Hasta el tercer trimestre de 2012, Francia y Alemania habían tirado del carro de la economía de la zona euro, que aún así no había podido evitar entrar en recesión al cierre de 2012
François Hollande ha acelerado el empobrecimiento de Francia. Tras doce meses de gobierno, las promesas de «más crecimiento y menos austeridad» se han transformado en menos crecimiento, más paro, más deuda y la caída del poder adquisitivo de las familias más grave desde hace veintiocho años.
Según ha informado la oficina de estadística francesa, la segunda economía del euro se contrajo un 0,2% en el primer trimestre de 2013 con respecto al cierre de 2012.
El PIB de Francia ya retrocedió un 0,3% en el último tramo de 2012. Por su parte, la locomotora europea, Alemania, que también ha publicado un avance de su contabilidad nacional este miércoles, ha esquivado la recesión por la mínima y tras crecer menos de lo esperado con un alza de apenas un 0,1%.
Técnicamente, un país entra en recesión cuando su economía se contrae durante dos trimestres consecutivos en tasa intertrimestral. La economía francesa ya cayó un 0,1% en el primer y el segundo trimestre de 2012, mientras apenas avanzó un 0,2% durante el verano 2012.
Francia está bajo presión de Bruselas para que no afloje en las reformas y ajustes. Pese a ello, la Comisión ha accedido a conceder dos años más de plazo a París para reducir el déficit después de que el Gobierno de Francois Hollande, que cumple su primera año en el poder, haya reconocido que no podrá cumplir con el objetivo de déficit del 3% hasta finales de 2014 sin agravar aún más la recesión. El Ejecutivo espera que el PIB crezca un 0,3% a lo largo de este año mientras Bruselas augura una caída del 0,1%.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que en unas horas se reunirá con Hollande, ha insistido este miércoles en que Francia necesita un «programa creíble de reformas» a cambio de la prórroga. Bruselas confirmará esta decisión el próximo día 29, cuando también dará a conocer sus conclusiones sobre los planes de reformas presentados por Francia y, también, España, entre otros.
Según ha justificado en una entrevista a la radio francesa Europe 1, «no se puede hacer una aplicación ciega del Pacto de Estabilidad, hay que hacer una aplicación inteligente» y este país ha disminuido a la mitad su déficit nominal, aunque «la deuda sigue extremadamente elevada» y el pago de sus intereses representa la primera partida de su presupuesto, por encima incluso de la educación.
Las familias francesas gastan menos
La oficina de estadística (INSEE) atribuye el retroceso tanto a la demanda interna, que amputó una décima del PIB, como al saldo del comercio exterior, que lo redujo en dos décimas. El único elemento ligeramente positivo fue la variación de existencias de las empresas, que aportó una décima al PIB.
El consumo privado, que se mantuvo estable en el último trimestre de 20102, bajó un 0,1% entre enero y marzo. El descenso de los gastos en inversión fue más intenso, de un 0,9%. En cuanto al comercio exterior, las exportaciones siguieron bajando en el primer trimestre (un 0,5 % menos después de haberlo hecho un 0,7% menos entre octubre y diciembre) al tiempo que las importaciones dejaron de retroceder y se recuperaron un ligero 0,1%.
Para completar este panorama, este lunes se ha publicado que el poder adquisitivo de los hogares franceses ha sufrido una caída récord durante el año pasado, un retroceso más grave de lo esperado. La pérdida es del 0,9% y no del 0,4%, como se esperaba en un principio.
Problemas también para Alemania
El PIB alemán, por su parte, ha crecido un 0,1% en el primer trimestre del año, un crecimiento «débil» que el Gobierno de Angela Merkel justifica por el largo invierno que ha ralentizado la economía. Especialmente la construcción. La oficina estadística alemana, Destatis, ha revisado también la caída sufrida en el último trimestre de 2012, que ahora estima en el 0,7%, una décima peor.
Los impulsos positivos vinieron casi exclusivamente del consumo privado, que creció en el primer trimestre del año, después de haber bajado en el último trimestre de 2012. En las inversiones, en cambio, continuó la tendencia negativa del año anterior.
El comercio internacional no tuvo casi repercusiones en el crecimiento y tanto las exportaciones como las importaciones tuvieron una tendencia a la baja. En comparación con el mismo periodo del año anterior, el PIB cayó un 1,4% aunque, según Destatis, esto obedece ante todo a que en el primer trimestre de este año hubo más días de fiesta que el primer trimestre de 2012. Prescindiendo de ese efecto, el PIB bajó sólo un 0,2%.
Hasta el tercer trimestre de 2012, Francia y Alemania habían tirado del carro de la economía de la zona euro, que aún así no había podido evitar entrar en recesión al cierre de 2012.
LO QUE QUERÍA Y LO QUE HA LOGRADO HOLLANDE
«El cambio es ahora», anunciaba François Hollande hace exactamente un año. Entonces, el candidato del Partido Socialista francés se imponía ante el otrora todopoderoso Nicolas Sarkozy y prometía un viraje político que iría mucho más allá de Francia. Hollande, autodefinido como «presidente normal», quería cambiar Europa.
El sentimiento, en Francia y en Europa, es un año después otro muy distinto. El paro ha aumentado y el déficit sigue sin ser controlado, mientras el crecimiento económico es sólo una apuesta retórica. Pese al enfriamiento entre las relaciones entre París y Berlín, la canciller Angela Merkel sigue marcando la agenda económica del continente y en Francia surgen este lunes muchas preguntas sobre el futuro de Hollande.
La edición francesa de The Huffington Post se pregunta si doce meses después, Sarkozy lo habría hecho mejor.
La realidad es que Hollande, como hizo Zapatero en España en su momento, ha mantenido algunas de sus promesas, como la retirada de las tropas de Afganistán, el reconocimiento del matrimonio igualitario o la bajada de sueldos del Gobierno.
Otras, las más importantes y difíciles, no:
- Reducción del déficit al 3% en 2013. Era el compromiso electoral de Hollande, una promesa que compensaba la fama de manirroto que su rival pretendía trasladar. Sin embargo, el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento ha hecho que el presidente francés haya pactado con Bruselas una prórroga de dos años. El déficit en 2011 era del 5,3% del PIB y cerró el ejercicio siguiente en el 4,8%. La deuda pública subió casi cinco puntos en ese período.
- Cambiar las postura europea sobre el crecimiento. Hollande se rebeló contra un pacto europeo que restringía el déficit y la deuda de los países de la moneda única, imponía sanciones e iba más allá de los compromisos vigentes. El pacto, exhibido por Sarkozy y Merkel como una dieta de adelgazamiento para poner al euro en forma, no tenía sentido para el candidato por su nula atención al empleo y el crecimiento. Un año después, Hollande no ha conseguido reorientar la política europea. Su propuesta de emitir deuda conjunta, o eurobonos, también duerme el sueño de los justos.
- Impuesto del 75% sobre beneficios superiores a un millón de euros. Fue una de sus propuestas estrella en materia económica y provocó la huída o la amenaza de exilio de grandes fortunas, como la de Gérard Depardieu o Alain Afflelou. Fue rechazado por el Consejo Constitucional.
- Creación de empleo. Hollande prometió bajar la tasa de paro, pero al final de la legislatura. La promesa es, por el momento, optimista, teniendo en cuenta que ha pasado de 2.927.600 personas a 3.224.000 en este año de mandato.
- La «moralización» de la vida pública. Hollande prometía un conjunto de medidas para fomentar la calidad de la democracia que incluía la retirada de inmunidad penal del presidente, un límite a los mandatos, impedir el acceso a cargos públicos a los condenados por corrupción, la elección independiente de los máximos responsables de los medios públicos o la retirada de la ley Hadopi, que regula los castigos a las descargas de material protegido por el copyright. Esas medidas están todavía por tomar.
LOS FRANCESES SUSPENDEN A HOLLANDE
Según una encuesta de i-Tele, el 76 % de los franceses desaprueba el primer año de Gobierno.