Su pensión pública es un 38% menor que la del varón

La mujer necesita ahorrar mucho más para la jubilación

La mayor esperanza de vida y un salario anual más bajo que el de los hombres obliga a la mujer a realizar un esfuerzo económico mayor para financiar el retiro

La mujer necesita ahorrar mucho más para la jubilación
Mujeres EP

Si el envejecimiento de la población obliga a que los españoles tengamos que planificar de forma adecuada nuestra jubilación en términos financieros, esta necesidad es especialmente importante en el caso de las mujeres porque suelen tener dificultades añadidas a la hora de conseguir unas condiciones de vida adecuadas cuando llega el momento del retiro.

Para explicar la importancia de esta cuestión empecemos por realizar un simple cálculo y, a partir de él, analicemos los problemas financieros especiales de las mujeres de cara a la jubilación. Si usted considera que, cuando se retire a los 67 años de edad, necesitará todos los meses 500 euros para complementar su pensión de la Seguridad Social y que espera vivir hasta los 80 años -la esperanza de vida de un varón español- entonces necesitará obtener de sus ahorros para la jubilación 6.000 euros anuales (500 euros por doce meses) durante trece años, lo que hace un total de 78.000 euros. Grosso modo, esta es la cantidad de dinero que usted necesitará tener ahorrado para financiar su jubilación.

En el caso de las mujeres, la cantidad tendrá que ser mayor. ¿Por qué? Porque, por regla general, viven más tiempo que los hombres. Su esperanza de vida en España, de hecho, es de 85,6 años. En consecuencia, si quiere complementar todos los meses su pensión de la Seguridad Social con 500 euros mensuales, como en el ejemplo anterior, necesitará contar no solo con los 78.000 euros que debe ahorrar un varón, sino también con otros 33.600 euros adicionales para financiar esos 5,6 años que vivirá más que el hombre. En total precisará tener ahorrados 111.600 euros. La mayor esperanza de vida, por tanto, obliga a una mujer a realizar un esfuerzo económico mayor que un varón para financiar su retiro, debido a que esos recursos deben durar más tiempo.

En este supuesto inicial hemos partido de la hipótesis de que las pensiones públicas del varón y de la mujer son de la misma cuantía, pero la realidad es que no es así. Las prestaciones por jubilación de la Seguridad Social están relacionadas con las cotizaciones realizadas a la misma durante la vida laboral, las cuales a su vez dependen de los salarios, del tiempo trabajado y de si el empleo ha sido a jornada completa o a tiempo parcial. Y las circunstancias de la mujer en este ámbito son, por término medio, peores que las de los hombres.

Según los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial, la ganancia media anual de los varones fue de 25.682,05 euros frente a los 19.537,33 euros de las mujeres. Por tanto, la ganancia media anual femenina supuso el 76,1% de la masculina. Por tanto, y a tenor de estos resultados, las bases de cotización a la Seguridad Social de las mujeres son más bajas que las de los hombres y, en consecuencia, la pensión pública que recibirán también será de menor cuantía que la de los varones. De hecho, su pensión media es de 659 euros, un 38% menos que los 1.067 euros que perciben los hombres por término medio, según un estudio del IESE.

Este hecho plantea dos cuestiones a la hora de financiar el retiro. Por un lado, el esfuerzo económico que tienen que realizar las mujeres para conseguir un complemento a la pensión pública de igual cuantía que el de un varón es mayor en tanto en cuanto, aunque la mujer aporte todos los meses el mismo dinero que el hombre a un plan de pensiones, por ejemplo, esa cantidad supone un porcentaje mayor de sus ingresos que en el caso del varón. Por otro, si la pensión pública de la mujer es menor que la del hombre, pero ésta quiere un nivel de ingresos igual para financiar la jubilación, entonces tiene que ahorrar más a pesar de que gana menos.

Lo mismo cabe decir por lo que se refiere a los planes de pensiones de empresa. Si la mujer gana menos, la empresa aportará menos dinero para complementar su pensión.

Además, hay que tener en cuenta que el número de mujeres que trabaja a tiempo parcial en España es mayor que el de hombres. De acuerdo con los datos del INE, en nuestro país, el 25% del empleo femenino es a tiempo parcial, frente a un escueto 5% para los varones. De las cifras del INE también se desprende que el 56% de las mujeres que trabaja a tiempo parcial lo hace porque no encuentra trabajo a jornada completa, y el 14,8% reduce su jornada por cuidar de sus hijas/os y otras personas dependientes. El empleo a tiempo parcial supone no solo menos ingresos que cuando se trabaja a jornada completa y, por tanto, una base de cotización y una pensión menores. En el caso de las mujeres sucede, además, que éstas ganan menos dinero por hora trabajada a tiempo parcial que los hombres: 10,27 euros frente a 12,89 del varón. Otra dificultad más a la hora de financiar la jubilación.

Por último, hay que tener en cuenta que las mujeres tienden a perder más años de cotización por cambiar de empleo o por interrumpir sus carreras para criar a sus hijos o para cuidar de sus maridos, sus padres u otros parientes cuando estos enferman.

Todas estas circunstancias obligan a la mujer a tener que planificar bien la financiación de su jubilación y, en general, a tener que realizar un esfuerzo económico más importante.

 

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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