En los años 20 del pasado siglo, el gran templo impreso de la moda femenina comenzó a reemplazar en sus portadas las ilustraciones por fotografías artísticas de alto nivel. Se desarrolló así una línea profesional tan excelentemente pagada como escasamente considerada por la crítica. este verano, para completar su excepcional despliegue sobre Zurbarán, el Museo Thyssen-Bornemisza acoge ‘Vogue like a painting’, una muestra con sesenta y dos imágenes de inspiración pictórica procedentes de los archivos de la famosa revista de moda y realizadas por algunos de los fotógrafos más destacados de las últimas tres décadas. Fotos de moda, sí, pero qué fotos.
Las fotografías de esta muestra se han seleccionado por tener las características que tradicionalmente se atribuyen a la pintura. En algunas se utiliza el relieve escultórico y en otras la luz tiene una factura pictórica. Tenemos ejemplos del Renacimiento y el Rococó, pero quizás los mejores los hallamos entre los prerrafaelitas. Muchas de las imágenes seleccionadas nos hacen pensar en cuadros y artistas concretos: están aquí Vermeer, Hopper y Millais; Balthus, Van Eyck, Botticelli y Zurbarán; Degas, Sargent, Dalí, Hogarth, Rossetti y Magritte.
Algunas obras imitan géneros bien definidos; los retratos de grupo británicos del siglo XVIII, que son simbólicamente narrativos, o la mujer en deshabillé. Algunas ilustran de manera literal la idea central de la exposición con la presencia de la pintura en las modelos o reproduciendo texturas pictóricas como en las impresiones artesanales de Nick Knight, pero también hay referencias directas a piezas icónicas de la historia del arte como Girl with the pearl earing de Erwin Blumenfeld, versionando la famosa Joven de la perla de Vermeer, los bodegones de Grant Cornett o las instantáneas de Peter Lindbergh, inspiradas en cuadros de Paul Gauguin. El hilo común que recorre toda la muestra es, como afirma su comisaria Debra Smith, una suerte de ralentización: “una atemporalidad en la pose de las modelos; una especie de lapso mental en el que todo está muy, muy quieto”.
Vogue (palabra francesa que traducida quiere decir «Con Estilo») es la biblia de la moda. El primer número de la revista apareció el 17 de diciembre de 1892 y la revista estadounidense tiene actualmente ediciones en una veintena de países. Su editora en jefe, Anna Wintour, es considerada la persona más influyente en la moda mundial, un planeta que genera ganancias astronómicas y los gustos de cientos de millones de personas.
El Thyssen viene prestando atención creciente al mundo de la moda, tal y como se ha impuesto en los más cotizados museos del mundo. En 2010 dedicó una exposición al fotógrafo peruano Mario Testino. ‘Todo o nada’ incluía 54 fotografías de algunas de las mujeres más deseadas del mundo, y era la propuesta del Museo Tyssen para abrir la temporada. Entonces escribíamos: ‘No vamos a escandalizarnos a estas alturas porque uno de los reductos más prestigiosos del arte ‘serio’ se haya pasado con armas y bagajes a lo más sensacional, la fotografía de moda en su vertiente erótico ‘glamurosa». (ver completa nuestra reseña de entonces).
La exposición que comentamos hoy está organizada en torno a los grandes géneros pictóricos, como son el retrato, el paisaje o los interiores, de manera que la herencia pictórica de la fotografía se percibe de forma aún más evidente. El visitante podrá dejarse seducir por Irving Penn, maestro de las líneas puras y de lo exquisito; Annie Leibovitz, personaje famoso y retratista oficial de famosos (una selección de sus trabajos pudo verse hace seis veranos en la Sala Alcalá, 31 de Madrid y tuvo cien mil visitantes); Peter Lindbergh, señor del drama en blanco y negro; Paolo Roversi, retratista de lo puro; el citado Mario Testino, dueño de la luz, por reproducir las definiciones un tanto discutibles de los organizadores.
Y completar el panorama con la teatralidad de Tim Walker y la llamada de la fuerza de Mert Alas y Marcus Piggott; con Patrick Demarchelier, el verdadero clásico, siempre deseado; con Steven Klein y su visión cinematográfica de la fotografía de moda. Sin olvidar los colores y la espontaneidad de Sheila Metzner; Nick Knight y sus imágenes todopoderosas; la magia de David Sims; Deborah Turbeville, la mujer que mejor captó el alma femenina suponiendo que existas; la carga sugestiva de Camilla Akrans; el magnetismo de Glen Luchtford; Michael Thompson, fotógrafo del alma; Erwin Olaf y su mirada contemporánea; Erwin Blumenfeld, un visionario y autor de las portadas más icónicas de Vogue; Mariano Vivanco y su calidez y energía; William Klein, el fotógrafo de las emociones; Yelena Yemchuk y su visión moderna y delicada; la técnica perfecta de Cecil Beaton; Edward Steichen y su impecable equilibrio entre misterio y belleza; la delicadeza de Clifford Coffin; la visión adelantada de Horst P. Horst y David Seidner y su espíritu tradicional, tan moderno. La muestra incluye, además, dos vestidos espectaculares: el impresionante “Queen Orchid” de la diseñadora china Guo Pei, que dialoga con el retrato que Irving Penn hizo de Cate Blanchett como Isabel I de Inglaterra, y un diseño de Valentino con un despliegue casi increible de motivos florales.
Es una pena, sin embargo, que entre tanto nombre propio no figure el de un fotógrafo español que estuvo entre los mejores del género entre los años 1921 y 1940, y al que se está dedicando una exposición en estos momentos en Valladolid, «Eduardo García Benito. Portadas para Vogue y Vanity Fair». Lástima de no haber coordinado ambos eventos o al menos haber incluido una pequeña mención del uno en el otro.
La visita tiene otro atractivo impresionante con la exposición ‘Zurbarán: una nueva mirada’ (ver nuestra reseña) y un complemento interesante en la última entrega de la serie del Thyssen ‘Miradas cruzadas’, esta vez dedicada a la interrelación pintura-ciencia.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 7
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 8
Documentación a los medios: 8
Programa de mano: 8
Museo Thyssen-Bornemisza
Vogue like a painting
Del 30 de junio al 12 de octubre de 2015
Comisaria: Debra Smith
Coordinadora: Paula Luengo
Organizadores: Vogue y Museo Thyssen-Bornemisza
Con la colaboración de: Bulgari
Total expuesto, 62 fotografías y 2 vestidos
Catálogo con texto de Lucy Davies (edición español e inglés).