Todos los informes confirman que el uso del gallego es mayoritario en Galicia, pero también que su descenso es continuo. La última encuesta del Instituto Galego de Estatística (IGE), dada a conocer el pasado diciembre, revelaba que, en 2013, solo uno de cada cuatro menores de quince años hablaba habitual o mayoritariamente gallego.
Y lo que es peor, a pesar de la escolarización obligatoria, en esa franja de edad, un 22% admitía no saber nada, o poco. Algo que contrasta con los datos globales de su conocimiento: un 57,3% lo sabe hablar mucho y un 29,6 bastante.
Explica Xosé Manuel Pereiro en ‘El País’ que en cinco años, de 2003 a 2008, los que hablaban siempre gallego pasaron de ser el 43,2% al 30,29% %, y los castellanohablantes, del 19,6% al 20,28.%. Pero en los cinco siguientes, el porcentaje de gallegohablantes ha permanecido estable, y el de castellanoparlantes se ha disparado al 26,25%.
Se ha producido un incremento de los monolingües —sobre todo en castellano— a pesar de que en la enseñanza rige un decreto, llamado de plurilingüismo, que rompió el consenso alcanzado en la etapa de Manuel Fraga, que básicamente establecía una educación al 50% entre los dos idiomas cooficiales.
El decreto, en 2010, introdujo el inglés en el reparto de materias.