El ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá

Fomento confía en que las radiales R-3 y R-5 sigan abiertas al tráfico a partir del sábado

Fomento confía en que las radiales R-3 y R-5 sigan abiertas al tráfico a partir del sábado
Rafael Catalá. PD

El ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, confía en que las autopistas radiales quebradas R-3 y R-5 sigan abiertas al tráfico a partir de este sábado 1 de octubre, gracias a la propuesta que el Ministerio ha planteado al Juzgado de lo Mercantil encargado de la liquidación de las vías.

«Estamos trabajando para que se siga ofreciendo el servicio público que se presta a través de estas vías», declaró Catalá tras presidir la firma de un acuerdo entre Renfe y la Comunidad de Madrid. «Confío en el buen sentido del juez responsable de este asunto, que estoy seguro que intentará darle continuidad a la explotación de la infraestructura», añadió el también ministro de Justicia en funciones.

Catalá insistió en defender la propuesta que Fomento ha realizado para tomarse un plazo de nueve meses para asumir la gestión de estas dos autopistas quebradas, con el fin de garantizar un traspaso «ordenado y razonable».

«Esa es la propuesta que hemos realizado desde al Ministerio al Juzgado competente para que haya una solución que garantice el mantenimiento del empleo y del servicio de las vías», indicó el ministro.

El titular en funciones de Fomento se manifiesta así en la misma línea que el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, quien previamente también manifestó su confianza en que el juez acepte la propuesta del Ministerio y se evite cerrar las autopistas el día 1 de octubre.

La decisión está actualmente en manos del juez titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, el que en mayo de este año dictó la liquidación de las dos autopistas «sin efectos suspensivos» y ordenó el cierre de las vías para el 1 de octubre.

Pese a recurrir por varias vías esta decisión, Fomento finalmente se avino a negociar con la administración concursal para evitar ‘in extremis’ el cierre de las autopistas, planteando la posibilidad de asumirlas, pero dentro de unos meses.

El cierre afectaría a los 10.500 conductores que diariamente circulan por la R-3 Madrid-Arganda y a los 7.300 usuarios que cada día toman la R-5 Madrid-Navalcarnero, además de a un tramo de la M-50.

Estas dos vías forman parte de las ocho autopistas que quebraron durante la crisis y que ahora se abocan a la liquidación, tras no prosperar el plan de rescate que en 2014 planteó Fomento.

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