25° aniversario del asesinato del beatle rebelde

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La leyenda de John Lennon genera 19 millones al año

Periodista Digital, Jueves, 8 de diciembre 2005
John Lennon quería ser más grande que Elvis, aunque hoy, justo 25 años después de su asesinato el 8 de diciembre de 1980, es difícil evaluar si lo ha logrado. Presley sigue siendo el rey en el terreno comercial, pero el mensaje, la actitud y la imagen de Lennon parecen más universales, más profundas, más aceptadas.

 Cuenta Nacho Para en El Periódico de Catalunya que el año pasado, Elvis generó 38 millones de euros, según la revista Forbes, mientras Lennon, que alcanza la tercera posición en la lista de los muertos más rentables, ingresó casi 19 millones de euros. Más que una estrella del espectáculo, Lennon es ante el mundo un icono de la paz, y su Imagine, la banda sonora de las buenas intenciones en casi cualquier rincón del planeta.

Aunque las ventas de sus discos no sean espectaculares (219.000 unidades en 2004, la mitad que el otro beatle desaparecido, George Harrison), los fans acaban de elegir a Lennon como el mayor icono del rock de todos los tiempos en una gran encuesta realizada por la prestigiosa revista musical británica Q.

En otra votación, Lennon aparece como el séptimo personaje más importante de la historia de Gran Bretaña, por delante de Nelson, Newton y Shakespeare. ¿Una exageración? Puede ser. La mitología depara curiosos resultados, como que Qué noche la de aquel día figure entre las mejores 100 películas de la historia del cine, según la revista Time. En la era de la mercadotecnia, la imagen de Lennon es más potente que su propia persona.

LA HABITACIÓN BLANCA
Si algo representa la imagen con la que Lennon se ha dado a conocer a la generación iPod, es el famoso vídeo de Imagine con el piano blanco y la habitación blanca. Da igual que Capitol Radio acabe de airear una vieja entrevista inédita en la cual Lennon asegura que Imagine no es su mejor trabajo.

 Da igual que la mayoría de los músicos influenciados por Lennon citen canciones de los Beatles -- Tomorrow never knows, A day in the life-- y discos de los Beatles --Revolver, Rubber Soul-- como sus obras maestras. Yoko Ono, la viuda, ha hecho una bandera de Imagine, reduciendo así las aristas del mito para hacerlo más universal.
Actualizar y dignificar el mito, un proceso que a veces colisiona con los imperativos comerciales, es la gran preocupación de Yoko, quien, como reflejaba recientemente la prensa británica, "está más preocupada ahora por la obra de John que cuando estaba vivo". No en vano maneja un patrimonio valorado en más de 1.000 millones de euros.

Lennon es sinónimo de rock, pero el hecho de haber sido asesinado joven --los cinco tiros fatídicos que le propinó Mark David Chapman--, creó inmediatamente el mito colectivo del pacifista abatido por la misma violencia que combatió. Así, sin matices, resulta una imagen equívoca, pero funciona. Paul McCartney escribió When I'm 64 (Cuando cumpla 64) y ya tiene esa edad. John estaba escribiendo Life begins at 40 (La vida empieza a los 40) cuando lo mataron.

McCartney también aspira a ser venerado por la humanidad. Pero la ventaja que le ha tomado Lennon parece insalvable. Un cuarto de siglo de antologías, reediciones, documentales, exposiciones, subastas, éxtasis pacifistas y hasta un musical en Broadway han transformado a la estrella recluida que era Lennon en sus últimos años en una especie de Dalai Lama del rock.

A Pete Nash, presidente del club de fans de los Beatles en Gran Bretaña, no le gusta demasiado ese nuevo Lennon, pero se muestra condescendiente: "No me gusta que sólo se identifique a John con Imagine y la habitación blanca. Para mí, Lennon era un rockero, es lo mejor que hizo. Pero intento comprender a Yoko. Ella lo amaba y lo vio morir delante de sus ojos. Así que quizá ella sí lo recuerde como a un santo".

En el empeño de santificar a Lennon como ente autónomo al margen de los Beatles se enmarca el acuerdo firmado por Yoko para vender on line las canciones de John. "Él siempre apoyó las nuevas tecnologías. Es maravilloso que sus canciones estén disponibles para una nueva generación", ha justificado Yoko, que a sus 72 años sigue empeñada en encontrar nuevos mercados.

Todas las tiendas on line podrán vender el catálogo de Lennon en solitario menos una, iTunes, la más popular. Hasta la fecha, ni el catálogo de los Beatles ni el de McCartney y Harrison en solitario, están legalmente en la red. La gran jugada en el futuro será la revisión digital de toda la discografía de los Beatles. Para venderla en la red o abrillantar los viejos discos compactos.

Resulta extraño, teniendo en cuenta que los Beatles es el grupo más buscado en Internet --John (44%), Paul (40%), George (15%) y Ringo (1%)--, tanto problema para comercializar la música más rentable del mundo. En el 2004, los Beatles colocaban sólo en EEUU dos millones de unidades de su fondo de catálogo y el recopilatorio 1 supera los 12 millones de unidades.

 Un extraordinario poder comercial que desde la muerte de Brian Epstein, en 1967, anda siempre en un laberinto legal. iTunes, perteneciente a Apple Computer, ha sido excluida de la operación Lennon por el enfrentamiento que mantiene en los tribunales con la compañía de los Beatles, Apple Corps, que reclama compensaciones por el uso del nombre.

Lennon y los Beatles seducen a un enorme mercado --"soñadores de ayer, pragmáticos de hoy", dicen los publicitarios-- al que resulta más fácil vender cosas envueltas en melodías identificables. A los 25 años de su muerte, Lennon se ha convertido en el producto que quizá nunca quiso ser. Su mito está más vivo que nunca, pero el sueño de los 60 terminó hace tiempo. Y Yoko lo sabe.