A nadie le importa que el paro baje porque se sabe que es imposible emplearlo debido a que no se crece, también a que para crecer cada vez es preciso menos factor trabajo
En un artículo titulado Sin motivos personales en su blog de La Carta de la Bolsa, el Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull Santiago Niño Becerra explica que el problema de España es de ingresos, no de gastos, así como de la deuda privada que arrastra y el paquete de deuda pública que se está formando.
«España no crece porque su modelo productivo está agotado, de ahí que no ingrese; pero los compromisos están para cumplirlos mientras que te lo exijan los demás firmantes.»
«España no va crecer porque no puede, pero le van a seguir exprimiendo todo lo que sea posible»
Al tiempo que deja muy claro que:
«A nadie le importa que el paro baje porque se sabe que es imposible emplearlo debido a que no se crece, también a que para crecer cada vez es preciso menos factor trabajo».
Por ello, el nivel de impagos de disparará y los recortes aumentarán progresivamente para que el país pueda pagar lo que se debe. Así, tras exponer este escenario, el economista se pregunta:
¿Cómo se sale de esta espiral implosiva?
«No se puede salir mimetizando el concepto de salir de que se disponía», responde, para a continuación agregar que «España y todas las economías se hallan en una transición sistémica: van desde un modelo agotado a uno nuevo, y en ese nuevo modelo no hay sitio para todos porque no hay recursos para todos ni todos son necesarios».
«La situación de España es mala para navegar en la crisis, para llevar a cabo esta transición de modelo, pero es pésima de cara a abordar la salida».
«Los políticos, todos, pienso, independientemente de su color, pueden decir lo que sea, pero al final harán, todos, continúo pensando, lo que les dicten desde un piso 46, y cuando esos políticos se hayan quemado, pues otros, que candidatos muchos hay.»
«España, pienso, va a crecer poco, muy poco, insuficientemente; el estándar de vida de la población va a caer; y la ocupación, esa a la que estábamos acostumbrados: 40 horas a la semana con un salario suficiente, no va a aumentar. Y hasta es posible que alguien diga aquello que se dice en las películas: ‘No es por nada personal'»