Se reinauguraba una de las discotecas más famosas de Ibiza, y en la fiesta había congregado smás de 55.000 personas en su interior cuando de pronto se encendieron las luces y dos agentes vestidos con el uniforme de la policía local de la isla balear trataban de desalojar la sala.
Antes, ya se les había visto cortando el tráfico y ayudando a los invitados VIPs a cruzar una importante avenida. Poco después sube el volumen la música y los agentes hacen que a hablan entre ellos, y de pronto se ponen a bailar. Entonces se descubre que se trata en realidad de gogós de la discoteca, pero eran los mismos que antes regulaban el tráfico en la calle, informa Exclusiva Digital.
Agentes de policía reales dieron parte al Ayuntamiento, que ha trasladado el caso a la Fiscalía. Los gogós policías se enfrentan ahora a un posible pena de hasta tres años de prisión por usurpación de función pública e intrusismo profesional.