El consejo de PT no comenta el fin de la oferta de Telefónica por Vivo

El consejo de PT no comenta el fin de la oferta de Telefónica por Vivo
En la foto, el presidente del consejo de administración de Portugal Telecom, Henrique Granadeiro (d), conversa con el presidente ejecutivo de la compañía, Zeinal Bava (i). EFE/Archivo

El consejo de administración de Portugal Telecom (PT) ha concluido hoy sin comentar la oferta de Telefónica por Vivo, cuya vigencia concluye mañana, aunque se espera que vuelva a reunirse este viernes, antes de que acabe el plazo.

Analistas del mercado destacaron, tras finalizar la reunión del consejo de hoy, la falta de comentarios inmediatos sobre la posible venta de Vivo, que eran esperados en algunas fuentes pese a la ausencia oficial de novedades en torno a la operación.

El Gobierno luso, que hoy reiteró que sigue pendiente del caso, vetó el pasado 30 de junio la venta a Telefónica, por 7.150 millones de euros, del 30% por ciento del capital de Vivo en poder de PT.

El ministro portugués de Obras Públicas y Comunicaciones, Antonio Mendonça, ha declarado hoy que el Gobierno luso va a esperar «con naturalidad» el desenlace de las negociaciones entre Portugal Telecom y la multinacional española.

«No nos queremos sobreponer a asuntos relacionados con las empresas», puntualizó el ministro en un encuentro con periodistas.

«Las negociaciones se desarrollan entre las administraciones de las dos compañías, vamos a esperar y en función de eso se verá lo que es oportuno», agregó.

Mientras se celebraba el consejo de PT un rumor sobre un inminente cierre de la venta de Vivo llegó a hacer subir las acciones de Portugal Telecom en la Bolsa de Lisboa más de un 4 por ciento, aunque en un par de horas el alza se fue diluyendo.

Hasta ahora ni PT ni Telefónica han informado de algún progreso en las supuestas conversaciones sobre Vivo que fuentes del mercado y medios de comunicación les han atribuido.

Aunque no se divulgó la agenda de la reunión del consejo de administración de PT celebrada hoy, los analistas dieron por descontando que la operación con Telefónica era uno de sus temas principales y se espera que este asunto se abordará de nuevo mañana.

La última de las tres ofertas hechas por Telefónica para hacerse con el control total de Vivo está a punto de concluir y los directivos de la empresa española han asegurado que no la prorrogarán ni aumentarán, como han hecho hasta ahora desde que el pasado 6 de mayo ofrecieron por primera vez 5.700 millones de euros.

Extraoficialmente se ha informado de que las dos empresas no encuentran una fórmula de consenso que permita cerrar la operación con el visto bueno del Gobierno luso, que se opone a la salida de Brasil de PT y tiene una acción de oro («golden share») con la que controla las principales decisiones de esta empresa.

El Ejecutivo socialista de José Sócrates decidió usar esa acción para vetar en la asamblea de accionistas del pasado 30 de junio la venta de las acciones de Vivo, apoyada por el 73,9 por ciento de los votos emitidos por los accionistas.

Tras la frustrada asamblea, Telefónica amplió del 2 al 16 de julio el plazo de vigencia de su oferta de 7.150 millones en un aparente intento de que las negociaciones con PT o una decisión de la Justicia europea sobre la acción de oro, emitida el pasado día 8, facilitaran la operación.

El Tribunal de Justicia de la UE consideró la semana pasada «ilegal» el uso de los derechos especiales del Gobierno sobre la compañía portuguesa.

Pero el Ejecutivo luso no dio marcha atrás, insistió en defender la legalidad de su intervención y anunció que buscará una reforma que armonice la legislación lusa con la normativa europea sin renunciar a defender los intereses nacionales a través de la acción de oro en PT.

Varios ministros portugueses también censuraron en los últimos días que Telefónica no haya contado con el Estado luso como accionista de PT e instaron a que haya una negociación entre las dos compañías en busca de una fórmula sobre Vivo que satisfaga a todos.

Telefónica quiere comprar el 50 por ciento que PT posee de Brasilcel, sociedad con la que la multinacional española y la portuguesa controlan a medias el 60% del capital de Vivo.

Pero el Gobierno portugués y, en un primer momento, los principales accionistas y directivos de PT sostienen que la compañía no tiene por qué vender a Telefónica esa participación, que aporta muchos beneficios y expectativas de crecimiento.

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