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Placer y Alimentos: 10 cosas chocantes que no sabías sobre la comida

Alimentos que consumes o puedes consumir a menudo

Placer y Alimentos: 10 cosas chocantes que no sabías sobre la comida

La sensación de placer asociada a la comida tiene varias explicaciones.

En primer lugar, la comida es una necesidad básica para la supervivencia, por lo que nuestro cerebro está programado para encontrarla gratificante.

Cuando comemos, se liberan neurotransmisores como la dopamina, que están relacionados con la sensación de recompensa y placer en el cerebro.

Además, los seres humanos tenemos una amplia variedad de receptores sensoriales en la boca y en el olfato que nos permiten disfrutar de los sabores y aromas de los alimentos.

Estos sentidos están conectados a centros de placer en el cerebro, lo que hace que la experiencia de comer sea agradable.

La comida también tiene un componente emocional y cultural.

Muchas veces asociamos ciertos alimentos con experiencias positivas o recuerdos agradables, lo que puede aumentar nuestra satisfacción al comerlos. Además, la comida puede tener propiedades reconfortantes y actuar como una forma de aliviar el estrés o mejorar nuestro estado de ánimo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que el placer asociado a la comida puede llevar a comportamientos desordenados, como comer en exceso o recurrir a la comida como una forma de lidiar con emociones negativas. En esos casos, es importante mantener un equilibrio y tener una relación saludable con la comida.

CONSEJOS ÚTILES

Al margen del vídeo, aquí te revelamos 10 cosas que quizá ignorabas sobre alimentos que consumes o puedes consumir a menudo:

  • En Japón cultivan las sandías en cubos cuadrados de cristal para que la fruta adopte la forma cuadrada del cubo. ¿Y por qué hacen esto? Por dos motivos: para meterlos más fácilmente en sus refrigeradores y poder cortarlos en trozos cuadrados pequeños que es como les gusta comer a los nipones esta fruta. Allí lo de la rodaja parece que no ha calado.
  • Los croissants no son una invención francesa, como muchos creen, sino de los pasteleros vieneses. Fue creado en 1683 para celebrar la derrota de los turcos ante las murallas de la ciudad. De esta manera se reprodujo en el pastelillo la forma de la media luna otomana y comerlo era literalmente vencer al enemigo que a punto estuvo de tomar la ciudad. El nombre «croissant» vendría a significar «Santa Cruz» en referencia a la victoria del cristianismo en aquella fecha.
  • Los seres humanos utilizan alrededor del 40 por ciento de la tierra libre de hielo del planeta para producir cultivos y ganado para la alimentación.
    En EEUU no empezaron a usar tenedores para comer comida hasta cerca de 1850. Antes de eso usaban cuchillos y cucharas para llevarse la comida a la boca (habrá que estar al loro de esto en la próxima película de vaqueros que veamos). Mientras tanto, en China, se generalizó el uso de palillos respecto al uso de cuchillos cuando en el país se empezaron a extender las escuelas de estudiantes y descender el número de escuelas para guerreros.
  • En 1765, un mesonero apellidado Boulanger abrió en París una casa de comidas y a la puerta colgó el siguiente letrero: «Venid a mi casa, hombres de estómagos cansados, y yo os restauraré». La frase tuvo tal éxito que, desde entonces, todas las casas de comidas se llaman «restaurantes».

Además debido a la fama de su repostería, Boulanger también es el «culpable» de que en Francia a las pastelerías se les llame «boulangeries».
  • Las aves no distinguen la capsaicina, la sustancia química que le da su característico picor a los diferentes tipos de chile, permitiendo a éstas comer estos pimientos picantes sin inmutarse. Esto supone una ventaja para las plantas, ya que mientras el picante actúa como un eficaz mecanismo de defensa frente a bacterias y hongos, e incluso evita el ataque de mamíferos, no impide la diseminación de las semillas por parte de los pájaros.
  • La palabra «bombón» proviene del francés «bon bon», que significa «dos veces bueno».
  • «Comer a la francesa» es el equivalente a lo que hoy conocemos como «comer a la carta», aunque con una diferencia: no había que elegir entre los platos propuestos, se comían todos.

En 1742, la publicación de «El nuevo cocinero real y burgués» recomendaba para la buena casa de restauración tener siete platos por servicio. Así que los burgueses franceses del siglo XVIII que comían » a la carta», degustaban 21 platos en una comida normal: siete de primer plato, siete de segundo y también siete postres.
  • Un dato: los pollos salvajes (en libertad) producen solamente unos 15 huevos al año, pero los agricultores han criado pollos domesticados que ponen hasta 300 huevos por año.
  • Alrededor del 30% de toda la comida que se produce nunca llega a ser comida. El mundo produce suficiente comida para alimentar a todos sus habitantes, pero el problema es la distribución, la comida no llega siempre a las personas que más lo necesitan. Por ejemplo, una familia estadounidense de cuatro miembros tira al año 751 kilos de comida. Increíble, ¿verdad?

 

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