La multinacional leridana Ros Roca, líder mundial en sistemas de recogida de residuos, prevé facturar este año unos 640 millones de euros, un 5% más que en 2009, y busca establecer alianzas estratégicas en China, Estados Unidos y Emiratos Árabes, tras descartar por ahora realizar nuevas compras.
En una entrevista con Efe, el presidente de la compañía, Ramon Roca (Agramunt, 1962), reconoce que la crisis apenas ha afectado a los resultados de la firma, que tras cerrar 2009 con una cifra de negocio de unos 610 millones de euros, aproximadamente un 5% más que en el ejercicio anterior, espera crecer en un porcentaje similar este 2010.
Ello se debe, según Roca, al alto nivel de internacionalización del grupo, que exporta a más de setenta países y obtiene el 80% de su facturación de fuera de España.
El negocio, además, está funcionando especialmente bien en los países emergentes, como India o Brasil, lo que ha compensado la caída de la actividad en España y algunos estados europeos.
Ramon Roca asegura que el difícil contexto económico no ha obligado a la compañía a paralizar o posponer inversiones, pues las compras que tenía previsto realizar en países como Brasil, Gran Bretaña y Alemania ya se materializaron con anterioridad.
«Ahora lo que tenemos que hacer es consolidar todo lo que hemos comprado durante estos últimos años», explica Roca.
En este contexto, lo que sí ha hecho la compañía, con sede en Tàrrega (Lleida), es establecer una nueva política de crecimiento basada en alianzas estratégicas con socios locales, las denominadas «joint ventures».
Básicamente son tres los países en los que Ros Roca ha focalizado su interés: China, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos.
«Nosotros aportamos la tecnología y el socio el conocimiento del mercado. Esto sí que lo estamos haciendo, pero no inversiones puras como las de los últimos años», comenta el directivo.
Roca señala, en este sentido, que la compañía ha crecido en varias etapas. La primera fue la de la expansión en Europa, en un segundo paso llegó a Latinoamérica, hace un año abrió una oficina comercial en los Emiratos y ahora es el turno de abordar China y Estados Unidos de la mano de socios locales.
«Buscamos socios en cada país porque es difícil hacerlo solos», apunta el empresario.
A sus 48 años, Ramon Roca preside, sin hacer gala de ello, la mayor empresa del mundo por facturación del sector del tratamiento de residuos urbanos, industriales y agrícolas y de la recogida y limpieza urbana.
Fue su padre, Ramon Roca i Sala, quien junto a su socio Ferran Ros creó en 1953 un pequeño taller especializado en maquinaria agrícola que se convertiría, años después, en Ros Roca, una multinacional con 2.200 empleados en todo el mundo que ha sabido mantener, no obstante, tanto el arraigo en la ciudad que la vio nacer -Tàrrega- como su capital familiar.
«El hecho de estar arraigado no está reñido con la internacionalización», señala Roca, a quien le agrada comparar su empresa con un árbol, pues cuanto más profundas son las raíces, más crecen sus ramificaciones.
Además de la internacionalización, Roca destaca que en la expansión de la compañía ha sido clave el hecho de tener un equipo gestor y directivo altamente profesionalizado y externo a la familia.
«Parte del éxito se debe a haber sido capaces de rodearnos de un equipo de personas que son válidas y que han creído y vivido el proyecto. Nosotros solos, por mucha ambición que hubiéramos tenido, no hubiéramos logrado llegar donde hemos llegado», apunta.
Sobre la actual situación económica, Ramon Roca cree que las medidas que ha adoptado el Gobierno para hacer frente a la crisis son «correctas», aunque «llegan tarde».
«Lo que no podemos hacer es esperar a que Europa o el resto del mundo nos diga lo que tenemos que hacer. Tendríamos que ser lo suficientemente valientes e inteligentes como para ser nosotros mismos los que decidamos qué hacer», subraya.
Augura, en cualquier caso, unas buenas perspectivas de crecimiento para el sector de los residuos, gracias al avance social y económico que están experimentando muchos países de África, Asia y Latinoamérica.
Roca descarta diversificar el negocio y apuesta por focalizar su actividad «para intentar ser los mejores del mundo en todo el campo de los residuos», algo que ya han conseguido.
