Leo Bassi, el actor y cómico de origen italiano que nació en Nueva York en 1952, es el protagonista de una polémica generalizada en Santiago de Compostela.
La ciudad que ha reconocido la mayor deuda entre las siete grandes ciudades de Galicia, ha entrado en erupción política, mediática y vecinal como consecuencia de una decisión de «gran trascendencia» para el presente y el futuro de los compostelanos: que Bassi se suba o no a un escenario de la capital de Galicia.
La mecha la encendió el alcalde de la ciudad del Apóstol, Gerardo Conde Roa, que volvió a demostrar sus dotes para la diplomacia en unas declaraciones públicas.
En plena explicación de los motivos por los cuales el Ayuntamiento había decidido suspender una actuación programada del cómico italiano, introdujo un argumento de extremada naturaleza subjetiva:
«Me produce especial repugnancia y no tengo el mínimo interés en que la cultura de Santiago se identifique con éste humor»
Para un alcalde que en su sesión de investidura pronunció la tópica frase «quiero ser el alcalde de todos los compostelanos», ya le vale.
Horas después, Este gran provocador de los escenarios vio el cielo abierto y lanzó una andanada a través de sus cuentas de Facebook y de Twitter. El célebre bufón, como se autodefine a sí mismo, invitaba a pinchar en un enlace en el que aparecía el vídeo de Conde Roa en su célebre y celebrado baile navideño en los soportales de la sede del Ayuntamiento, y añadía con ironía al pie de las imágenes:
«Aquí podéis ver al alcalde de Santiago de Compostela, Sr Conde Roa, en una de sus propuestas culturales»
Las redes sociales hierven en Galicia ante una cuestión de tanta trascendencia. Legiones de hinchas del alcalde y legiones de hinchas del cómico italiano, se fajan en hirientes comentarios a pie de las informaciones en los medios digitales.
Y si no fuera por los incendios que se han cobrado vidas y la irrupción informativa de la huelga general, se podría pensar que el ser o no ser, el actuar o no actuar de Leo Bassi, era la única y genuina cuestión para los habitantes de la capital de Galicia.
La historia tiene un final feliz. El cómico italiano actuará por fin en Compostela el próximo día 12 de abril, sobre el escenario del auditorio de la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Presentará su función «The Best of» sin la bendición municipal y por iniciativa civil, que no parece una mala alternativa, en el futuro inmediato, para desarrollar una cultura que no sea de «protección oficial».
SHOWS HOMÓFOBOS
A Leo Bassi le reprocha una parte de la sociedad el escarnio que hace en los escenarios de la Iglesia Católica. Y los adeptos al cómico italiano acusaban al alcalde de un atentado contra la libertad de expresión. Probablemente, no les falte razón. Pero el peor enemigo actual del ser humano acecha en las hemerotecas.
Periódicos de la ciudad se hacían eco, en octubre de 2009, que colectivos compostelanos de Homosexuales exigían a la fiscalía la suspensión cautelar de la actuación de Sizzla, el cantante jamaicano que inició su polémica carrera con provocadores shows homófobos.
Y en aquella ocasión fue el propio grupo municipal Popular, cuya cabeza era precisamente Gerardo Conde Roa, el que solicitó al Pleno, que presidía el anterior alcalde del PSOE, que se rechazase e incluso se suspendiese la actuación del artista que se despachaba de esta guisa en una de sus letras:
«Voy y disparo a maricas con pistola; sodomitas y maricas, muerte para ellos».
Por cierto: la solicitud no fue aprobada por la mayoría progresista del Ayuntamiento de Compostela. A Gerardo Conde Roa le produce el mismo rechazo Leo Bassi que el homófobo Sizzla. Pero le han perdido las formas a la hora de ponerle el veto al cómico italiano.
