A estas alturas de la película estamos mejor con el Euro que sin él
Estos últimos años han estado marcados por la corrección política antiliberal. El resultado de ello ha sido reforzar la idea de que nuestros males son culpa de la libertad y que debemos ser cada vez menos libres. Y siempre hay políticos dispuestos a que lo seamos.
Carlos Rodríguez Braun refuta este pensamiento único en ‘Panfletos liberales III‘ (Editorial LID), libro que presenta en Periodista Digital para enfatizar que
«la crisis no ha sido producida por la libertad sino por el intervencionismo. No es verdad que hayamos disfrutado de una libertad excesiva: al contrario, mientras los gobernantes se ufanan en proteger nuestros derechos, tenemos cada vez más obligaciones».
En unas doscientas reflexiones breves, y con el ingenio y la ironía que caracterizan al autor, se denuncia el bulo según el cual nos arrasa una ola privatizadora neoliberal que pretende desmantelar el Estado del bienestar.
El liberalismo no tiene colores partidarios y este libro molestará a los políticos de izquierdas tanto como a los de derechas. Por aludir a una de las obsesiones de Rodríguez Braun, hemos comprobado que la izquierda sube los impuestos, pero la derecha… también.
INTERVENCIONISMO
Una de las reglas de la sociedad es la ‘regla de Babel’, que es la confusión de las lenguas; y se confunde la palabra recortes, lo mismo que se confunde la palabra austeridad, como si fuera una mala palabra. Los recortes y la austeridad es algo que los ciudadanos hacemos naturalmente cuando las cosas vienen mal dadas. Lo que han hecho los empresarios y los trabajadores de España y otros tantos países ha sido recortar sus propios gastos, porque de pronto nos encontramos con una crisis y una recesión.
El problema es cuando no lo hace el Gobierno. Es decir, cuando el Gobierno recorta sobre la base de recortarnos a nosotros nuestros ingresos mediante subidas de impuestos y no quiere recortar su propio gasto.
POLÍTICAS DE ESTÍMULO
El mensaje del Gobierno ahora es: ‘Bueno, nos hemos pasado. Hemos sido muy austeros y ahora vamos a gastar para estimular la economía’. Eso no es así. Ni han sido austeros ni el gasto público estimula la economía automáticamente.
PREPOTENCIA DEL INTERVENCIONISTA
El gobernante que desea intervenir, o el intelectual o el político que apoya el intervencionismo, tiene que partir de la base de que la gente es tonta.
Esa actitud paternalista, desdeñosa, que a veces puede ser muy agresiva, hacia los trabajadores es una regla del intervencionismo. No sólo del de izquierdas.
SUBIDAS DE IMPUESTOS DE RAJOY
Muchos de nosotros [los liberales] desconfiábamos del discurso liberal que practicó el PP cuando estaba en la oposición, el discurso contra las medidas de Zapatero y el específico contra la subida de impuestos. Mariano Rajpy, él mismo, le dijo a Zapatero en el Parlamento que no había que subir los impuestos porque esto iba a precipitar otra vez la recesión. Y prometió que no sólo no iba a subir los impuestos, sino que los iba a bajar.
Entonces, cuando cambia el Gobierno, llega Rajoy y hace lo mismo que Zapatero, desde el punto de vista liberal lo que nos provoca es simplemente continuar con las mismas críticas. Cosa que muchas veces el Gobierno no admite.
No es verdad [que Rajoy no tuviera más remedio que subir impuestos]. Los gobernantes siempre tienen abierta la posibilidad de bajar el gasto. Cuando suben los impuestos es porque han hecho un cálculo político y han dicho: ‘si hago el ajuste que tengo que hacer, porque hay un déficit muy grande y una deuda que explota, solamente mediante la reducción del gasto, el coste político que yo pago es más alto que si hago’ lo que hacen, que es una especie de pasteleo de la reducción del gasto, la subida de impuestos y la subida de la deuda, que es gravísima.
Cuando nos cuentan eso de que han subido los impuestos porque no tenían otra alternativa, claramente mienten.
PP Y LIBERALISMO
Tanto la izquierda como la derecha presumen de que los liberales son ellos. El propio Zapatero empezó con esto, diciendo que era liberal o libertario, que bajar impuestos era de izquierdas, también cuando estaba en la oposición. La derecha también ha jugado con esta idea del liberalismo, sobre todo cuando está en la oposición.
[En el PP] quieren apropiarse del liberalismo y convertirlo en una doctrina donde los dos elementos fundamentales del liberalismo, la propiedad privada y los contratos voluntarios, puedan ser cuestionados. Esta es la tesis del libro de Lassalle, que se llama ‘Liberales’. La tesis central, que comparten con la izquierda, es que el liberalismo que defiende estos dos elementos a rajatabla es extremista, utópico o ilusorio, e incluso peligroso.
RAÍCES INTELECTUALES DEL PENSAMIENTO ÚNICO ACTUAL
[John Stuart] Mill es e el ejemplo del pensamiento único de nuestro tiempo. Mill ha superado a Marx. El centrismo, esto de querer una cosa y la contraria, es el pensamiento único de nuestro tiempo. Y tanto a la derecha como a la izquierda les encanta Mill, porque tiene un lenguaje y un discurso que es muy atractivo, muy liberal, y al mismo tiempo permite y ampara un abanico muy grande de intervenciones de todo todo tipo, fundamentalmente económicas, del poder político en la sociedad.
BANCA, CRÉDITO Y TIPOS DE INTERÉS
Con la crisis, otra vez emerge la idea de que los bancos tienen la culpa de todo. Curiosamente, cuando se da ese argumento no se habla de los banqueros centrales. Se habla como si la banca, el dinero o las finanzas fueran una cosa que se mueve en el mercado libre, como las camisas de Zara. No es así. Las economías están intervenidas en todos los sectores, pero muchísimo más en el dinero, en la banca o en las finanzas.
La crisis se produce porque hay una inversión exagera y mala. Esto se ve en los millones de pisos que hay por vender y las empresas que han cerrado. Esto fueron malas decisiones de las personas, individuos y empresas. Pero los incentivos que provocó el poder político mediante el abaratamiento artificial de los tipos de interés no podemos olvidarlo.
PREFERENTES
Hay un abanico entre la negligencia o el descuido, la falta de atención por un lado [los clientes], y la estafa por otro [la banca]. Aquí hay gente que se ha comportado de manera delictiva.
El problema es que se utiliza [las preferentes] como excusa para decir ‘aquí el Gobierno no ha hecho nada malo. Los único que han hecho cosas malas son los banqueros y por lo tanto vamos a perseguirles’. Me parece bien que se les persiga, y que si han robado se les meta en la cárcel. Pero el asunto es que si los circunscribes sólo a eso el actor principal se difumina.
RESCATE A LA BANCA
No se trata de enfrentar la alternativa de dejar caer a Bankia versus no dejarla caer, sino dejar caer a Bankia o dejar caer a otros. A saber: los millones de contribuyentes que tienen que pagar el rescate. A Bankia o a cualquier otro.
La segunda recesión [que comienza en 2011] fue provocada por las autoridades, era totalmente innecesaria. Subió los impuestos Zapatero, subió los impuestos Rajoy, y en 2011 la economía se hunde, lógicamente. Si dejan de hacer daño, la economía puede recuperarse.
EL EURO
A estas alturas de la película estamos mejor con el Euro que sin él. No hay soluciones mágicas.
El euro está cumpliendo algunas de las cosas buenas que hacía el patrón oro. En algún sentido puede disciplinar a los Gobernantes, porque a través de la prima de riesgo refleja sus propios errores.