«Hacer del juego un negocio no puede compararse con el negocio del juego», que diría Ambrose Bierce.
La todopoderosa, omnipresente, omniscente y lucrativa Amazon se lanza a las calles madrileñas con sus propios repartidores. O casi, porque no pertenecerán a su plantilla y son autónomos.
La empresa de ‘retail‘ anunció el pasado mes de noviembre de 2017 que buscaban a personas que tengan «espíritu emprendedor«:
«Creemos que serán muchos los interesados en obtener unos ingresos adicionales entregando paquetes de Amazon en su tiempo libre».
Hace poco más de un mes que se pueden ver a los nuevos ‘riders‘ recorriendo el asfalto capitalino.
Pero la compañía quiere más y bombardea a todos los usuarios de su plataforma para llamarlos a filas, según recoge Carlos R. Cózaren El Español.
Desde hace un buen tiempo Amazon rehusó trabajar con Correos, Seur o MRW y trabajar con firmas españolas como AraVinc o Tipsa y la británica OTL Solutions para llevar a cabo envíos bajo su propia marca, con el desembarco de Amazon Flex adopta la estrategia propia de Deliveroo o Uber: tener sus propios ‘riders‘, tal y como se ha comenzado hacer en Los Ángeles.