La vivienda de Teo, de 400 m2 y ubicada en una parcela de 10.000 metros, fue puesta a la venta por un millón de euros
Rosario Porto, la madre de Asunta Basterra, habría caído en una trampa que los agentes de Policía que investigan el caso habrían preparado para demostrar su participación en la muerte de su hija, cuyo cadáver apareció la semana pasada en una pista forestal en Teo.
Según ha revelado este 30 de septiembre de 2013 ‘El programa de Ana Rosa’ en Telecinco, durante el primer registro, en el que la madre no estaba presente, los investigadores encontraron una bobina de cuerda naranja con la que supuestamente habría sido maniatada la menor.
Sin embargo, en lugar de llevársela como prueba decidieron dejarla en el baño, el lugar en el que había sido localizada.
Durante el segundo registro, Rosario Porto solicitó ir al aseo y poco después fue pillada por los investigadores manipulando la cuerda.
LA CASA EN VENTA
Una semana después de la muerte de la pequeña Asunta Basterra, ‘El programa de Ana Rosa’ ha ofrecido en exclusiva las imágenes del interior de la vivienda de Teo, donde la policía cree que Rosario Porto dio muerte a su hija.
Según ha podido saber ‘AR’ la vivienda, de 400 m2 y ubicada en una parcela de 10.000 metros, fue puesta a la venta por un millón de euros meses después del padre de Rosario Porto, sin embargo, el precio tuvo que ser bajado en dos ocasiones, primero a 990.000 euros y luego a 900.000.
Semana clave
Esta semana se conocerán los resultados del análisis toxicolóxico que se le practicó a la niña y que permitirán aclarar si, como apuntan todas las hipótesis, Asunta fue sedada antes de que la asfixiaran.
Se barajan muchas posibilidades acerca del fármaco que le pudo ser suministrado.
Durante los últimos días, quizá uno de los asuntos sobre los que más se ha especulado sea sobre la sustancia que la niña pudo haber ingerido.
Por una parte, se sabía que Asunta era alérgica y que tomaba antihistamínicos, que al parecer le provocaron un agudo estado de somnolencia en una de las últimas clases de música a las que asistió.
A su vez, dos hipótesis surcan todas las noticias publicadas sobre este caso. La primera, que la madre, Rosario Porto, se medicaba contra el lupus y que tomaba psicofármacos para aliviar su ansiedad.
La segunda, que fue el padre, Alfonso Basterra, quien compró el medicamento, quizá diazepam, con el que se adormeció a la niña.
Esta semana, los resultados que haga públicos el laboratorio permitirán aclarar si el episodio de la clase de música o las dolencias psiquiátricas de la madre tienen relación directa con el crimen.
Además, podría cambiar los cargos que se les imputan a los padres, que pasarían de supuestos homicidas a supuestos asesinos.
Todo apunta a que el juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín, citará de nuevo a declarar a los hasta ahora únicos imputados por la muerte de Asunta, sus padres, en prisión preventiva. P
orto y Basterra ya declararon ante el juez Taín el pasado viernes: ofrecieron la misma versión de los hechos y se declararon inocentes. Está por ver si en esa hipotética segunda