Escuchar con los ojos el arte sonoro

Una propuesta difícil, interesante y aportadora en la rutinaria temporada madrileña

Escuchar con los ojos el arte sonoro
Escuchar con los ojos - Fundación Juan March

Será quizás la más original de todas las exposiciones artísticas en Madrid de esta temporada. Asume el reto de exhibir el sonido en espacios diseñados para obras visuales, y es la primera en trazar las raíces y las trayectorias del arte sonoro nuestro país desde los años sesenta. 343 obras de 162 artistas, 15 instalaciones sonoras y 45 audios en 15 puntos de escucha. Una propuesta interesante, para discutirla en su enfoque y realización práctica, pero absolutamente imprescindible en el panorama progresivamente emprobecido y repetitivo de esta temporada.

Estamos ante un notable desafío, difícil incluso de definir todavía. Por una parte, la constatación de que más allá de la música hay un universo de ruidos, especialmente poblado en los dos últimos siglos, que la especie humana está comenzando a catalogar y a apreciar. Por otra, la demolición realizada el siglo pasado con el arte clásico, y su sustitución y desmembración en esferas y valores nunca antes vislumbrados, ha supuesto elevar el sonido a la categoría de arte que antes monopolizaban las artes visuales. De tal manera que más allá de la música y el arte convencionales ha nacido una nueva especie híbrida, aún en sus albores, el que se viene a denominar arte sonoro.

Dos expertos en el tema, en su doble faceta teórica y práctica, -José Iges y José Luis Maire- acometen la tarea, mostrar el sonido en espacios diáfanos de salas de exposición, diseñados conforme a una lógica de la mirada perpendicular, que podrían convertirse en entornos extraños o incluso agresivos desde el punto de vista de la acústica. Unos y otros devienen, por una parte, cámaras reverberantes en las que el sonido suele invadir el resto de las salas (y de las obras expuestas en ellas), convirtiendo el trayecto del visitante en un paseo por un espacio cacofónico. En el otro extremo, la construcción de espacios aislados y cámaras insonorizadas puede cambiar de manera determinante la experiencia de los visitantes de la exposición y hacer imposible cualquier relato con cierta unidad de sentido. Se necesita un cuidado equilibrio y la pregunta es si se ha logrado. Hay que responder afirmativamente aunque la afluencia de público complicará sin duda las cosas.

La exposición viene ampliamente rodada. Durante este año ha desplegado sucesivos precedentes en el Museu Fundación Juan March de Palma y en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, no como espacios expositivos aislados (como los habitualmente dedicados a muestras temporales), sino insertados en las salas permanentes de ambas insituciones dependientes de la Fundación Juan March. Con tales experiencias previas, la exposición en Madrid ha ganado una madurez imprescindible en terreno tan novedoso. El reto de «exhibir» el sonido enfatizando sus aspectos artísticos: así, y por seguir, la propuesta que se nos presenta, de la resonancia del espacio sonoro y su relación con la arquitectura trata L’Isla des Neumas de Ramón González-Arroyo (2008); del silencio y del límite de lo audible, la Música ZAJ (c. 1999) de Esther Ferrer o Sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas (2015) de José Maldonado; Luci: sin nombre y sin memoria, de Josep Manuel Berenguer (2008), tematiza la asincronía y los procesos rítmicos sonoros de la vida a partir del estudio del comportamiento bioluminiscente de las luciérnagas, mientras que de la insistencia vibratoria del sonido y su sentir en el cuerpo se ocupa *.WAV, de Mikel Arce (2004). Por su parte, Inventario (1992-1998), de José Iges y Concha Jerez tematiza la obsolescencia de la tecnología y su relación con la memoria colectiva.

Incluye también un gran número de prácticas sonoras que se presentaron alejadas del formato del concierto o plantean el soporte de grabación como medio artístico, como ocurre en las obras de José Luis Castillejo, Francisco Felipe, Eva Lootz, Llorenç Barber, Francisco López, Javier Maderuelo, Pedro G. Romero, Mikel R. Nieto u Oscar Abril Ascaso, entre otras. También muestra documentos y materiales que, temáticamente, permiten trazar un panorama desde los Encuentros de Pamplona de 1972 hasta las exposiciones colectivas celebradas en los últimos años, poniendo énfasis tanto en los distintos soportes históricos del sonido como en los trabajos que los cuestionan, sin olvidar la incorporación de obras representativas de la poesía sonora, el arte de acción, el videoarte o el arte radiofónico.

Así, podemos ver varias obras de Juan Navarro Baldeweg; El artilugio, de Manuel Calvo; Ambiente de participación táctil-sonoro, de Enrique Salamanca; Observatory / Lisa Joy W [Observatorio / Lisa Joy W], 2014-2016, de Barbara Held y Benton C. Bainbridge; Every Man and Woman is a Star [Cada hombre y cada mujer es una estrella], 2007, de Arash Moori y Esther Mañas; Diafragma dodecafónico 8.916.100.448.256, opus 14, 2010, de José María Cruz Novillo; 3DsoundPrinter_Can [Impresora de sonidos 3D_lata], 2015, de Hugo Martínez-Tormo; Sin título, 2016, de Pablo Sanz; Untitled # 346 [Sin título nº 346], 2016, (fonografía del edificio de la Fundación Juan March), de Francisco López; a excepción de las obras de Juan Navarro Baldeweg, todas ellas son instalaciones.

Si, en ciertos casos, el uso del sonido estuvo presente en la obra de algunos de los artistas de la colección de la Fundación Juan March, como Ferran García Sevilla (en el contexto del arte conceptual), en otros hubo una relación clara con la vanguardia musical experimental (como sucede con algunas obras de Martín Chirino o con los Artefactos para la paz de Manuel Millares, expuestos en una muestra compartida con el grupo ZAJ en el año 1965). Por lo demás, otros casos, como los de Eusebio Sempere o José Luis Alexanco son paradigmáticos entre aquellos artistas de las décadas de los 60 y los 70 que, sin ser «artistas sonoros», han formado parte no obstante de la historia del sonido y su relación con las artes en España. Ellos iniciaron los primeros tanteos interdisciplinares con otras propuestas experimentales y, con el tiempo, posibilitaron el hábito y la comprensión del arte sonoro en el contexto de las instituciones y colecciones de arte contemporáneo, una línea en la que cabe incluir también algunos de los trabajos de Juan Navarro Baldeweg o Enrique Salamanca. Cabe destacar la presencia de numerosos artistas de las generaciones de los ochenta y noventa (como José Luis Alexanco, Elena Asins o Eva Lootz, entre otros), cuya relación con el arte sonoro o sus antecedentes ha sido rastreada para esta muestra.

La entrada del llamado «arte sonoro» en los museos ha supuesto una novedad en espacios que se habían mantenido más o menos inalterados –en términos visuales– hasta casi los años 60 del pasado siglo. Y, al igual que en el caso de la musealización del videoarte, también el sonido y su exposición han presentado verdaderos retos para los ámbitos tradicionales. Porque cuando aquello a exponer es el sonido como tal (y no simplemente la instalación con sonido, la música interpretada o la música experimental), tanto la determinación y elección de las obras como el tratamiento de los espacios donde tienen lugar las prácticas sonoras deben fundamentarse en un concepto del sonido distinto al definido por la ciencia acústica o por la musicología.

En las tres últimas décadas, el sonido presentado, usado, evocado o articulado en el medio artístico ha ido consolidándose casi como una nueva categoría artística, aunque la plástica e incluso el arte conceptual y el videoarte han ganado más rápida y fácilmente el favor de las instituciones.

De esta exposición se publica un libro-catálogo con un lector MP3 (formato un tanto obsoleto) con 45 obras sonoras exhaustivamente referenciadas y comentadas a lo largo de los textos, junto a un amplio registro fotográfico, además de ensayos, debates sobre el  estado de la cuestión y aproximaciones al alemán  Klangkunst y al anglosajón Sound Art. La publicación también está articulada con un portal, sito en www.march.es, que pretende ser un punto de referencia vivo de la disciplina en la red, con una visita virtual a la exposición de Madrid y un proyecto de historia oral con entrevistas a los artistas y debates entre éstos, comisarios, historiadores y otros especialistas, cuyas grabaciones serán transcritas y publicadas, tanto impresas como en archivos de audio.

Acotada en un relato espacio-temporal muy concreto, -el español desde los años 60-, su enfoque ha primado lo experimental y lo puntual sobre el inmenso universo que la captación de los sonidos y su creación artificial ha abierto en las últimas décadas, compitiendo con la música tradiciomal -por más vanguardista que sea- y sobre todo dando lugar a una fusión sonidos-música-ruidos que ha revolucionado el panorama musical, y que siendo aún muy minoritaria ocupa franjas crecientes de atención en ese nuevo mundo que ha abierto Spotify y otras aplicaciones informáticas que han puesto el inmenso universo musical acumulado por nuestra humana especie a disposición de cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier momento.

Este contexto revolucionario actualizado se echa de menos en la exposición y en su catálogo, demasiado teóricos, fríos, académicos y clasificatorios para captar lo que quizás podría ser una siguiente exposición, ArsSonoro.2. Mientras, ninguna mente inquieta puede sustraerse a la tentación de vagar por las salas de la Fundación Juan March en busca del arte sonoro.

Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 8
Despliegue: 8
Comisariado: 6
Catálogo: 6
Documentación a los medios: 8

Fundación Juan March
ESCUCHAR CON LOS OJOS. ARTE SONORO EN ESPAÑA, 1961-2016.
Del 14 de octubre de 2016 al 15 de enero de 2017
José Iges y José Luis Maire, comisarios invitados
http://www.march.es/arte/madrid/exposiciones/arte-sonoro/?l=1

Actividades complementarias:
-Acto de inauguración: Una velada Sonora
Viernes, 14 de octubre de 2016, 19.30 horas
-Ciclo «El sonido como arte: raíces y evolución del arte sonoro en España»
Conferencia de José Iges
Martes, 18 de octubre de 2016, 19,30 horas
-«La cara B del arte contemporáneo.»
Una conversación con Isidoro Valcárcel Medina, Concha Jerez y Javier Maderuelo. Mesa redonda moderada por Manuel Fontán del Junco
Jueves, 20 de octubre de 2016, 19,30 horas
-Ciclo de cine: El sonido y el cine experimental.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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