La Celestina de José Luis Gómez

Por fin una acertada producción del clásico castellano más representado y más maltratado en nuestro teatro

La Celestina de José Luis Gómez
Celestina - Teatro de la Comedia

Este buen señor, -que inauguró el Teatro de La Abadía en 1995 y desde entonces lo dirige, y que se sienta en la Academia de la Lengua-, confirma a sus 76 años de edad -al frente del montaje e interpretando a la protagonista- su posición destacada en el panorama teatral español. Por fin una acertada y vibrante producción del clásico castellano más representado y más maltratado en nuestro teatro. La fidelidad al maravilloso texto y a la extraordinaria trama de esta obra de Fernando de Rojas (en la que parte de sus méritos se debe sin duda al realismo colectivo que le dan las aportaciones anónimas), se une a una puesta en escena de espectaculares resultados que potencia los valores eternos de esta tragicomedia de hace cinco siglos.

Miedo nos daba, como tantas victorias cantadas de antemano, pero la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Teatro de la Abadía han unido su saber y experiencia en una producción ambiciosa que cumple con todas las expectativas. Las callejuelas de una villa castellana de tiempos de los Reyes Católicos se han convertido en un andamiaje tubular con pasarelas a tres alturas, por el que suben y bajan los personajes en su trasegar entre otros viandantes. No es una escenografía especialmente novedosa pero resulta un original y sobre todo efectivo espacio escénico. No hay más si por más no se cuenta una iluminación tenebrosa pero refulgente de azules y verdes difusos, rota por subrayados luminosos precisos; un vestuario ecléctico que mezcla con acierto cazadoras vaqueras con túnicas de seda, ropajes de hoy y de ayer amancebados; una caracterización que consigue el objetivo clave de destacar en la/el protagonista; un espacio sonoro tan misterioso y lejano como se precisa, y un inicio y final cantado y bailado que redondea 150 minutos ininterrumpidos e intensísimos que sólo sufren con el postrero lamento final de Chete Lara, que acentúa ese epílogo que a partir del suicidio de Melibea estropea el dramático final.

Hasta Robert Lépage la hizo con Nuria Espert, y el compositor Joaquín Nin-Culmell la convirtió en ópera y la estrenó póstumamente en 2008 (ver nuestra reseña). Gemma Cuervo no pudo con el personaje en 2012 (ver nuestra reseña); Charo López naufragaba en 2015 con su monólogo celestinesco Ojos de agua (ver nuestra reseña). Y como decíamos entonces, ‘de todos nuestros personajes literarios clásicos puede que La Celestina sea el que más ha subido a los escenarios, en versiones de todo tipo y condición; puede que alguna haya sido acertada, pero nosotros no hemos tenido la suerte de verla’: pues un deseo menos.

La sobresaliente dirección escénica de José Luis Gómez se completa con un acertado enfoque interpretativo del elenco actoral, sin afectaciones redundantes, excesos de expresión corporal y otros lodos congénitos del tremendismo hispano. El mayor peligro lo ofrecía Raúl Prieto, este buen actor especializado en papeles barriobajeros de lumpen, de cheli, de pasado. Pero mantiene la complejidad de Calisto sin abandonar la marca propia de vehemencia (exceso de golpes a sus criados), y alcanza momentos de palpitante intensidad estremecedora. Marta Belmonte hace la Melibea ideal y sabe transitar por el doble juego femenino de la seducción. Su escena de amor ambivalente podía haberse mejorado con un punto menos de violencia por parte de él y una pizca más de convencimiento por parte de ella, y así nos hubiera resultado más fiel al original. El otro reparo al montaje que nos atrevemos a sugerir es que comparte con el citado de Mariano de Paco de 2012, frustrarnos el apoteósico desenlace con la muerte encadenada de todos los protagonistas. Esta vez con un pelele desabrido y dos pares de botas huérfanas.

Clavados y auténticos Sempronio y Pármeno encarnados por José Luis Torrijo y Miguel Cubero, cuya sensibilidad y matices en tan peculiar personaje nos gustaría destacar especialmente. Palmira Ferrer e Inma Nieto convencen totalmente como esas golfillas Elicia y Eleúsa -adelantadas reivindicantes del amor mercenario- sin que fuera necesaria tanta exhibición de intimidades. Bien el resto, los padres y la sirvienta de esta Celestina que José Luis Gómez escancia con las justas dosis de mujer mayor sin llegar a anciana, de mujer del pueblo sin ser inculta, de mujer capaz de todo sin dejar de darse cuenta de la tragicomedia que vivimos todos. Más trágica en su caso desde luego, por eso a los más desfavorecidos por la fortuna a menudo los dioses les han dado mejores entendederas. Pero es una Celestina como la describió y quizás conoció aquel avispado bachiller converso que se llamó Fernando de Rojas, una celestina a la que quizás sólo se puede poner el reparo del acento andaluz en vez del castellano. 

Tan sobresaliente puesta en escena motiva volver a leer el relato original y el público asistente no debiera dejar de intentarlo con tan descomunal monumento de nuestra cultura. José Luis Gómez ha reflexionado muy juiciosamente en el dossier de la pieza, -aunque en el programa de mano se despache con flojillas greguerías-, y afirma que representarla ‘no es únicamente el revivir nuestro hilo de tradición dramática, sino el escuchar la evolución de nuestra lengua, revisar nuestras transiciones culturales o resarcir nuestros conflictos sociales. No se trata de un ejercicio de historiografía teatral, sino de vivir esa mágica experiencia de que un texto del pasado nos hable, mejor que nadie, del presente. Esta mágica riqueza está contenida en La Celestina’. 

La Comedia rebosaba ayer de un público alegre que parecía ir a los toros o al partido del Atleti. La mitad del aforo tenía 15-16 años y le hubiéramos preguntados a los profes de la clase si no era una experiencia demasiado fuerte para adolescentes. Celebremos la velada, y convoquemos sin la menor duda, aunque se estén agotando las localidades.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 9
Texto: 9
Adaptación: 9
Dirección: 9
Interpretación: 8
Escenografía: 8
Producción: 9

CNTC
Teatro de la Comedia (C/ Príncipe, 14)
Celestina, de Fernando de Rojas
Dirección: José Luis Gómez
Del 6 de abril al 8 de mayo de 2016 

Reparto:

Pleberio: Chete Lera
Alisa: Palmira Ferrer
Calisto: Raúl Prieto
Melibea: Marta Belmonte
Sempronio: José Luis Torrijo
Celestina: José Luis Gómez
Elicia: Inma Nieto
Pármeno: Miguel Cubero
Lucrecia: Diana Bernedo
Areúsa: Nerea Moreno

Dirección: José Luis Gómez
Adecuación para la escena: Brenda Escobedo y José Luis Gómez
Espacio escénico: Alejandro Andújar y José Luis Gómez
Vestuario: Alejandro Andújar y Carmen Mancebo
Caracterización: Lupe Montero y Sara Álvarez
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Música: Eduardo Aguirre de Cárcer
Espacio sonoro: Javier Almela
Fondos de sonido: -sobre trabajo de campo de José María Sicilia-
Fotografía: Sergio Parra
Coproducción: CNTC / Teatro de La Abadía
Gira: Logroño. Teatro Bretón  14 y 15 mayo // Zaragoza. Teatro Principal del 20 al 22 de mayo// Valladolid Teatro Calderón del 27 al 29 de mayo // Cáceres Festival de Teatro Clásico 17 y 18 de junio.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

Lo más leído