Toxo aboga por una Carta de Derechos Laborales que fije principios intocables en próximas reformas laborales

El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, ya piensa en un nuevo escenario político tras las elecciones de final de año sin el PP en el Gobierno, y avanza que su sindicato sigue apostando por que el nuevo Ejecutivo derogue la última reforma laboral.

No obstante, apunta en una entrevista a Europa Press que «tampoco hay que volver al punto de partida de la reforma», esto es, el panorama laboral dibujado por la reforma del mercado de trabajo que implantó el Gobierno del PSOE en 2011, que fue contestada con una huelga general.

El PSOE ya ha avanzado que, si llega al poder, emprenderá una nueva reforma del Estatuto de los Trabajadores. Con esta previsión, Toxo apuesta por definir una «Carta de Derechos Laborales que pudiera ser el marco de un nuevo Estatuto de los Trabajadores».

Así, el líder de CC.OO. avanza que la organización presentará en una semanas «propuestas concretas en este terreno al conjunto de los partidos que concurran a las elecciones».

Con estos movimientos, CC.OO. pretende conjurar lo que Toxo considera una «legislatura en negro», de «retrocesos» en lo que se refiere a los derechos sociales y laborales, y establecer una serie de derechos que se mantengan en el tiempo por encima de cualquier reforma.

«Se ha configurado un marco de relaciones laborales tremendamente desequilibrado en favor no precisamente de los trabajadores», asegura, para apostillar que «se necesitaba un marco laboral ‘low cost’ para un modelo de crecimiento ‘low cost’ y se ha construído en estos años».

IMPULSAR EL EMPLEO DESDE EL SECTOR PUBLICO.

Mientras piensa en cómo blindar los derechos de los trabajadores, Toxo también comenta que es preciso acelerar la creación de empleo y garantizar su calidad, no sólo haciendo que el crédito vuelva a las empresas, sino también a través del «desarrollo del modelo social».

Sin este paso «no habrá empleos suficientes para dar salida a esa altísima tasa de paro que tiene España y que amenaza con convertirse en crónica», señala.

Además, apuesta por impulsar el empleo desde la actividad pública, en cooperación con el sector privado, en ámbitos como la rehabilitación de viviendas o de espacios urbanos. «No podemos volver a la ‘burbuja’ especulativo inmobiliaria, pero necesitamos el impulso del sector de la construcción en materia de infraestructuras», añade.

Toxo advierte en este punto de que «igual se está cebando un nuevo tipo de burbuja a partir de servicios con poco recorrido y fuerte dependencia del turismo». En su lugar, el líder de CC.OO. echa en falta un sector industrial que tome las riendas del modelo económico.

RESISTENCIAS EN LA NEGOCIACION COLECTIVA.

Otra de las vías para lograr la creación de un empleo de más calidad es, a su juicio, la negociación colectiva. De hecho, el III Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para el periodo 2015-2017, firmado por los agentes sociales el pasado mes de junio, incluye una apuesta explícita por la contratación indefinida y contra el empleo precario.

Según Toxo, «mayoritariamente va funcionando este acuerdo», que recoge también las recomendaciones salariales para los próximos tres años. Sin embargo, no esconde que «hay resistencias en algunos sectores», sobre todo «en lo que tiene que ver con la calidad del empleo».

«Ahí las inercias son más fuertes y espero que en los próximos tres años, si se consolida además el cambio de ciclo económico, al final resulte un mercado de trabajo más equilibrado que el que había antes de la crisis», añade.

Dicho esto, Toxo también señala que tras la reforma laboral se hace necesaria una reforma de la negociación colectiva para reequilibrar el peso de los sindicatos frente a los empresarios, garantizar la ultraactividad de los convenios y recortar la libertad de acción de las empresas en materia de descuelgues de convenios.

Finalmente, en materia de formación, Toxo ha indicado que «las necesidades de formación de los trabajadores siguen siendo incluso superiores a la capacidad de financiación de la cuota del 0,7% de las nóminas que pagan empresarios y trabajadores», por lo que no es partidario de que se suprima la misma, como han planteado los empleadores tras la última reforma del sistema.

Ahora bien, considera que se debe dar más protagonismo a toda la red de enseñanza reglada, que podría tomar el testigo de cursos que hasta ahora han estado en manos de los agentes sociales, y también a los permisos individuales de formación y los programas específicos de formación en las empresas.

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