Un segundo agente continúa grave tras recibir varios disparos. Seguirá en coma inducido para salvar el pulmón
La Policía ha identificado al atracador de Vigo. Se trata de Enrique Lago Fariñas, alias ‘el escayolista‘, nacido en 1962 y con antecedentes penales.
Con una intensa actividad delictiva a sus espaldas, en especial a finales de la década de los años ochenta, había pasado ya por prisión.
Tras asaltar este viernes 28 de noviembre de 2014 una sucursal bancaria en la ciudad gallega, acabó con la vida de la agente de 36 años Vanessa Lage, al descerrajarle varios tiros sin piedad alguna.
Nacida en 1976, era miembro de la Unidad de Prevención y Reacción, y este mismo miércoles había cumplido años. Vanessa y Vicente respondieron a la llamada de la emisora de radiopatrulla. Se estaba produciendo un atraco en una sucursal de Abanca en el popular barrio de El Calvario, en Vigo, según había alertado una empleada que estaba fuera de la oficina y llamó alarmada al 091 tras ver al asaltante sacar la pistola y entrar.
Su coche patrulla estaba cerca de la zona y decidieron acudir de inmediato. Eran las dos del mediodía. Una hora más tarde, Vanessa perdía la vida en una ambulancia camino del hospital y Vicente lograba aferrarse a la suya en un quirófano del Xeral Cíes. El atraco se había convertido en un tiroteo fatal.
Un coche del Grupo de Atención Ciudadana (GAC) había llegado poco después de las dos y, cumpliendo el protocolo de actuación, se estacionó a unos ochenta metros de la sucursal, en el número 47 de la calle Doctor Carracido. Vanessa Lage y Vicente Alló, pertenecientes a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), pararon su vehículo frente a la sucursal para una primera visual de reconocimiento. Por la emisora ya se les había alertado de que el asaltante iba armado.
Apenas abrieron la puerta y el asaltante, un hombre de unos cincuenta años con el rostro cubierto que usaba a un rehén como escudo, respondía con balas a su demanda de que tirara su pistola.
A Vanessa no le dio tiempo siquiera a desenfundar su arma reglamentaria. Mucho menos a colocarse el chaleco antibalas. Desde la misma puerta de la oficina bancaria, el asaltante le descerrajó varios disparos casi a bocajarro sin posibilidad de defenderse, uno de ellos en el corazón, y cayó al asfalto.
Vicente, con el coche como parapeto, sí habría podido responder al atracador, pero también resultó herido por el impacto de varios disparos en el tórax. El tiroteo dejó cerca de cuarenta casquillos en la calle.
Los agentes del GAC se apresuraron rápidamente hasta el lugar y aprovecharon su ubicación para disparar al criminal desde el flanco. Cayó abatido, aunque balística debe determinar qué agentes lo hicieron.
La rehén resultó herida en el intercambio de disparos y recibió un balazo en el brazo izquierdo, por el que fue intervenida a última hora de la tarde en el hospital vigués de Povisa, sin que su estado revistiese gravedad.
Los equipos de emergencias llegaron casi de inmediato, alertados por las llamadas de los testigos al 112.
Atendieron de urgencia a Vanessa y se dispusieron a trasladarla al hospital Xeral Cíes para intentar salvarle la vida. Fue en vano. Los sanitarios de emergencias certificaban su fallecimiento en la ambulancia.
Vicente, herido muy grave, conseguía llegar a este centro hospitalario, y tras temerse por su vida, superaba el trance fatal tras una intervención quirúrgica.
A última hora de la tarde se le consideraba fuera de peligro, aunque con un pulmón afectado por una de las balas. Estará en coma inducido tres días para intentar salvarle el órgano antes de volver a intervenirle, según los médicos.
Testigos escondidos
Un testigo ha afirmado que oyó gritar «alto ahí», tras lo que escuchó dos disparos, que habría realizado el atracador. Instantes después, volvió a oír «ocho o nueve disparos más».
Cuando terminó el tiroteo, salió del garaje donde se refugió y encontró a una agente «tirada en el suelo echando sangre por la boca» y a otro agente intentando auxiliarla, ha explicado. Igualmente, ha indicado que a pocos metros localizó también a otro chico, el presunto atracador, tendido en el suelo.
Pistola: 9 mm Parabellum
Según ha informado el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, la pistola era una 9 mm Parabellum y el atracador llevaba encima dos cargadores más, además del propio del arma que vacío sobre al tirotear a los agentes.
Su identidad no se ha aclarado por ahora, pero se buscan posibles antecedentes de la pistola usada por si hubiera participado en otros atracos. También se analiza si los dos agentes pudieron llegar a defenderse.
Luto oficial en Vigo
Tras el trágico suceso, el Ayuntamiento de Vigo ha decretado día de luto oficial en la ciudad. De esta forma, se suspenden todos los actos municipales previstos para este viernes.