Un gran barítono y 27 instrumentos de cuerda

La Amsterdam Sinfonietta y Thomas Hampson protagonizaron una gran noche en el Teatro Real

Un gran barítono y 27 instrumentos de cuerda
Candida Thompson y Thomas Hampton al final del concierto

La pasada ‘Noche del Real’ se apoyó en las excelencias de la Amsterdam Sinfonietta, un gran conjunto de cuerda con 26 integrantes dirigidos por Candida Thompson, y los méritos probados del barítono norteamericano Thomas Hampson. Un concierto iniciado con el arreglo para cuerda de Schönberg de su Verklärte Nacht (Noche transfigurada, 1899) y culminado con tres bises triunfales de Hampson con canciones de Hugo Wolf, Gustav Mahler y Franz Schubert. Delicado gusto, exquisita interpretación. Un platillo de degustación que el público saboreó completo y verdadero.

En 1917 Schönberg arregló para orquesta de cuerda su sexteto Verklärte Nacht (Noche transfigurada, 1899), y volvió a retocar la partitura en 1943. La obra se inspira en el poema homónimo de Richard Dehmel (1863-1920), en el que, durante un paseo nocturno por el bosque, una mujer confi esa a su prometido que está embarazada de su anterior amante, y aquel, por amor, promete aceptar al niño como si fuera suyo.

Perteneciente a la etapa preserial de Schönberg y con fuertes reminiscencias cromáticas de Wagner y estructurales de Brahms, es hoy una de sus obras más populares y accesibles.

El estreno en Viena en 1902 no fue sin embargo tan plácido; Schönberg escribió que la obra “fue silbada y causó altercados y peleas a puñetazos”. La opinión del poeta Dehmel, presente en dicho estreno, fue muy diferente: “Intenté seguir el argumento de mi poema en su música, pero pronto me olvidé de hacerlo, pues quedé cautivado por lo que sonaba”.

Este Schömberg antes del serialismo versionado por tan potente conjunto fue para nosotros lo mejor de la velada. Si Verklärte Nacht es la primera obra maestra de Schönberg, Vier ernste Gesänge (Cuatro cantos serios) es la última de las de Brahms. Compuesta apenas un año antes de su muerte bajo la conmoción que le supuso el repentino y finalmente fatal colapso sufrido por Clara Schumann (“mi mayor bien en esta vida”), el autor utilizó para estas canciones textos de la traducción luterana de la Biblia, especialmente del Eclesiastés. Escritos para voz grave y piano, se estrenaba anoche un arreglo para barítono y orquesta de cuerda firmado por David Matthews, autor también de los arreglos de las canciones de Schubert y Wolf que cerraban el programa.

Lástima que en el escueto programa de mano no se incluyeran estos impresionantes textos bíblicos (tampoco se traducían los cuatro lieder programados), lo que sin duda hubiera ampliado el impacto sobre la audiencia. En todo caso la combinación Schonbërg-Brahms de la primera parte del concierto resultó en buena medida conmodedora más allá o precisamente por la calidad de sus intérpretes.

Brahms sacño los textos del Eclesiastés con un colofón fallido a nuestro modo de ver de la Carta a los Corintios de Paulo de Trso. El primer canto decía: ‘Lo que le sucede a los hijos de los hombres/y a los de las bestias, es un mismo suceso:/como mueren unos mueren otros, pues todos respiran;/el hombre no tiene preeminencia sobre la bestia; /todo es vanidad’ (Eclesiastés 3:19-22). El segundo añadía:

Me volví y vi las violencias que se hacen bajo el sol;
y he aquí las lágrimas de los oprimidos,
sin tener quien los consuele;
y la fuerza estaba en la mano de sus opresores,
y no había quien consolara a aquellos.
Y alabé yo a los finados,
los que ya murieron,
más que a los vivientes,
los que viven todavía.
Y tuve por más feliz que unos y otros
al que no ha sido aún,
pues no ha visto las malas obras
que se hacen bajo el sol.
(Eclesiastés 4:1-3).

Y el tercero sentenciaba:

¡Oh, muerte, que amargo es tu recuerdo
para el que vive tranquilo con sus posesiones,
para el hombre feliz,
para el hombre que prospera,
para el que tiene salud
y goza de los placeres!
¡Oh, muerte, que amargo es tu recuerdo!
¡Oh, muerte, qué dulce es tu sentencia
para el hombre derrotado y sin fuerzas,
para el hombre que tropieza y fracasa,
para el que se queja
y ha perdido la esperanza!
¡Oh, muerte, qué dulce es tu sentencia!
(Eclesiastés 41:1-2)

Para terminar el cuarto:

Y si repartiese todos mis bienes
para dar de comer a los pobres,
y si entregase mi cuerpo para ser quemado,
y no tengo amor,
de nada me sirve.
(San Pablo, 1° Carta a los Corintios 13:1-3, 12-13)

La segunda parte tuvo un brillante inicio en Dover Beach (Playa de Dover), la opus 3 de Barber escrita en 1931. Compuesta para barítono (o mezzosoprano) y cuarteto de cuerda, está inspirada en el poema del mismo nombre firmado por Matthew Arnold en 1851, un desesperanzado retrato de la miseria y la incomunicación humanas como consecuencia del abandono de la fe. El mismo Barber, que era un excelente barítono, llevó la obra al disco por primera vez acompañado del Cuarteto Curtis. En ella Hampson alcanzó grandes niveles de interpretación, muy sentidos y muy potentes.

Proseguía con la Italienische Serenade para cuarteto de cuerda de Hugo Wolf de 1887, que cinco años después arregló para orquesta de cuerda. Constituye una de las pocas obras de su catálogo que no pertenece al género del lied. Su intención al orquestarla era convertirla en el primer movimiento de una suite, pero el rápido deterioro de su salud mental y su ingreso en un sanatorio psiquiátrico en 1897 dieron al traste con el proyecto. Como en el caso de Dover Beach, el arreglo orquestal escuchado es del contrabajista Marijn van Prooijen.

El concierto desembocaba finalmente en cuatro canciones ligeras de Wolf y Schübert, alternándose dos de cada uno, la parte más vistosa para Thomas Hampson, este barítono estadounidense que es uno de los intérpretes más respetados, innovadores y aclamados del momento, destacando especialmente en el ámbito del lied y contando en su haber con más de 150 discos y numerosos premios y distinciones. Pudo confirmar ampliamente su calidad y buen gusto, tanto en estas cuatro breves piezas como en los tres bises ofrecidos ante la insistencia del público.

La Amsterdam Sinfonietta, formada por músicos de todo el mundo, fue fundada en 1988, y desde entonces ha realizado numerosas giras. Su programación incluye tanto obras clásicas del repertorio habitual como obras nuevas poco frecuentes. Participa en diversos proyectos multidisciplinares y su visita a Madrid en el marco de una gira europea será seguida por actuaciones en Oviedo y Lisboa.

Fue una velada redonda, sólo turbada al inicio del concierto por ruidos, carraspeos y algún móvil que en el trascendente inicio de la noche transfigurada supieron a rayos y truenos. El Real casi completo entró luego en estado de concentración y no lo abandonó hasta el último aplauso. Como no somos lo que se dice incondicionales de los ‘lieder’, esa forma musical típica de los países germánicos y propia del Romanticismo, agradecimos enormemente las contribuciones orquestales y vocales que completaron ese género, Schönberg, Brahms y Barber mediante.

Las Noches del Real
Una velada ecléctica
Thomas Hampson
Amsterdam Sinfonietta
Candida Thompson
Jueves, 6 de febrero 20.00 horas

Programa
Parte I Arnold Schönberg (1874-1951) Verklärte Nacht, op. 4 (Revisión de 1943) Johannes Brahms (1833-1897) Vier ernste Gesänge, op.121 (Estreno del arreglo de David Matthews) 1. Denn es gehet dem Menschen wie dem Vieh 2. Ich wandte mich und sahe an alle 3. O Tod, wie bitter bist du! 4. Wenn ich mit Menschen- und mit Engelszungen redete
Duración aproximada: 50 min.
Parte II Samuel Barber (1910-1981) Dover Beach, op. 3 (Estreno del arreglo de Marijn van Prooijen)
Hugo Wolf (1860-1903) Italienische Serenade (Arreglo de Marijn van Prooijen) Fußreise (Arreglo de David Matthews)
Franz Schubert (1797-1828) Memnon, D.541 (Arreglo de David Matthews)
Hugo Wolf Auf einer Wanderung (Arreglo de David Matthews)
Franz Schubert Geheimes, D.719 (Arreglo de David Matthews)
Hugo Wolf Der Rattenfänger (Arreglo de David Matthews)

Duración aproximada: 40 min.
Thomas Hampson, barítono Amsterdam Sinfonietta Candida Thompson, concertino y directora

Próximas ‘Noches del Real’:

Mayo 22. 20.00 horas
Christoph von Dohnányi, director
Susan Graham, mezzosoprano
Gustav Mahler Lieder eines fahrenden Gesellen
Johannes Brahms Sinfonía nº 2, op. 73
Orquesta Titular del Teatro Real

Junio 24. 20.00 horas Alejo Pérez, director
Eva Maria Westbroek, soprano
Edward Elgar Obertura Cockaigne, op. 40
Samuel Barber Knoxville: Summer of 1915, op. 24
Richard Wagner Wesendonck Lieder
Richard Strauss Tod und Verklärung, op. 24
Orquesta Titular del Teatro Real

Junio 25. 20.00 horas
Alejo Pérez, director
Plácido Domingo, tenor
Programa por determinar
Orquesta Titular del Teatro Real

Julio 18, 19, 20. 20.00 horas
Antony and The Johnsons Swanlights
Orquesta Titular del Teatro Real.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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