La Banca siempre gana. Y en todos lados, para nuestro pesar.
Las entidades financieras podrán cobrar a los clientes una comisión máxima de 36 euros (tres euros al mes) por el mantenimiento de una cuenta básica. Así lo establece el borrador de la orden ministerial elaborado por el departamento de Nadia Calviño y desvelado por el periódico económico Cinco Días.
Este producto financiero fue creado por una directiva europea de 2014 y tiene como objetivo evitar la exclusión financiera. El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó el real decreto, pero faltaba por conocerse el importe de las comisiones.
Finalmente la comisión de mantenimiento máxima será de 36 euros al año, aunque la asociación de consumidores Facua había pedido que fuera gratuita, como ocurre en otros países de la UE.
La cuenta básica permitirá realizar operaciones básicas, tales como ingresar y sacar dinero en las oficinas, disponer de una tarjeta de débito y realizar 200 operaciones al año, como transferencias o recibos.
Todas las entidades financieras españolas deberán ofrecer este servicio de cuenta básica, independientemente de que se trate de un banco, una caja de ahorros o una cooperativa de crédito.
Eso sí, las entidades podrán denegar una solicitud de apertura si el cliente ya es «titular de una cuenta en un proveedor de servicios de pago que le permita realizar los servicios contemplados».
La introducción de la cuenta básica supone un cambio importante, ya que lo habitual en el sector era exigir la domiciliación de la nómina o de la pensión para la apertura de una cuenta, con la excepción de los jóvenes. Esto dejaba fuera a clientes adultos que no tenían ingresos estables o que no contaban con domicilio fijo.
A pesar de ello, España es uno de los países con mejores datos de inclusión financiera (porcentaje de adultos con cuenta corriente). Asciende al 98% de la población, según los datos del Banco Mundial, recogidos por el periódico económico.
