Durante los casi dos meses de erupciones del volcán Kilauea de Hawái, el cráter ha experimentado cambios dramáticos, debido al desmoronamiento de sus paredes y de momento no muestra señales de que vaya a ceder, ha comunicado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
Hasta principios de mayo, la cumbre Halema’uma’u del volcán era un lago de lava, pero cuando se iniciaron las erupciones explosivas el nivel del lago comenzó a descender y como consecuencia sus paredes también empezaron a colapsar.