El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha centrado su discurso, durante una intervención pública en Galicia, en la "unidad de todos los partidos" necesaria contra ETA. No ha hecho mención a los atentados contra cuatro empresas vascas esta mañana y ha señalado que él no se "engancha al pesimismo del PP".

Durante su intervención en la III Fiesta del Campo celebrada en el Recinto Ferial de Amio, organizada por el sindicato Unións Agrarias (UPA), Zapatero afirmó que para acabar con ETA "es buena la ayuda de todos los partidos" y recordó que cuando él era líder de la oposición, apoyó "en todo y cada día al Gobierno anterior" en la lucha antiterrorista.

Por ello, "a pesar de lo que están haciendo" (en referencia a la defensa a ultranza del Pacto Antiterrorista por parte del PP en contra de un "final dialogado" de ETA), el presidente ha afirmado que va a "seguir trabajando por la unidad de los partidos y por la paz y por el final de la violencia en España".

En ningún momento, el presidente aludió a los atentados de hoy contra cuatro empresas vascas -atribuidas por el Gobierno vasco y por fuentes de la lucha antiterrorista a la extorsión de ETA para cobrar el impuesto revolucionario-. Afirmó con ironía que hay quien le critica por ser optimista pero, pese a ello, señaló: "No me engancho al pesimismo del PP y del señor Rajoy".

Quien sí se ha referido a los atentados de hoy han sido el ministro del Interior, José Antonio Alonso, el Gobierno vasco, el PP, IU y la patronal de empresarios vascos.

José Antonio Alonso aseguró que los atentados terroristas "no van a conseguir nunca" que varíe la política del Gobierno "de absoluta firmeza ante la violencia".

El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, señaló que la "coincidencia de la campaña de atentados de ETA en Guipúzcoa con los elogios del señor Otegi al presidente del Gobierno constituye un motivo de preocupación para cualquier demócrata, que se preocuparía al recibir los elogios de unos terroristas".

El secretario de Libertades Públicas, Justicia e Interior del PP, Ignacio Astarloa, pidió al Gobierno que impida que ETA juegue con el presidente "como si fuera un muñeco" y que sea la organización terrorista la que defina la "hoja de ruta" de la política antiterrorista.

Señaló que, aunque ETA está "más débil que nunca", la organización "no ha dejado de estar presente" y de cometer atentados, amedrentar o extorsionar a la sociedad. Por ello, Astarloa instó al Gobierno y al PSOE a que reflexionen, rectifiquen y retiren la propuesta de resolución sobre política antiterrorista que se votará el próximo martes.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, advirtió a ETA de que "debe abandonar las armas" si desea abrir un diálogo sobre el futuro del País Vasco, ya que "no se podrá hablar con ella" si no deja su "doble estrategia de las armas y la política".

La secretaria de Comunicación de Eusko Alkartasuna (EA), Onintza Lasa, manifestó que los autores de los atentados de esta madrugada "deben saber que son un obstáculo para avanzar en la pacificación y normalización política".

La Confederación de Empresarios Vascos, Confebask, lamentó que los atentados "vengan a ensombrecer las esperanzas depositadas por el conjunto de los ciudadanos vascos en el fin de la violencia".

Aralar, partido escindido de Batasuna, dicjo que las explosiones del domingo son un "obstáculo para iniciar un nuevo ciclo político que espera la sociedad de Euskal Herria".