MÉXICO-CHINA

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Las comunidades chinas expatriadas cobrarán importancia en México, afirma historiador

Agencia EFE, Miércoles, 21 de febrero 2007
Las comunidades chinas afincadas en México y en otros países de América Latina cobrarán pronto una mayor importancia gracias a la pujanza de esa economía asiática y al creciente peso internacional del país, dijo el historiador mexicano de origen francés Jean Meyer.

"Yo apuesto a que en los años que vienen, aunque la colonia sea muy pequeña, va a reactivarse y reanimarse", declaró a Efe Meyer (Niza, 1942), director de la revista mexicana de Historia Internacional "Istor", que publica el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

La publicación ha dedicado sus dos últimos números a las migraciones y a otros estudios sobre China, recordó este doctor en Historia de la Universidad de París X-Nanterre, que cifra en 30 millones los chinos expatriados actualmente.

Los expertos los clasifican en dos categorías, los "huaqiao" y los "huaren", los primeros más vinculadas a la sociedad de origen y los segundos a las de destino.

El especialista recordó que la tradición migratoria china se remonta a mediados del siglo XIX, cuando por las guerras del opio (1834-1843 y 1856-1860) aumentó en el sudeste de Asia y también por rutas transoceánicas.

Los chinos fueron traídos al subcontinente americano como mano de obra barata para reemplazar a la de África, y, en algún caso, los dueños de las haciendas llegaron a importar opio para que lo consumieran y poder controlarlos más fácilmente.

Fue entonces cuando se produjo la mayor oleada migratoria a América Latina, de 225.000 personas entre 1847 y 1874.

Aunque aquellos primeros compases migratorios fueron trágicos, con contratos leoninos en régimen de semiesclavitud, tras aquellos pioneros chinos se dio "otra corriente, de emigración voluntaria, siempre del sur de China", explicó el historiador.

"Evidentemente la diáspora, que en tiempos de Mao Zedong fue despreciada, calumniada, hoy en día para Pekín es una oportunidad y está muy bien tratada", añadió Meyer.

Recordó que el destino predilecto de aquel éxodo a América Latina fueron las haciendas azucareras de Cuba y las explotaciones de caña de azúcar y guano de Perú, aunque también hubo algunos que llegaron al norte de México.

En este país, la comunidad china sufrió "persecuciones tremendas", con "matanzas, expulsiones" y un "racismo oficial".

El historiador considera que, en suma, Latinoamérica le debe a los chinos "la prosperidad de la elite de las haciendas cubanas y peruanas de segunda mitad XIX", que no se entendería sin ellos, y posteriormente una presencia creciente en sectores comerciales, finanzas, banca, y actualmente en el sector servicios.

"Es gente con una capacidad de ascensión social y profesional muy alta", destacó Meyer, Sobre las trabas que hay en Estados Unidos a la inmigración de México y de otros países latinoamericanos, el historiador señaló que son irrefrenables.

Meyer dijo que el plan de erigir un muro en la frontera sur de Estados Unidos "es inmoral" y "no sirve para nada", lo que a la larga obligará a Washington a tomar otras medidas que permitan integrar a los trabajadores de fuera a su economía.