LA COTIZACIÓN CAE MÁS DE UN 30%

El final de la burbuja del oro

La recuperación económica en Estados Unidos, la suavización de la crisis del euro y las crecientes dificultades de China hunden la cotización del preciado metal

El final de la burbuja del oro
Compraventa de oro. EP.

El tiempo pone todas las cosas en su sitio. Entre 2008 y 2012 parecía que la economía occidental vivía su particular apocalipsis. Estados Unidos sufría con extrema dureza las consecuencias de sus excesos financieros mientras la zona euro parecía que se iba a desintegrar de un momento a otro. Con este telón de fondo, el oro incrementó su precio un 70% durante este periodo. La adquisición del preciado metal parecía no solo una inversión muy rentable sino, prácticamente, la única posible para proteger el dinero ante las amenazas que se cernían sobre el dólar y el euro.

El escenario, ahora, es muy distinto. Estados Unidos ha salido de la crisis y avanza con fuerza hacia la recuperación de la actividad productiva y el empleo. Y la zona euro, aunque todavía se debate entre el estancamiento y la reactivación, ha conseguido conjurar el fantasma de la ruptura. El precio del oro, como es lógico, ha reaccionado ante estos cambios: su cotización cayó el 28% en 2013 y pierde el 14% desde marzo de este año. En conjunto, desde enero de 2013 ha caído más de un 30%. La burbuja del oro, como la denominó Nouriel Roubini, el economista que predijo la crisis financiera internacional, parece que ha estallado en cuanto la Reserva Federal de Estados Unidos ha anunciado que puede empezar a subir los tipos de interés, lo que significa comenzar a retirar el exceso de liquidez en dólares que se dirigió al oro.

Hay, además, otras razones para pensar que los tiempos tan brillantes del oro han concluido. La principal es lo que está sucediendo en China, quien se convirtió en los últimos decenios en el principal demandante del preciado metal, con diferencia. La economía del gran dragón asiático, por un lado, se desacelera pero, lo que es más importante, se ve amenazada por el posible estallido de una gigantesca burbuja inmobiliaria que ha sido el motor del crecimiento en los últimos años. Por otro, la lucha contra la corrupción emprendida por el presidente Xi Jinping afectará de forma negativa a la demanda de oro.

Junto a ello hay que señalar que en la India, el segundo gran consumidor mundial de oro, la demanda ha caído alrededor de un 40% desde que se introdujo, en 2013, un impuesto del 10% sobre las importaciones del metal Amarillo.

En este contexto, la mayor parte de los analistas son bajistas. Godman Sachs, por ejemplo, estima que la cotización del oro caerá este año hasta los 1.050 dólares por onza, mientras que Credit Suisse cree que lo hará hasta los 1.000 dólares. Y, de cara a 2015, muchos también piensan que seguirá bajando. El oro, por tanto, ha dejado de ser una inversion atractiva, al menos por ahora.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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