Conviene pensar que se vivirá veinte años desde el momento del retiro

Cómo calcular el dinero necesario para la jubilación

La cantidad dependerá de la cuantía de la pensión pública y de los ingresos totales de que se quiera disponer cada año, pero también de la evolución de la edad de jubilación y de la esperanza de vida

Cómo calcular el dinero necesario para la jubilación
Jubilados.

En 2037, la mitad de los españoles que se jubilen solo cobrarán la pensión mínima, de acuerdo con los cálculos sobre el efecto de las sucesivas reformas de la Seguridad Social. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de ahorrar para financiar el retiro. Ahora bien, ¿cómo calcular cuánto dinero se necesitará? La respuesta dependerá de la cuantía de la pensión pública y de los ingresos totales de que se quiera disponer cada año, pero también de la evolución de la edad de jubilación y de la esperanza de vida.

Una forma aproximativa de realizar ese cálculo parte de considerar que una persona puede vivir veinte años después del momento de la jubilación. Entonces se determina la renta anual que se quiere percibir. De esa cantidad se resta el dinero que se ingresará al año de la pensión pública y la cantidad que quede se multiplica por veinte (los años que uno espera vivir como jubilado).

Por ejemplo, si uno quiere 24.000 euros anuales y va a recibir una pensión de la Seguridad Social de 16.000 euros anuales, necesitará contar con otros 8.000 euros adicionales cada año para alcanzar su objetivo. Si esperamos vivir veinte años como jubilados, necesitaremos tener un ahorro acumulado de 160.000 euros entre las aportaciones a nuestro sistema de ahorro y la rentabilidad que genere el mismo.

Luego viene la cuestión de cómo disponer de ese dinero. En este caso suponemos que se descarta la posibilidad de adquirir una renta vitalicia. La cuestión, entonces, es cómo establecer un método para retirar el dinero de forma que no nos quedemos sin recursos en los últimos años de nuestras vidas. Para ello, hay algunas estrategias que se pueden seguir, y que determinarán, también, el dinero que necesitamos tener ahorrado para la jubilación.

En primer lugar está la regla del 4%, que es la que suelen utilizar los gestores de planes de pensiones cuando le calculan la renta que usted podría obtener de sus ahorros. Este criterio consiste en utilizar cada año el 4% del dinero ahorrado para la jubilación e incrementar todos los años ese porcentaje con la tasa de inflación. Por ejemplo, si cuenta con 200.000 euros ahorrados, el primer año retiraría 8.000. Si suponemos que la inflación anual es del 3%, como hacen los gestores de planes de pensiones, entonces el segundo año retiraría 8.240 euros, el tercero 8.470 y así sucesivamente.

Ahora usted se preguntará si con eso basta para que el dinero le dure hasta el final de sus días. Pues bien, las investigaciones académicas indican que, durante el siglo XX, la aplicación de este método permitió que los ahorros acumulados para la jubilación durasen treinta años. El problema que planteó fue que, en bastantes casos, quedaron grandes cantidades de dinero sin utilizar tras el fallecimiento del pensionista. Pero eso es algo que no debería preocuparnos en estos momentos porque ese excedente es un colchón que nos protege ante los aumentos no previstos de la esperanza de vida. Teniendo en cuenta que ésta sigue creciendo a lo largo del tiempo, y que en las últimas tres décadas lo hace a gran velocidad gracias a los avances en la medicina, conviene disponer de ese colchón. Además, el dinero que sobre puede utilizarlo el cónyuge que sobreviva para financiar sus gastos, o quedar como herencia para los hijos y nietos.

Un segundo criterio es el basado en los mercados, que tiene en cuenta el nivel de riesgo del sistema de ahorro elegido y el valor de esos activos en los mercados financieros. Este criterio es un poco más complicado. En la práctica, sin embargo, y teniendo en cuenta que quien quiera rentabilidad de su ahorro tiene que asumir algo de riesgo, este método suele permitir tasas de retirada del dinero más elevadas gracias a la rentabilidad que generan los activos en que está invertido. Para un ahorro con riesgo moderado, el ritmo de retiradas de dinero puede oscilar entre el 4,4% y el 5,7% anual, mientras que para un ahorro más conservador, puede variar entre el 3,9% y el 5%.

Por último se encuentra el enfoque basado en la persona, que pone especial énfasis en los objetivos individuales de cada uno, si bien también tiene en cuenta el grado de tolerancia al riesgo, la valoración de los mercados y el esquema temporal de ingresos y gastos.

Por ejemplo, si uno quiere aprovechar los primeros años de la jubilación para viajar, porque se encuentra mejor físicamente, y después llevar una vida más sencilla, lo suyo sería emplear más recursos en esos primeros años. En este caso, como en los anteriores, pero muy especialmente en este, conviene dejarse asesorar por expertos porque habría que hacer simulaciones del tipo «que pasaría si», con el fin de comprobar las limitaciones del plan y proporcionar una perspectiva más clara de lo que se puede hacer.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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