Crecimiento récord con condiciones de crisis

Las dos caras del empleo en España: cantidad sin calidad

En los seis primeros meses del año, se firmaron en España más de 10,5 millones de contratos

Las dos caras del empleo en España: cantidad sin calidad
Empleo, paro, trabajo, sueldo, autonómo. PD

En los seis primeros meses del año, se firmaron en España más de 10,5 millones de contratos. Una cifra que, según los datos del Ministerio de Empleo, supone un 11% más que en la primera mitad del año pasado y que no se registraba ni en los años de máximo crecimiento de la economía española.

Por ejemplo, en 2007, se firmaron 9,2 millones de contratos entre los meses de enero y junio.

Pero, como explica Inés Calderón este 20 de julio de 2017 en ‘El Economista’, este récord de contratación apenas se ha traducido en una mayor calidad de los empleos.

 Aunque las cifras absolutas se parecen más a las existentes antes de la crisis, otros datos son muy parecidos a los que se registraban en los peores años de la economía.

Un ejemplo: encontrar un trabajo en el que ofrezcan un contrato de máxima calidad (indefinido y a tiempo completo) sigue siendo prácticamente una lotería. En los seis primeros meses de 2017, sólo el 5,42% de los acuerdos firmados tenían ambas características, es decir, se tienen que firmar casi 20 contratos para encontrar uno de máxima calidad.

Lejos de ser una novedad, lo cierto es que estas proporciones se mantienen casi sin cambios desde el año 2011. En los últimos siete años, la proporción de contratos indefinidos y a tiempo completo ha oscilado entre el 4,75% y el 5,5%, es decir, desde hace siete años, sólo uno de cada veinte contratos firmados ha sido indefinido y a tiempo completo.

Un panorama diferente al de antes de la crisis

Las cifras sí cambian si se comparan con los años previos a la crisis, cuando los contratos indefinidos y a tiempo completo suponían el 7%, el 8% y hasta el 9% de todos los que se firmaban en España.

Si tenemos en cuenta también los contratos a tiempo parcial, las cifras muestran que la contratación indefinida sigue sin superar el 10% del total. No lo hace desde el inicio de la crisis (2010) y sigue sin hacerlo ahora (9,14% en los seis primeros meses de 2017). Sí lo hacía antes del estallido de la burbuja y en 2008 los indefinidos suponían más del 12% de la contratación de la primera mitad del año.

Es decir, se firman más contratos, superando niveles incluso de los años de la burbuja, pero los empleos que se crean son más parecidos a los que se generaban en los años de la crisis.

Contratos temporales de menor duración

Otra muestra es la duración de los contratos temporales. Según Empleo, en los seis primeros meses de 2017, la duración media fue de 52,7 días, lo que supone el primer avance en este índice desde que comenzó la crisis. El nivel más bajo se registró en la primera mitad de 2016, con 51,44 días. A pesar del ligero incremento registrado, los datos de 2017 están muy lejos de los de antes de la crisis: en 2006, 2007 y 2008 la duración media de los contratos temporales rondaba los 80 días.

Uno de los motivos de este descenso es el incremento de los contratos a muy corto plazo. Según Empleo, el 26,1% de los puestos de trabajo encontrados en los seis primeros meses de este año tenía una duración inferior a una semana. La proporción es parecida a la de años anteriores, hasta el punto de que podemos decir que uno de cada cuatro contratos firmados desde 2013 ha durado menos de una semana.

Antes de la crisis, aunque también se firmaban contratos a tan corto plazo, su presencia era mucho menor en nuestro mercado laboral. En 2006 y 2007 supusieron aproximadamente el 15% del total, aunque su proporción ha ido creciendo de forma ininterrumpida hasta alcanzar el 26,1% registrado este año.

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