Fuentes de la dirección del PP sostienen que el día a día de un gobierno tricolor podría ser un infierno
Como cuenta Domingo Sampedros en ‘La Voz de Galicia‘ este 11 de junio de 2014,el plan B para el Concello de Santiago tenía un nombre: Agustín Hernández.
Minutos antes de que el alcalde compostelano, Ángel Currás, compareciera el lunes ante los medios informativos para dar a conocer su nuevo equipo de Gobierno, el presidente de la Xunta y líder del PPdeG desactivó la operación, pidiéndole a su conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas que reemplazara en la alcaldía al actual regidor, lastrado por su imputación en la operación Pokémon y la condena por prevaricación de siete de sus concejales.
El propio Hernández admitió ayer a primera hora de la tarde que no habían pasado siquiera 24 horas desde que Feijoo le comunicara formalmente su plan, que casi era el único que permitía esquivar un escenario todavía peor para los populares, como sería la constitución de una gestora municipal.
La elección de una comisión gestora para asumir las riendas del Concello compostelano fue desechada hace días por el propio Feijoo, pues obligaría al PP a formar un Gobierno de concentración con las otras fuerzas representadas en la corporación municipal, el PSdeG y el BNG, según el número de representantes obtenidos en las elecciones del 2011.
Fue precisamente el temor a que dicha gestora se convirtiera en un nuevo foco de inestabilidad y de problemas lo que motivó que Feijoo le diera un portazo.
De hecho, fuentes de la dirección del PP sostienen que el día a día de un gobierno tricolor «podría ser un infierno», no solo porque cada formación acudió a las elecciones con un programa diferenciado, sino porque el PP no tendría garantía alguna de que los miembros de esta comisión, especialmente los designados por el PSdeG y el BNG, obedecieran las indicaciones de este partido, que obtuvo la mayoría absoluta en mayo del 2011.
«Nova etapa»
En declaraciones realizadas ayer a su llegada al Parlamento, Feijoo dejó entrever que lo que buscó con su apuesta por Hernández es acabar con la inestabilidad que marcó al Gobierno municipal en estos tres años.
«Santiago necesitaba un Goberno estable», dijo, y sobre todo lo que necesitaba es «abrir unha nova etapa».
Etapa que, en su opinión, debe abarcar el último cuarto del actual mandato municipal, pero también el próximo mandato que se abrirá a partir de las elecciones de mayo del 2015, señaló Feijoo, dejando así clara su apuesta por Agustín Hernández como próximo candidato del PP en Santiago.
En la misma idea incidió el propio Hernández, al insistir en que su principal objetivo consistirá en «recuperar a normalidade que Santiago nunca debeu perder», por lo que espera estar a la altura de la tarea que se le encomendó y de lo que los vecinos de Santiago esperan de él.
El conselleiro de Medio Ambiente no anticipó nada del Gobierno que formará en Santiago cuando tome posesión como alcalde, aunque sí admitió que mantuvo contactos con varios concejales y con el alcalde Ángel Currás, sobre cuya presencia en su equipo prefirió no pronunciarse por el momento, así que sigue siendo una incógnita.
El futuro alcalde y vicesecretario general del PPdeG hizo también un acto de contrición al admitir que su partido cometió «moitísimos erros» en Santiago, pero que se intentarán subsanar en el futuro buscando «o mellor equipo» para enderezar el rumbo del Concello.
Por lo de pronto, ayer contactó por teléfono con los tres grupos municipales y con un representante de los trabajadores del Concello para trasladar su voluntad de diálogo y coordinación en esta nueva etapa. A los cuatro ediles del PP que siguen en la corporación les explicó que busca perfiles que acrediten competencia, trabajo, dedicación y seriedad absoluta.
Reservas de la oposición
Desde la oposición acogieron con grandes recelos la baza jugada por Feijoo para Santiago.
El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, obvió ayer aludir a Hernández y se limitó a emplazar al líder del PPdeG a que cese «o disparate que sume á capital de Galicia na que probablemente sexa a maior crise institucional que se recorda nun concello en democracia despois de Marbella».
Más contundentes se mostraron AGE y el BNG ayer en el Parlamento. El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, dijo que no se puede descartar un tercer caso de alcalde del PP en Santiago «que siga os pasos e o camiño dos dous anteriores» en el mismo mandato.
Beiras aludió a la denuncia judicial que tuvo que encarar Hernández, y que fue archivada, por certificar una obra inacabada.
Y advirtió al PP que con el nuevo cambio en la alcaldía «o único que fan é aprazar uns meses o castigo» electoral. Los ciudadanos no son «imbéciles», añadió. «Os únicos imbéciles e escuros son os que fan estas cousas», dijo en referencia a Feijoo y Hernández.
Desde el BNG, Francisco Jorquera subrayó la falta de legitimidad del futuro Gobierno compostelano, pues entiende que «non se corresponde en absoluto coa vontade expresada nas urnas». Y de toda esta situación culpó Jorquera a Feijoo, «por deixar apodrecer o problema».
