‘Delirios de persecución’ de Alicia Huerta García

Una interesante 'opera prima'

'Delirios de persecución' de Alicia Huerta García
Delirios de Persecución

Mil veces proclamaremos el fin de la novela y mil veces resucitará. Nunca estará colmado nuestro conocimiento sobre la gente y siempre habrá necesidad de leer historias. Después de años sin leer ficción, un deseo de pulsar por dónde discurren las cosas me ha llevado a leer consecutivamente tres novelas recientes: un éxito ‘culto’ internacional -la última del consagrado Houllebecq-, un éxito ‘popular’ nacional -el premio Planeta de Eduardo Mendoza- y un sorprendente debut en el género, ‘Delirios de persecución’, de Alicia Huerta García. Si tras esos descomunales dos primeros platos he podido abordarel postre, quiere decir que merece la pena.

Esta primera novela es en realidad la segunda de la autora y quizás deba a ello su rara madurez en una principiante. Bien escrita, bien montada, con argumento interesante y trama cuidada, no sólo destacaría entre la avalancha de aspirantes que nos abruma todos los días, sino incluso entre los muchos novelistas que ya tienen un sitio.

No se fíen del número de páginas, pues su apretada tipografía daría lugar al doble en las ediciones convencionales. Es una novela larga. Pero no es una novela alargada en tramos accesorios y en vericuetos accidentales. Está escrita con una concisión sin excesos literarios; va descubriendo los personajes sin descripciones evidentes; va desarrollando una trama casi inmóvil sin necesidad de impactos artificiales. Es de esas novelas en las que no pasa casi nada durante su primera mitad, porque pasan demasiadas cosas en sus potentes personajes.

Novela psicológica que demuestra profundo conocimiento de esos trastornos psíquicos poco conocidos pero ciertamente reales que la dan título. Pero novela sorprendente que con mecanismo ingenioso se transforma sin que el lector lo detecte en un ‘thriller’, en una trama de suspense al gusto del gran público, en la que nada es como parecía antes. Este buen hacer de escritora de oficio, si bien será agradecido por los lectores, lastra excesivamente su potencial capacidad de encontrar camino propio. Es decir, que siendo lícito y hábil, y demostrando dotes, la adopción final de una fómula tan practicada de entretenimiento impide que Huerta vaya al fondo de su inventiva y nos presente algo más personal sin recurrir a la horma detectivesca. Es decir, es mejor que las etiquetas las pongan los otros, y no que el creador parta de ellas. Así, un torrente original desemboca en un río domeñado. Ya hay demasiados relatos de policías y ladrones.

Alicia Huerta García, una abogada que lo cambió todo por el periodismo y la literatura, tiene un mérito añadido; ha optado valientemente por la autoedición, probablemente el único camino hoy día de romper las barreras que impiden la llegada de nueva savia no prefabricada a este campo literario. Y su audacia le ha premiado con un abundante surtido de parabienes, -que es en realidad lo que todos los que escribimos, buscamos-, y de no pocos lectores reconocidos entre los que me hallo.

‘Lo más complejo fue tejer la historia a base de miradas al pasado, sin que ello distrajera a la hora de seguir la trama de intriga que se desarrolla en el presente, dice. También la fase de documentación fue larga, pero, sobre todo, la complejidad principal radicaba en “padecer” los sentimientos y los delirios de los personajes, algunos muy duros, para que resultaran plenamente creíbles’. Es éste sin duda su mayor acierto.

‘La historia que cuento la escribí en siete o nueve meses, pero tardé dos años en corregirla. Ahora, la releo y volvería a invertir otros dos más porque siempre aprendo algo nuevo que quiero poner en práctica’. Y añade: ‘Hay ya otra novela terminada. En realidad, la escribí antes de ‘Delirios de persecución’ y espero que también encuentre pronto su camino para darse a conocer. Ahora estoy trabajando en una tercera y, voy bastante avanzada, aunque quedan muchas cosas por contar para darla por terminada’.

Nadie mejor que la misma autora para hacernos la sipnosis de la novela: ¿Cómo es de delgada la línea que separa la excentricidad de la locura? Claudia es la protagonista de una novela en la que sólo aparece en los recuerdos de su marido Marcos, un hombre desolado, que para salvaguardar su vida, se ve empujado a dejar la seguridad de su rutina. Su mujer e hijo ya no están y él trata de superar la dolorosa pérdida, al mismo tiempo que se ve envuelto de lleno en una compleja trama de obras de arte robadas en los museos de países en guerra, como Irak, y de galerías de arte en las que todo vale para conseguir la codiciada pieza por la que un coleccionista estaría dispuesto a pagar cualquier precio. La intriga, los robos y los asesinatos se entrecruzan con la que es una de las enfermedades mentales más difíciles de diagnosticar. La manía persecutoria que padece Claudia es el núcleo del que parten todos los caminos de una historia que tiene su origen en el presente, un viaje de Marcos a Santander, pero que nos lleva continuamente al pasado, a través del recuerdo de lo que era su vida en Madrid.

Delirios de persecución
Alicia Huerta García
Edición Personal
ISBN: 978-8499460642
Nº Páginas: 252
Fecha Publicación: Diciembre 2010.

 

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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