Una obra para no perdérsela. Y con un final impresionante.
Con un título extraño, gramaticalmente discutible, y un original formato de tres historias cortas que se desarrollan sucesivamente en un mismo escenario, ‘Cosas que hoy decíamos’ (del título de una canción de The Beatles, ‘Things We Said Today’) es una extraordinaria pieza sobre la vida en nuestros días, sobre nefastos desencuentros entre personas corrientes, sobre gentes que no escuchan y sólo oyen su prefabricada verdad, sobre parejas que se deshacen, sobre interferencias nefastas en amores frágiles; una descripción brillante y una reflexión inteligente sobre la gente, sobre nosotros mismos y los que nos rodean. Un montaje perfecto, una escenografía preciosa, una interpretación magnífica y -bajando el tono calificativo- una duración apropiada, lo más difícil en estos tiempos de tostones interminables, de obras estropeadas por prolongarse en demasía.
El dramaturgo norteamericano Neil LaBute dio en julio de 2010 un curso de dirección en la Sala Beckett de Barcelona (una encomiable fundación privada consagrada a la creación y experimentación teatral, y a la promoción de la dramaturgia contemporánea), para el que escribió un texto breve -Aventura (Romance)- como herramienta de trabajo. La actriz Cristina Genebat le propuso la traducción de este texto y otras dos piezas suyas inéditas (Las furias y Tobogán). Y las tres juntas se han convertido en este ‘Cosas que hoy decíamos’, ‘un espectáculo para siete actores con tono de tragicomedia contemporánea y decididamente urbana’ como acertadamente la define Julio Manrique, responsable de su puesta en escena.
A juzgar por estos textos, LaBute -que está a punto de cumplir cincuenta años- es un perspicaz observador de la realidad y aunque le promocionen como ‘juez implacable del lado más oscuro de la naturaleza humana y de la sociedad norteamericana’, parece más bien un equilibrado autor adulto y sin prejuicios. Un equivalente a nuestro Alfredo Sanzol, que es probable que esta misma noche obtenga el Premio Max al mejor autor teatral del año. Más trascendente LaBute, menos humorístico. Más profundo que Sanzol pero quizás menos imaginativo.
Todo ocurre en un espacio público de cualquier metrópolis global, un restaurante sucesivamente japonés, mexicano y neutro. Una escenografía de elegancia sin par y dosificados recursos atrae desde el primer momento. Detalles sutiles sitúan con precisión lugar y tiempo. Ocasionales personajes secundarios se cruzan en la trama aportando densidad y verismo. Iluminación, sonido y vestuario trabajan al unísino en estas postales refinadas de la vida nocturna quer parecen inspiradas en ese celebérrimo cuadro de Edward Hopper -‘Nighthawks (1942)-, auqel bar con amplio escaparate en un chaflán de la ciudad nocturna.
En Aventura (Romance) dos gays que hace tiempo mantuvieron una relación de pareja se reencuentran. En Las Furias (The Furies) una chica queda con su novio para poner fin a la relación de pareja porque ha sabido que padece una enfermedad terminal y le queda poco tiempo de vida. En Tobogán (Helter Skelter) un matrimonio estable, a la espera de otro hijo, ve trastocadas sus vacaciones porque ella descubre que él la es infiel con su hermana desde hace años. Pero eso es sólo el esqueleto de la trama, un esqueleto sobre el que se superponen restallantes diálogos, surgen emotivos entresijos ocultos, se despliegan los infinitos matices de las relaciones humanas, se conforman personajes que no son buenos ni malos sino todo lo contrario. Personas como nosotros, que han alcanzado un importante grado de incomunicación aparentando todo lo contrario.
Estamos hablando de una pieza casi redonda a partir de tres componentes sueltos, lo que hace el resultado final más meritorio, y coloca a Gebenat y Manrique junto al autor en el podio triple de esta creación que sabe a auténtica, que huele a sincera, que se presenta simple y humilde, lo cual no es poco en el teatro. Un montaje en el que lo verdaderamente deslumbrante son los detalles secundarios, la gente que cruza la calle bajo la lluvia, los comensales de la mesa de al lado que escuchan disimulando, el camarero que coloca los manteles, y sobre todo, la hermana de Jimmy, un personaje de antología.
Únicamente hay dos largos monólogos -el de Jamie en la segunda pieza y el de la esposa traicionada en la tercera- que suenan a vacuo. El resto -escenas, gestos, movimientos, diálogos- es un mecanismo de precisión, una exhibición de dotes teatrales, un… ¡Un espectáculo!. Ya ven lo que pueden dar de sí tres discusiones de pareja cuando caen en manos de tan buenos profesionales. Una obra para no perdérsela. Y con un final impresionante.
‘Things we said today’ – The Beatles
VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto original: 8
Versión: 8
Dirección: 8
Interpretación: 8
Escenografía: 8
Producción: 8
Teatro de la Abadía – Sala José Luis Alonso
Cosas que hoy decíamos
de Neil LaBute
Dirección: Julio Manrique
Del 25 de abril al 13 de mayo de 2012
Duración aproximada: 1 h. y 15 min.
Reparto
Mireia Aixalà
Cristina Genebat
Oriol Guinart
Norbert Martínez
Xavier Ricart
Andrew Tarbet
Ernest Villegas
Ficha artística
Traducción Cristina Genebat
Dramaturgia y dirección Julio Manrique
Escenografía Lluc Castells
Iluminación Jaume Ventura
Sonido Daniel Aznar
Vestuario María Amengol y Clara Peluffo
Ayudante de dirección Norbert Martínez
Producción: Sala Beckett y Grec 2010 Festival de Barcelona
Información útil y taquilla