Un portero de la segunda división del fútbol irlandés protagonizó el pasado fin de semana una escena digna de recordar, cuando, en un intento por parecer astuto, tuvo un descuido que el rival capitalizó con un gol en el último momento.
En el minuto 89, Tadhg Ryan, gurdameta del Galway —que ganaba 2-0—, recibió el balón y quiso retenerlo el mayor tiempo posible, incitando a uno de los delanteros del Cabinteely F.C. a ir hasta su portería por el esférico. La táctica funcionó: el contrario se barrió contra Ryan, pero este se salió con la suya y pudo agarrar la pelota.