Dos acusados de integrar una célula de Al Qaeda desarticulada en España tras el 11-S que se encontraban en libertad tras finalizar el juicio, el periodista de Al Yazira Taysir Alony y Jamal Hussein, fueron detenidos este viernes en Granada al ordenar la Audiencia Nacional su ingreso en prisión.

Según informaron fuentes jurídicas, la detención de estos dos acusados se produjo por orden de la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que correspondió juzgar estos hechos y que podría dar a conocer la sentencia en la última semana de septiembre, previsiblemente el día 26.

Durante la celebración del juicio, que comenzó el pasado 22 de abril y que finalizó el 5 de julio, el tribunal decidió dejar en libertad a Alony y a Hussein por motivos de salud, aunque se les impuso a ambos una serie de medidas cautelares como la prohibición de abandonar España sin autorización judicial.

La decisión de modificar la situación de Alony, según las citadas fuentes, ha sido el riesgo de fuga, ya que éste pidió autorización al tribunal para viajar a Siria, su país de origen, al haber fallecido su madre, y le fue denegada.

La Sala rechazó la solicitud de Alony al no haber aportado éste ningún tipo de acreditación del fallecimiento de su madre y ante esta negativa, el tribunal ha considerado que existía riesgo de que se fugara.

Tanto Alony como Jamal Hussein se enfrentan a una petición del fiscal de 9 años de cárcel por integrar una célula de Al Qaeda desarticulada en España tras el 11-S y que presuntamente lideraba el principal acusado Imad Eddin Barakat, "Abu Dahdah".

Tras su detención en Granada, los dos han sido conducidos a Madrid y el próximo lunes el tribunal les comunicará su ingreso en prisión.

Durante el juicio, el tribunal acordó dejar en libertad a ocho de los 24 acusados de integrar esta célula de Al Qaeda.

Taysir Alony, periodista de la televisión qatarí Al Yazira, era el único de los 24 acusados que no se encontraba en prisión al inicio del juicio, sino en situación de arresto domiciliario debido a su precario estado de salud.

Por ese motivo, el tribunal ordenó su puesta en libertad poco después de iniciarse la vista, al igual que la de Jamal Hussein, propietario de varios negocios en Granada.