No hay postulado defendido con uñas y dientes por Pablo Iglesias, desde que en 2014 irrumpiera en la política española, que los (sus) hechos no hayan convertido en papel mojado.
Los populistas chapotean en sus contradicciones, pero ni se ponen colorados. Da igual que sea un engaño a la Seguridad Social, un cobro ilegal de la Venezuela chavista, una beca ‘black‘, que un piso de protección oficial conseguido irregularmente con ayuda de papá.