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La lengua de Lorena

PD, Domingo, 15 de mayo 2005

"Lorena Berdún ha estado bien durante todo este tiempo, porque nos ha demostrado que podíamos instruirnos acerca de los arcanos del beso negro sin que pasase nada, sin que se resquebrajasen los muros de las catedrales ni se hundiese la católica España. No se sabe de que la Santina, la Moreneta ni ninguna otra Virgen de España haya roto a llorar lágrimas de sangre, ni la del Rocío ni la de Regla siquiera".

Escribe Víctor M. Amela en La Vanguardia que España sigue bien, pese a las felaciones, cunilingus y funambulismos sexuales expuestos alegremente en Dos rombos (TVE1, jueves noche). Demostrado esto, conluye Amela que Lorena Berdún ya le cansa.

Y explica: "Su consultorio cada día me recuerda más al libro gordo de Petete: como en una clase de párvulos, la señu Lorena tiene respuesta rápida para todo con prosodia de metralleta asfixiada, pues casi no le da tiempo a tomar aire -que angustia-, al tiempo que sus afilados dedos rasgan el aire como garfios. Es ya un consultorio para La 2 de madrugada o para una tele local: no tiene ya atractivo televisivo".

Añade Amela: "Pasada la novedad de la didáctica del sexo, ya no hay sorpresa ni morbo, sólo hay fatiga y redundancia. Y cuando puede haber ocasión de alguna escena de cierto interés, Lorena me defrauda: el pasado jueves, a petición de una telespectadora interesada, Lorena detallaba a la chica cómo debía actuar para colocar en el pene de su chico el preservativo con la boca, mediante un virtuoso juego de labios y lengua. Usando para tal demostración un pene de plástico, Lorena le calzó el preservativo... con los dedos".

Y concluye: "Mujer, Lorena, si se trata de ser pedagógica, hay que serlo hasta el final: deberías haber vestido ese pene con tu boca, para que la chica entendiese de verdad. Puedes replicarme que en ese caso no hubieses tenido la lengua libre para hablar, pero convendrás conmigo en que hay ocasiones en que una imagen vale más que mil palabras, y ésta es una, Lorena. Usaste la lengua, pero mal. Y ya no te pido que para una docencia más eficaz utilices el pene de tu colega Josep Tomàs, que ya se entrega mucho".

Leído lo anterior, que es obra del maestro Víctor M. Amela, les adjuntamos fragmentos de algunas d elas entrevistas concendidas por la sexóloga, que tanto éxito tiene en televisión.

1- ¿Es mujer de fácil desabrochado?
No. No soy muy pudorosa, pero nunca me habían propuesto una cosa así. Es muy sorprendente: nunca me había visto desnuda en una fotografía. Bueno, semidesnuda.
2- ¿Alguna vez se ha encontrado desnuda y ridícula?
Creo que ninguna. La vergüencilla de cuando empiezas a salir con alguien nuevo, pero ridícula nunca.
3- ¿Se ve sexy?
No especialmente. Cuando uno convive consigo mismo e intenta hacerse amigo de su cuerpo... Yo me miro al espejo y me veo normal.
4- ¿Le costó mucho entablar esa amistad?
Cuando era jovencita sí. Me desarrollé muy rápido y para una niña joven tener mucho pecho es duro. Luego he ido superando todas esas cosas y ahora estoy contenta.
5- ¿Con qué parte lo está más?
Las manos (me expreso mucho con ellas) y los pies. Me encanta estar descalza, que me los masajeen...
6- ¿Y con la que menos?
No sé. Esta zona de las chicas del culo y las caderas, donde de repente te sale un michelín.
7- Ser una experta sexual ¿presiona?
Yo no le doy importancia, pero sí se nota en los demás. Y a veces en mí: tienes que hacer las cosas muy, muy bien, porque parece que estás sujeta a examen. Pero el día a día, el conocerte, lo convierte todo en algo mucho más normal. Al menos es lo que ha sucedido con las dos parejas más estables que he tenido desde que empecé a trabajar en esto.
8- ¿Liga mucho?
Menos ahora. Precisamente por ser una cara conocida. Pero tampoco soy yo una persona de mucho ligar.
9- ¿Cuáles son sus armas?
La palabra. Vamos, los aburro (risas). Luego mi gestualidad, una mirada de reojo... y a ver qué pasa.
10- ¿Qué le excita?
El olor de la pareja, el piel con piel. Oler el cuello del chico, por ejemplo. No me refiero a la colonia, sino al olor del cuerpo después de una ducha. También esa mirada profunda en un momento íntimo que te dice muchas cosas.
11- ¿Y qué le deja fría?
Una persona insegura. Al que se le nota que está nervioso, que no sabe qué hacer. ¡Es que me da la risa! Y un rapidillo, eso de aquí te pillo, aquí te mato; que te empiezo a besar y enseguida te pongo la mano en el pecho y quiero que sea ya.
12- Se pone insoportable cuando...
No duermo. Y también cuando tengo hambre y no puedo comer. Mis necesidades básicas tienen que estar cubiertas. Puedo aguantar sin hacer pis, pero desde luego no sin comer.
13- ¿Es de buen comer?
De muy buen comer, en las fotos se ve (risas). Tengo buen saque: primero, segundo y postre. Luego me sacrifico: cada cinco minutos estoy a dieta.