjunto de actores y entidades con los que interactúan los emprendedores durante el ciclo de vida de sus proyectos» y señala que, cada etapa, se caracteriza por la intervención de distintas instituciones o interlocutores.

«Por ejemplo, en las etapas iniciales el emprendedor suele tratar con instituciones que fomentan el emprendimiento o incubadoras para obtener asesoramiento, recursos o apoyo de otra clase. En etapas más avanzadas el emprendedor se dirige a fondos de capital riesgo o bancos para solicitar financiación o participa en concursos de proyectos empresariales. Una vez que el proyecto está consolidado o ha alcanzado determinados hitos de éxito, el emprendedor puede iniciar un diálogo con grandes compañías interesadas en absorber la empresa».

Un marco indicador de la actividad emprendedora nacional es la Tasa de Actividad Emprendedora (TAE), recogida cada año en los informes del modelo GEM (Global Entrepreneurship Monitor). Este valor representa el porcentaje de la población total que se encuentra en alguna fase de emprendimiento, ya sea inicial o consolidada. En el último informe de 2013, el estudio refleja cómo en los últimos años los efectos de la recesión económica han ocasionado en España que la Tasa de Actividad Emprendedora disminuyera desde el 7,0% en 2008 al 4,3% en 2010. Sin embargo, en el año 2011 se recuperó ligeramente y se ha estabilizado en los últimos dos años, llegando a alcanzar en 2013 la cifra del 5,2%.

«Este ligero aumento», dice el Barómetro, «ha estado provocado por el emprendimiento, por necesidad o autoempleo, más que por una mejora de las condiciones del ecosistema emprendedor del país. De hecho, en el caso de España, los expertos coinciden en señalar que el ecosistema emprendedor aún no está todo lo desarrollado que sería deseable para impulsar el emprendimiento».

Isidre March, experto en emprendimiento y director del Máster en Gestión y Creación de Empresas Innovadoras de la Universidad de Valencia, indica que hay mucho énfasis «en la generación de ideas, premios y concursos enfocados al emprendimiento», mientras que el ecosistema falla en etapas posteriores.

En este punto coincide Javier Megías, emprendedor e inversor de Startupxplore, entidad de apoyo a la creación de empresas emergentes, quien indica que el nivel de disponibilidad de capital semilla español es razonable, pero que el marco jurídico no contribuye a que se generalice la inversión en startups.

La percepción general de los entrevistados por MIT Techonology Review es que el ecosistema de emprendimiento en España ha sido un factor obstaculizador de su éxito. Así lo es para Pilar Manchón, fundadora de Indisys, empresa especializada en sistemas de diálogo inteligente, quien considera que la falta de un «entorno de emprendimiento favorable que ayude a la generación de riqueza» fue uno de los mayores problemas a los que tuvieron que enfrentarse.

Por lo general, los emprendedores entrevistados no consideran que la administración los apoye suficientemente, aunque afirman que la situación está mejorando. No obstante, no demandan necesariamente más ayudas económicas o subvenciones, que muchos incluso consideran nocivas porque permiten que el emprendedor en algunos casos se olvide de que su principal labor debe ser resolver una necesidad del mercado. Concretamente, un 60% opina que el papel de la administración debería centrarse en facilitar, es decir, eliminar barreras y reducir los costes y trámites en la etapa inicial. Mientras que un 40% cree que la administración debería esforzarse más por impulsar el emprendimiento, ofreciendo apoyo en forma de recursos, asesoramiento o de otra clase.

Algunos emprendedores ponen como ejemplo de cambio necesario el modelo anglosajón. Ramón Sánchez, fundador de Nonabox, un exitoso modelo de suscripción online ideado para embarazadas y bebés de hasta dos años de edad, indica que en España se debería adoptar la política de Reino Unido de no cobrar determinados impuestos hasta que hay beneficios o rebajar las cuotas de la seguridad social a un nivel muy asequible en las etapas iniciales del proyecto.

Otra propuesta es la de Ignacio Grilló, de Car Angel, que ecomercializa las cajas negras para vehículos BBX1 PRO y BBX2, quien menciona la necesidad de mejorar el sistema jurídico para que los emprendedores que no generan aun beneficios puedan estar exentos de pagar sus autónomos y que los que dejan su empleo para crear una empresa y que por ello necesiten hacerse autónomos porque lo exige la ley, puedan tener derecho a paro, «porque estarán una buena temporada sin tener ingresos y porque han contribuido al paro cuando cotizaban en régimen general» En definitiva, la crítica que recibe el sector público es que existe más interés por capitalizar los efectos positivos del emprendimiento que por apoyarlo con medidas realmente eficaces.

Algunos de estos profesionales van más allá en su crítica de la administración. Según Bruno González-Barros, fundador de Knack Men, dedicada a la sastrería a medida, el Estado se dedica a «ralentizar» el progreso de los emprendedores, y a lo largo de su carrera se ha encontrado con varios momentos en los que ha sentido que les daba la espalda.

No obstante, el 67% de los entrevistados afirma haber recibido algún tipo de apoyo por parte del Estado, ya sea en forma de financiación, asesoramiento, cesión de espacios o cualquier otro tipo de asistencia.

«El apoyo estatal es más valorado como factor de éxito en el caso de las empresas tecnológicas» afirma el Barómetro de emprendimiento de éxito en España. Muchas se han beneficiado de la ayuda de incubadoras, como hizo David Gil Pérez, de Qoolife, que facilita el encuentro y consulta con doctores online y terapeutas, con la del Parque Científico de Madrid. El Parque de Leganés, así como otras instituciones tecnológicas y la propia Universidad de Alcalá, ayudaron a Gonzalo Martín Díaz en la creación de su empresa Cubenube, start-up que ofrece servicios de datos y generación de información para ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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