La diputada del Grupo Mixto Chelo Martínez ha avanzado que estudiará acciones legales ante el Tribunal Constitucional para pedir más dinero con el fin de incrementar la subvención finalista, destinada a los trabajadores contratados. Asimismo, reclamará la posibilidad de realizar dos preguntas por periodo al presidente de la Xunta, frente a la que tiene asignada actualmente este grupo.
Tras la incorporación de Chelo Martínez al Grupo Mixto, que se constituyó con la llegada de Carmen Iglesias al Parlamento –cuando hubo que sustituir a David Fernández Calviño (militante de Anova que concurrió con AGE) y fue expulsado de Esquerda Unida por no dejar su acta–, la Mesa ha propuesto que las percepciones para este grupo aumenten en unos 2.400 euros.
Esto significa 1.837 euros más, que se detraen del Grupo de AGE, y que corresponden con el número de diputados que tiene cada grupo; y la diferencia hasta 2.470 euros (633 euros), que es un cálculo proporcional de lo que ya cobraba actualmente el Mixto por subvención fija y finalista (la destinada a contratación).
Es decir, si hasta ahora el Grupo Mixto tenía 1.179 euros para contratar, la Mesa le propone un quinto más de lo que tenía: 235,8 euros. Y de la subvención fija por grupo, si antes tenía 1.994,36 euros al mes, ahora tendrá 398,8 más.
Sumados los incrementos parciales y la cuantía por contar con una diputada más, el Grupo Mixto pasa de disponer de 5.010 euros a disponer, mensualmente, de 7.480 euros para gastos de funcionamiento. El total significa un 50 por ciento más de lo que tenía hasta ahora.
FINALISTA
La propuesta realizada por Chelo Martínez consistía en aumentar la partida finalista para el Mixto con el fin de igualarla al resto de los grupos. El concepto de finalista se refiere al montante que el Parlamento destina a los grupos siempre y cuando se formalizan los contratos para asistencias técnicas o administrativas.
Actualmente, el Mixto percibe 1.179 euros por este concepto y el resto de grupos de la Cámara 5.898 euros, pero la diputada procedente de AGE exigía igualar las partidas bajo la premisa «a igual trabajo, igual salario» para todos los trabajadores de los grupos.
A cambio, proponía reducir otras partidas del resto de los grupos y mantener que el Grupo Mixto cobrase dos quintos de la asignación fija que tienen el resto de los grupos, con el fin de que no supusiese más gasto para el Parlamento.
Sin embargo, esta opción no ha sido respaldada y, de hecho, su antiguo portavoz de grupo, Xosé Manuel Beiras, ha apelado a sus inicios en la Cámara para advertir de que él tenía que completar de su remuneración el sueldo de la persona que tenía contratada en el año 85, ya que la asignación no cubría el salario.
De esta manera, Beiras le ha sugerido que pueden completarse los salarios de los trabajadores con la asignación fija que reciben los grupos parlamentarios sin necesidad de que sea directamente de la partida procedente del Parlamento para contratos.
Por otro lado, ha sostenido que la constitución de un grupo «no debe perjudicar los derechos de los demás» y, tras asegurar que no quería entrar en «peleas» por la cuestión económica, ha recordado que las dos escisiones dentro del grupo parlamentario a los que perjudicaron fueron a ellos. «Significaron pérdidas» para AGE, ha expuesto.
«PENOSO»
Por su parte, el portavoz parlamentario del PSdeG, José Luis Méndez Romeu, calificó de «penoso» el debate «centrado en reclamaciones de tipo económico». Aunque no lo explicitó, se refirió a la discusión entre AGE y Chelo Martínez en la reunión de portavoces.
Francisco Jorquera, por parte del BNG, ha manifestado que, en cuanto a las iniciativas, tendría que «duplicarse» las que se habían pactado cuando empezó Carmen Iglesias, mientras que apostó por que, en el ámbito económico, la «nueva realidad» se «refleje» también en la dotación, aunque no ha especificado más allá de estos «criterios generales».
«RAZONABLE»
En todo caso y preguntado por si habría que reconsiderar la dotación económica que se destina a los grupos parlamentarios, Jorquera ha defendido que «la democracia cuesta» y que, «si lo que se quiere es profundizar en la radicalidad de la democracia», hay que apostar por «ahorrar» en gastos de asesores o eventuales frente a «la institución donde está la expresión de los ciudadanos» representada.
El portavoz del Grupo Popular, Pedro Puy, ha considerado que se trata de «una cifra razonable y proporcionada» y, sobre la dotación en general, ha remarcado que el Parlamento realizó una labor de «ajuste» en relación con legislaturas anteriores y entiende que la dotación actual «permite realizar con dignidad» el trabajo.
INICIATIVAS
El enfrentamiento entre Chelo Martínez y su antiguo grupo también tiene su reflejo en el comunicado de prensa enviado por Cerna a los medios, y en el que la diputada apela a los demás portavoces de la oposición a defender su postura de tener una pregunta más al presidente de la Xunta.
«Hago un llamamiento a la ética de los portavoces de los grupos para que, si no quieren que esta Cámara siga siendo una asfixiante cámara de gas como se ha caracterizado a veces por algún portavoz, permitan el ejercicio de la oposición a esta diputada que sólo quiere trabajar en defensa del interés de la mayoría social», señala Chelo Martínez en un comunicado.
La nueva diputada del Grupo Mixto, que compareció después de la Xunta de Portavoces ante los medios de comunicación, critica que, a su juicio, le intentan «poner una mordaza» para que no intervenga, lo que «lesiona gravemente» sus derechos como parlamentaria.
Con todo, el Grupo Mixto sí verá aumentado el cupo en el resto de las iniciativas, lo que supondrá que el Grupo de AGE pierda en determinados periodos de sesiones una de las interpelaciones a las que tenía derecho y se quede con seis, las mismas que el BNG (a los que iguala ahora en número de diputados).
