Cada mes llega una factura nueva de la electricidad y en algunas ocasiones su importe nos asusta, ya que la cantidad a pagar es mucho más elevada de lo esperado. Esta situación se da, sobre todo, en verano cuando el aire acondicionado ha estado funcionando durante mucho tiempo para evitar las grandes olas de calor o en invierno cuando la calefacción nos ayuda a sobrellevar el frío. Aunque el consumo energético no solo depende de proporcionar calor o frío, sino también de muchos electrodomésticos más como el horno, el microondas, la lavadora, la secadora, la televisión, el ordenador y un sinfín más de ejemplos.
En este artículo se proporcionan varios trucos de ahorro energético, que no solo ayudan a ahorrar y a mejorar la economía doméstica de los hogares, sino también a proteger el medio ambiente.
- En las ciudades donde hace mucho frío o donde el clima es demasiado húmedo, la ropa suele tardar mucho más en secarse, por lo que las familias prefieren adquirir una secadora. Es importante utilizar una secadora con bomba de calor, en lugar de los modelos de condensación, ya que las primeras consumen la mitad de energía, puesto que aprovechan el calor del ambiente exterior para secar. También cabe destacar que necesitan menos vatios para funcionar, por lo que consumen menos kilovatios por ciclo.
- A la hora de comprar nuevos electrodomésticos, es altamente recomendable fijarse en el etiquetado energético y tenerlo muy en cuenta. Éste informa al cliente sobre el consumo energético del aparato (frigorífico, congelador, lavadora, secadora, lavavajillas…). Las clases se engloban en categorías que van de la A hasta la D, siendo más recomendables las de color verde (A).
- Existen otros consejos mucho más básicos que no tienen nada que ver con el tipo de electrodomésticos que utilizamos, sino con la forma de hacerlo.
Por ejemplo, es fundamental no abrir la puerta del horno mientras éste esté encendido cocinando algo. Asimismo, habrá que asegurarse de que su temperatura es la adecuada y nunca demasiado alta.
Por otra parte, se recomienda utilizar la plancha solo cuando la cantidad de prendas para planchar es suficiente, ya que ésta tarda mucho tiempo en conseguir alcanzar la temperatura óptima y eso consume más energía.
En cuanto al lavavajillas, también habrá que encenderlo tan solo cuando la carga esté completa, asegurándose de utilizar el programa corto. Después, será muy importante limpiar bien todos los filtros del electrodoméstico.
En los lugares donde no hace demasiado calor, es preferible utilizar un ventilador de techo en lugar del aire acondicionado, ya que consume un 90% menos de energía.
La lavadora debe utilizarse a temperaturas bastante bajas (30 o 40 grados), más conocido como lavar en frío, ya que es suficiente y eficaz para quitar todas las manchas de la ropa y ahorra la electricidad que se utiliza para calentar el agua.
En cuanto a la luz, es mucho mejor optar por bombillas fluorescentes compactas de bajo consumo o mejor aún por bombillas LED. Asimismo, habrá que asegurarse de que siempre que no se necesiten estén apagadas.
Seguir todos estos consejos ayudará a mejorar la salud de tu bolsillo y también la del medio ambiente.
