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Nunca pronuncies ninguna de estas 10 frases tabú en el trabajo

En los tiempos que corren se mira con lupa cada comentario

Nunca pronuncies ninguna de estas 10 frases tabú en el trabajo
Tabú Pixabay/ Imagen ilustrativa

No debes tener en mente todas y cada una de las frases o gestos que debes evitar, simplemente utilizar el sentido común.

Acostumbrados tal vez a estar con nuestros amigos o decir lo primero que se nos pasa por la cabeza, el chip debe cambiar cuando nos encontramos en el trabajo al menos durante las primeras semanas y estamos conociendo al grupo.

Dicho esto, empezamos, según recoge Ecodiario.

Sólo realizar halagos al compañero de sexo contrario

En los tiempos que corren se mira con lupa cada comentario hacia la persona de sexo contrario. ‘Qué bien te queda el corte de pelo’ o ‘qué guapa vienes hoy’ pueden incitar al equívoco, o no. Si empleamos estas frases entre otras para alabar a los compañeros del mismo sexo estaremos evitando ser la comidilla de los comentarios y pensamientos equivocados.

‘Me aburro’

Jamás de los jamases debes introducir el verbo aburrir en tus conversaciones de trabajo. Si tu jefe te escucha decir la frase ‘me aburro’ puede no sólo pensar que no estás dentro del grupo de trabajo, sino que además tienes cosas mejores que hacer que estar en la oficina.

Nunca des demasiados detalles sobre tu fin de semana

A todos nos gusta en cierta manera presumir de lo bien que nos lo hemos pasado el fin de semana. Esa escapada a la montaña, la fiesta sorpresa que nos prepararon nuestros amigos, etcétera. No está de más que si nos preguntan hagamos un pequeño esbozo de lo que fue el finde, pero sin excesos. No creo que a tus compañeros les interese la borrachera que pillaste, con quien bailaste o cómo ibas vestido.

‘No es culpa mía’

Entonar el mea culpa es una de las mejores actitudes que puedes tener en tu lugar de trabajo y por ende asumir la responsabilidad de que te has equivocado a la hora de realizar alguna tarea u olvidado aquel documento que necesitaban para hoy. Sé capaz de pedir perdón y responsabilizarte de tus errores y jamás digas aquello de ‘no es culpa mía’, echando balones fuera.

Decir ‘no es buena idea’ a un cliente

Dice el dicho que el cliente siempre tiene la razón, pero claro, no siempre pensarás que es así. Por mucho que tengas en la punta de la lengua comentarle que no es una buena idea su planteamiento o percepción de la situación, reconduce la conversación hacia un punto en el que seas capaz de demostrarle que tienes una visión diferente a la suya y que puede funcionar.

El drama se queda en la puerta de la oficina

Por mucho que nos gusten ciertos programas de TV o situaciones en las que vemos a los empleados actuar como si estuvieran en una película o serie, tu vida no es así ni lo será. Sentimos arruinarte el sueño, pero así es. Los dramas, voces y situaciones estrafalarias que se dan en la caja pequeña no están presentes en el día. No estamos diciendo que tu jornada parezca un entierro pero entiende que tampoco estás en una obra de teatro.

Ser excesivamente cariñoso con todo el mundo

Hay una fina línea que separa la simpatía de lo empalagoso. Sabemos que llevas en la sangre ser una persona alegre y que siempre tiene una sonrisa en la cara, pero hay un límite. Llamar a todo el mundo cariño o entrar en contacto físico son varios gestos que no a todos agradan, así que para evitar males mayores, no te excedas.

Quejarte del trabajo con tu compañero

Por muchas migas que hagas con tu compañero de mesa, pensamos que es más que lógico que escuchar todo el tiempo comentarios sobre lo más distribuido que está el trabajo, las obligaciones o lo que ha hecho cierta persona ese día no es agradable. Trata de evitar a toda costa los chismorreos, seas tu o no quien se encarga de avivar la llama de los mismos.

No fuerces crear amistad y mantén tus secretos a salvo

Una de las mejores maneras de entablar una relación laboral con tus compañeros es charlar con ellos durante el café o en el camino de vuelta a casa, por ejemplo. Puede que a lo largo de la jornada tu jefe te encargue ciertas tareas o incluso te cuente varios de sus planes para los próximos días en el trabajo. Sea cual sea, no busques o fuerces la amistad desvelando tales confesiones con todos tus compañeros.

Ser el centro de atención

Tanto en la vida diaria como en el trabajo tratamos de ser ‘el centro de atención’ con algunos comentarios o situaciones. Aunque algunas veces sale de forma natural en otras nos podemos venir arriba demasiado rápido y soltar frases fuera de lugar o tratar de acaparar la atención en una reunión de tintes serios. Es por ello que en la medida de lo posible dejemos nuestro lado más gracioso o forzado a un lado.

VÍDEO DESTACADO: Tronchante: así es el trabajo con sindicatos y sin sindicatos

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