Joyas de diseño y trajes de alta costura aspiran a ser tan arte como lienzos de Picasso o Bacon
Cientos de las mejores joyas creadas por la firma Cartier a lo largo de siglo y medio le esperan en el Museo Thyssen-Bornemisza. Un centenar entre los más rutilantes modelos de alta costura y prèt-a-porter creados por el famoso modisto Jean Paul Gaultier le recibirán con los brazos abiertos en la Fundación Mapfre. Entre ambas citas, la diosa Cibeles. Sólo las separan unos cientos de metros gloriosos por el Paseo de Recoletos y el Paseo del Prado. Es la ruta del lujo más lujoso que los tiempos vieron. Una forma de contentarse y entretenerse en tiempos de crisis.
En ‘El Arte de Cartier’ se nos presenta la más completa selección hasta el momento de la colección histórica de la mítica firma francesa de joyería Cartier podrán verse en el Museo Thyssen-Bornemisza a partir de octubre de 2012, una buena parte de las mejores piezas que la propia casa Cartier ha ido recomprando a lo largo de los años, para mostrar toda su producción y los diversos estilos artísticos por los que sus orfebres han campado: desde las grandes tiaras y el estilo guirnalda de principios de siglo, a las piezas Modern Style, las obras de inspiración china, egipcia o hindú, sus famosas piezas Tutti Frutti, la joyería en oro de los años 1930 y 1940, o los exclusivos encargos para las damas más admiradas, de Grace Kelly a Elizabeth Taylor, pasando por Coco Chanel y María Félix. Afirman los entusiastas que es la mejor colección de joyería del mundo. Nadie se atreve a ponerla un precio ¿Vale más que la Colección Permanente del Museo? Silencio y alguna risa nerviosa.
En la exposición ‘Jean Paul Gaultier. Universo de la moda: de la calle a las estrellas’, (ver una completa visita virtual) más una instalación apabullante que una normal retrospectiva, 110 modelos de alta costura y prèt-a-porter, más de 50 bocetos, piezas audiovisuales, extractos de desfiles y primeros diseños y fotografías, dan testimonio de las arriesgadas e innovadoras piruetas de este ‘enfant terrible’ que ya es casi un patriarca. que han marcado la trayectoria de Gaultier. Una muestra que viene de Montreal, Dallas y San Francisco, y se va a continuación a Rotterdam y Estocolmo. La inauguró en olor de multitud el pasado día 5 el mismo Jean Paul Gaultier, junto a Thierry-Maxime Loriot, Comisario de la misma y Director de Proyectos de Diseño y Moda en el Musée des Beaux-Arts de Montréal.
Para presentar las joyas de la corona Cartier, esta misma mañana la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza, y Bernard Fornás, Presidente de Cartier International, han hecho frente a la mayor concentración de cámaras y féminas periodistas que el museo haya visto en la presentación de sus exposiciones desde que se inauguró hace veinte años. En parte sin duda debido a la presencia de una luminaria de la prensa del corazón, Carlota Casiraghi, nieta de Grace Kelly, que ha venido a acompañar a las joyas de su abuela, prestadas gentilmente para el gran evento: el anillo de compromiso, con un diamante de un tamaño excepcional, 10,48 quilates, y las joyas de su ajuar de boda, a saber collar de diamantes, brazalete y conjunto de tres broches de clip de platino, diamantes y rubíes que se transforman en diadema, un encargo que su abuelo Rainiero solicitó a Cartier en aquellos dorados tiempos del Principado de Mónaco.
La excepcional pasarela a mayor gloria de Jean Paul Gaultier montada por la Fundación Mapfre en su sede del Paseo de Recoletos es la primera muestra internacional dedicada al diseñador francés y aspira a ser ‘un proyecto innovador que ilumine su figura, su obra y su influencia en el mundo’. Para demostrarlo están de cuerpo presente los dos corsés icónicos de la gira de Madonna Blond Ambition Tour, 1990, y algunos modelitos inolvidables de las películas de Almodóvar. ‘He colaborado con numerosos artistas españoles, como Pedro Almodóvar —para quien diseñé en tres ocasiones el
vestuario de actrices como Rossy de Palma, Elena Anaya y Victoria Abril— o el bailaor Joaquín Cortés, nos dijo Gaultier. España, con su cultura única, desde el flamenco hasta la «movida», ha sido siempre una fuente de inspiración para mí. He reinterpretado sus chaquetillas toreras, los abanicos y los mantones sevillanos en varias colecciones». Veran ustedes el boceto y mono nude para el personaje de Vicente/ Vera (Elena Anaya) de La piel que habito (2011) o el kimono que lucía Gael García Bernal en La mala educación.
LA CAJA FUERTE DE LA CASA CARTIER
Esta exposición, una de las más importantes organizadas hasta la fecha por el número de piezas expuestas, refleja el espíritu y la evolución artística de Cartier desde su fundación en París en 1847. El dinamismo de los hermanos Cartier y su interés por el arte de las culturas lejanas o antiguas sentaron las bases de la identidad artística de la Maison. Del estilo Guirnalda al Art Decó de los años 30, de la inspiración china al estilo Tutti Frutti, son más de 165 años de creatividad que esta retrospectiva realza en un amplio recorrido por las múltiples manifestaciones, técnicas y estilos de diseño de sus creaciones.
Para la Casa Cartier, el diseñador Jorge Varela, comisario de la exposición junto al director artístico del Museo, Guillermo Solana, y Paula Luengo, del Área de Conservación del Museo, ha concebido un recorrido a oscuras alrededor de las rutilantes vitrinas; junto a las piezas expuestas en cada sala, se proyectan en las paredes imágenes de sus bocetos y fotografías de los personajes que las lucieron gracias a un archivo histórico muy completo que la Casa Cartier conserva como oro en paño, y nunca mejor dicho. Cierto número de piezas adquiridas recientemente se presentan por primera vez al público. Entre ellas, destacan el collar de rubíes y diamantes de Elizabeth
Taylor, regalo de su tercer esposo, el productor Mike Todd, o el
broche con forma de flamenco de la Duquesa de Windsor, con su plumaje multicolor de zafiros, rubíes y esmeraldas. Entre los préstamos destacan sin duda la diadema estilo Guirnalda perteneciente a la Familia Real Española, regalo del rey Alfonso XIII a la reina Victoria Eugenia en 1920, y que la Reina Sofía utiliza en actos oficiales.
El primer tramo de la muestra se dedica a los orígenes, ‘Del aprendiz de joyero a la Rue de la Paix’. Entrado el siglo XX entre sus clientes figuran personajes como la Princesa Matilde, prima del Emperador Napoleón III, la Reina Alejandra de Inglaterra, la
Princesa rusa Olga Paley y Elisabeth, reina de Bélgica. Fue precisamente otro miembro de la realeza, el Rey Jorge VI, quien encargó a Cartier numerosas tiaras para los invitados de su coronación en 1937. El primer título de proveedor de la Casa Real de Inglaterra fue seguido del reconocimiento de las Cortes de España, Portugal, Rusia, Bélgica, Grecia, Italia y el Principado de Mónaco, entre otras. Hay una sección completa dedicada a tiaras de la realeza, a las que siguieron las diademas de la alta burguesía,
Después llegan las secciones dedicadas al Art Decó y a las influencias orientales, la de relojes, y la que pretende ser la más espectacular, ‘Fauna y flora’: el ‘gôut’ de Jeanne Toussaint, todo un mundo fantástico e imaginativo: motivos en forma de pájaros, mariquitas, mariposas, tortugas, libélulas, flores exóticas, palmeras, con los broches Pantera de la Duquesa de Windsor y Tigre de Barbara Hutton, o el collar de María Félix formado por dos cocodrilos engastados con diamantes y esmeraldas, que podía llevarse como broches o como collar, cruzando sus extremos.
LA PASARELA DE GAULTIER
El despliegue de Gaultier se divide en seis secciones. ‘La Odisea’ actúa de introducción al universo del modisto, a través de sus grandes señas de identidad: marineros, sirenas, e iconografía religiosa marcan la pauta en esta sección donde además se expone su primer diseño (de 1971), que nunca antes había sido mostrado. ‘El Tocador’ presenta la infancia de Gaultier y sus primeras influencias, marcadas por la figura de su abuela; los corsés, corpiños y las prendas tradicionalmente escondidas como símbolos de poder. Rediseña corsés, ligas y ropa interior y los propone como piezas que abandonan el secreto de la intimidad para convertirse en foco de atención. Sostenes de forma cónica y vestidos corsé se convierten en instrumentos de poder para las mujeres, al decidir sacar a la superficie prendas interiores.
‘Punk Cancán’ describe su particular fusión de estilos e influencias en principio contrapuestos: la elegancia y el clasicismo parisino en el que nace y vive, frente al origen y desarrollo del movimiento punk en Londres que descubre y con el que comulga desde sus primeros días. La boina parisina y el cuero: poder elegante y transgresor. ‘La jungla urbana’ presenta sus influencias multiétnicas en lo que él denomina la jungla urbana: los árabes del barrio de Barbes, los rabinos neoyorquinos, mujeres chinas que se convierten en bailarinas de flamenco, la iconografía rusa o los marajás de Bollywood forman una nueva estética integrada en la alta costura francesa. Para expresar estas corrientes se sirve entre otros, de diferentes usos del cuero, la piel de pitón, la piel de cocodrilo o diversos tipos de plumas de animales exóticos. Y ‘Metrópoli’, partiendo de la nueva ola (new wave) y la música house de los años setenta, explora los campos de la alta tecnología y de la ciencia ficción. Desde sus primeros diseños de joyas electrónicas y la colección High-Tech de 1979, siempre se ha encontrado a la vanguardia: el vinilo, la licra, el neopreno.
En fin, no sé si podrán digerir de una vez este excepcional despliegue de joyas y ropajes, si no caerán como yo abrumado por tal ostentación de banalidad estética, de belleza evanescente, de artificialidad sofisticada a mayor gloria de sus afortunados poseedores. Pero nuestra época tiene la gran ventaja de haber dado acceso a las masas al conocimiento y contemplación de lo que antes nunca podían vislumbrar. Ver tanto lujo puede dar ánimos. De hecho, nunca habíamos visto tantas miradas ávidas alrededor de creaciones artísticas expuestas en las muestras convencionales, nada comparable a la pitillera ‘sobre’ de Winston Churchill o la gabardina ‘trench’ de Catherine Deneuve.
Museo Thyssen‐Bornemisza
El Arte de Cartier
Del 24 de octubre 2012 al 17 de febrero 2013
Patrocinador: Telefónica
Comisario: Guillermo Solana, director Artístico del Museo Thyssen‐Bornemisza; Paula Luengo, coordinadora de Exposiciones, Museo Thyssen‐Bornemisza, y Jorge Varela, diseñador
Número de obras: 420 (aprox.)
Horario: de martes a viernes y domingos de 10 a 19 horas. Sábados de 10 a 22 horas.
Lugar: Salas Moneo (Planta ‐1)
Publicaciones: catálogo, edición en español y en inglés
Tarifas:
Exposición temporal: Entrada general: 8 €
Exposición temporal + Colección Permanente:
‐ Entrada general: 12 €
‐ Entrada reducida: 7,5 €
‐ Entrada gratuita: menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de
desempleo.
Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 902 760 511.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 6
Concepto: 7
Despliegue: 8
Comisariado: 7
Catálogo: 8
FUNDACIÓN MAPFRE
‘Jean Paul Gaultier. Universo de la moda: de la calle a las estrellas’
Del 6 de octubre de 2012 al 6 de enero de 2013
Paseo de Recoletos, 23, en Madrid.
Comisario: Thierry-Maxime Loriot.
Producción: Musée des Beaux-Arts de Montréal (MBAM) en colaboración con el Instituto de Cultura de Fundación Mapfre y La Maison Jean Paul Gaultier.
Entrada gratuita.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 6
Concepto: 7
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 8.