La oposición tacha de 'ultraderechista' una norma para fomentar la natalidad en la segunda comunidad más envejecida del país
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La polémica suscitada por el anteproyecto de la nueva Ley de Familia impulsada por la Xunta de Galicia continúa aumentando día a día, ante las críticas de una izquierda que considera la medida ‘ultraderechista’.
Tras conocerse esta normativa, que busca fomentar la natalidad en la comunidad gallega, visiblemente envejecida, los dos partidos de la oposición, PSdeG y BNG, centraron su mirada en la conselleira de Bienestar, Beatriz Mato, llegando incluso a pedir su dimisión por, en palabras de la socialista Beatriz Sestayo, por su «retrógrada y rancia» concepción de la familia»:
«Reproduce el discurso de la Conferencia Episcopal: que las mujeres están aquí para parir y, si tienen suerte, podrán trabajar. Sus medidas recuerdan a las medidas predemocráticas. Es un anteproyecto regresivo, en el que la mujer sólo tiene sentido como reproductora y para cuidar a los mayores»
Por su parte, el nacionalista Carlos Aymerich, también atacó de forma directa a la conselleira, diciéndole que «no es quien» para decir a los ciudadanos lo que deben hacer «en su casa o en su alcoba», denunciando «una cierta eugenesia social».
‘GOLPE SOBRE LA MESA’
Beatriz Mato, harta de soportar especulaciones y paralelismos, como de costumbre, con el régimen franquista, no ha tardado en ‘dar un golpe sobre la mesa’, recordando que de ultraderechista’ nada, y que su gobierno es ‘de centro’, denunciando la actitud «sectaria» de la oposición.
Frente a lo que intentan hacer calar en la sociedad los socialistas y nacionalistas, la titular de Trabajo y Bienestar asegura que este anteproyecto de ley «incrementa el número de derechos de la mujer» y «promueve todas las medidas» del aumento de la natalidad, tan importante en una comunidad que, en lo referente a la demografía, «tiene «todos sus indicadores en rojo».
«De cada 100 personas activas, 101 dependen del sistema. Esto pone en juego el Estado del Bienestar. Hay que invertir esta situación y conseguir que Galicia sea una tierra amable para la natalidad»
Galicia es la segunda comunidad más envejecida del país, con un 22 por ciento de población mayor de 65 años y con una tasa de 1,09 hijos por cada mujer en edad fértil, cuando los demógrafos sitúan en 2,1 la tasa de fecundidad que garantiza el relevo generacional.
