La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) defendió este martes que hubo «normalidad absoluta» en la operativa de vuelos durante el pasado fin de semana y aseguró que no está ejerciendo ningún tipo de medida de presión contra el Gobierno y que no la va a haber.
Así lo expresaron en una rueda de prensa el presidente de USCA, Camilo Cela; el asesor legal del sindicato, Francisco Maroto, y sus portavoces, César Cabo y Daniel Zamit.
«No sabemos por qué ha surgido tanta polémica», afirmó Cela, quien reiteró que los controladores tienen la voluntad de llegar a una solución negociada con AENA para acordar un nuevo convenio colectivo que permita normalizar la vida laboral de los controladores y garantizar el servicio.
«No cabe en ninguna cabeza que haya medidas de presión ni que las deje de haber, lo que ocurre es que se ha generado una alarma social en base a unas bajas médicas», agregó.
A este respecto, USCA defiende que sólo un pequeño porcentaje de las bajas de estos últimos días en el centro de control de Barcelona han sido sobrevenidas, y acusa a AENA de decir que hay una huelga encubierta para «enmascarar» problemas operacionales y de seguridad.
En cuanto a la investigación anunciada por el ministro de Fomento, José Blanco, Maroto pidió a la Fiscalía que si ratifica que las bajas son motivadas investigue el motivo de las mismas y «haga caer todo el peso de la ley sobre los responsables de esta situación», que para el colectivo es AENA.
USCA acusa a AENA no aumentar las dotaciones de controladores en previsión del crecimiento del tráfico normal en estas fechas de vacaciones y de programar más vuelos de los posibles en una determinada franja horaria.
En referencia a la posibilidad de que los controladores militares les sustituyan en determinadas ocasiones, Zamit admitió que las soluciones precipitadas nunca son buenas, y recordó que Francia tomó una medida similar en 1973 que provocó que muchas aerolíneas decidieran no sobrevolar el cielo francés.
Según este portavoz, aunque los controladores militares son un gremio muy parecido, no hacen lo mismo y gran parte se dedica a una labor muy distinta.
Por su parte, Cabo reiteró que en una situación de «acoso psicológico y presión extrema» las bajas se disparan, y defendió que los controladores no van a jugar con esto porque les podría acarrear la pérdida de la licencia. Además, aseguró que no hay huelga encubierta y que «no tenemos ninguna intención de ir a la huelga».
Por último, el presidente de USCA explicó, con respecto a la negociación del convenio, que «en la pasada semana se ha avanzado más que en los últimos cinco años» y que ahora los controladores están pendientes de que AENA responda a su última propuesta, que permitiría acuerdos en materias que afectan a más de la mitad del convenio.
