Pedro de Urdemalas, el farsante

La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico acierta con esta gran comedia de Cervantes

Pedro de Urdemalas, el farsante
Pedro de Urdemalas - Teatro de la Comedia

Cervantes escribió mucho y poco conocido teatro, todo eclipsado por el omnipresente caballero andante. El cuarto centenario de su muerte está sirviendo para representar parte del mismo, y el rescate de esta comedia picaresca -con notables versión y puesta en escena – escrita al final de su vida, es digno de celebrarse.

Pedro de Urdemalas es un personaje popular de tradición oral creado en leyendas medievales peninsulares, del que ya hay referencias escritas en el siglo XII y cuyas andanzas se reprodujeron por toda Hispanoamérica donde todavía están vivas (Pedro Urdemales (México, Chile y Guatemala), Pedro Ardimales (El Salvador), «Pedro Animala» (Puerto Rico), Pedro Malasartes (Brasil), Perurimá (Paraguay), Pedro Rimales (Argentina, Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela), Simón El Bobito (Colombia y Ecuador)… Un pillo más afortunado que el Lazarillo, un pícaro más ingenioso que el Buscón, un marginal simpático que se resiste a la delincuencia, un joven al que Cervantes hace huérfano abandonado al que un mago predice que será rey y papa, acertando plenamente porque se hace actor y así puede interpretar estos y todos los papeles. Pedro va en busca su destino mientras es criado de un alcalde, asesor sentimental de su buen amigo, y enamorado seguidor de una gitanilla que resulta ser sobrina de la reina, lo que le deja sin  novia pero le sirve para hacerse cómico, lo que facilitará que al menos en la ficción pueda  cumplir la profecía. Mientras, sus andanzas sirven para un desfile de tipos populares, desde labradores, pastores y zagalas hasta un sacristán, una viuda rica, ciegos que ven, alguaciles que oyen y un escribano desternillante. Haciendo al protagonista ‘farsante’, lo que llamamos ahora de forma menos cruda, actor, ‘convirtió de ese modo su obra en uno de los mayores  homenajes que un autor dramático haya dedicado al mundo de la farándula’, opina Jerónimo López Mozo, autor de la versión.

‘Dicen sus detractores que es obra confusa y poco amena, añade López Mozo. En eso se equivocan y bien fácil es demostrarlo… Como responsable de la versión, he querido que el texto difiera poco del que escribió Cervantes. Sera, eso sí, algo más corto, pues he prescindido de algunas partes con más peso narrativo que teatral. En cuanto al léxico, he mudado algunas palabras que ya no figuran en el diccionario o cuyo significado, aun estando vigente, ha perdido su primitivo sentido, y he conservado, sin embargo, aquellas cuyo significado, aun siendo desconocido para el espectador de hoy, puede ser fácilmente deducido por el contexto en que son pronunciadas. Y con la misma intención, no he incorporado vocablos actuales, sino que los he buscado en el rico caladero del vocabulario cervantino. A los versos de Cervantes he añadido algunos compuestos por mí, necesarios para enlazar escenas o llenar vacíos. Son pocos y breves para que su integración en el texto original no resultara perturbadora’.

Sobre tal versión, Denis Rafter ha decidido representar con ‘una mezcla de muchos estilos de comedia, y la magia que el teatro ofrece: meta-meta-teatro. E introducir al propio Cervantes como otro farsante más, un creador obsesionado con los personajes que viven en su imaginación… Como autor de teatro anticipado a su tiempo, rompía las estructuras dramáticas, prescindía de damas y galanes, del falso sentido del honor y de la venganza, de la comedia del enredo con finales previsibles. Prefería crear personajes del pueblo, de la vida real de entonces… Hemos entrado todos al mundo de Cervantes con ganas, sin miedo y con gran admiración’.

Lo han hecho en el quinto piso del Teatro de la Comedia, una sala pequeña con tan sólo un centenar de localidades, reduciendo la escenogría al mínimo pero con vestuario de época. La elección del metateatro para representar la obra, incluida la presencia de un Cervantes joven y chocante, puede discutirse, pero no el logro de un montaje divertido en el que la parte musical es lo más destacable, con excelentes y originales coros a capella acompañados de curiosas coreografías que hacen mucho por la amenidad escénica. Algún remedo de ‘pop’ británico cumple su función descontextualizadora, pero luego se repiten en demasía. Meritorio movimiento escénico el de los once actores y actrices entrando, saliendo y estando en escena, y acertados recursos humorísticos, como las dos gallinas, salpicando todo, aunque nuestro director irlandés afincado en España no resista a extenderse un tanto en detalles de aflamencada españolada.

El reparto consigue un notable colectivo, sustentado en ese excelente recitar sin recitar que el asesor de verso ha convertido en marca de la casa. En la valoración individual puntuamos menos a los dos protagonistas, el autor y su personaje, pues la presencia de Daniel Alonso de Santos y de Jimmy Castro no deja de resultar chocante en tales papeles. Excelentes las actrices en sus papeles triples, especialmente la Reina de Carolina Herrera, la Belica de Silvana Navas, el Silerio de Cristina Arias, la Inés de Sara Sánchez y el Maldonado de Natalia Huarte. Un tanto excesivo en mariposeos de ademanes Kev de la Rosa, y muy gracioso comedidamente David Castillo. Felicitaciones a la cuarta promoción juvenil de la Compañía, ya auténticos profesionales.

Una reverencia final a Don Miguel, a su arte de escribir y describir en verso y prosa. Permitan que incluyamos lo que dice Pedro de Urdemalas cuando hacia el final se hace actor, cuando se ve y de auténtico ‘farsante’:

Ya podré ser patriarca,
pontífice y estudiante,
emperador y monarca:
que el oficio de farsante
todos estados abarca;
y, aunque es vida trabajosa,
es, en efecto, curiosa,
pues cosas curiosas trata,
y nunca quien la maltrata
le dará nombre de ociosa.

Sé todo aquello que cabe
en un general farsante;
sé todos los requisitos
que un farsante ha de tener
para serlo, que han de ser
tan raros como infinitos.
De gran memoria, primero;
segundo, de suelta lengua;
y que no padezca mengua
de galas es lo tercero.
Buen talle no le perdono,
si es que ha de hacer los galanes;
no afectado en ademanes,
ni ha de recitar con tono.
Con descuido cuidadoso,
grave anciano, joven presto,
enamorado compuesto,
con rabia si está celoso.
Ha de recitar de modo,
con tanta industria y cordura,
que se vuelva en la figura
que hace de todo en todo.
A los versos ha de dar
valor con su lengua experta,
y a la fábula que es muerta
ha de hacer resucitar.
Ha de sacar con espanto
las lágrimas de la risa,
y hacer que vuelvan con [p]risa
otra vez al triste llanto.
Ha de hacer que aquel semblante
que él mostrare, todo oyente
le muestre, y será excelente
si hace aquesto el recitante.

Así pues, una vida trabajosa para la que hay que tener mucha memoria, lengua suelta y buen talle, no ser afectado, huir de tonillos y soniquetes y sobre todo lo demás, resultar creíble y auténtico. Un manualillo de interpretación con plena vigencia tras cuatro siglos.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Versión: 8
Montaje: 6
Dirección: 8
Interpretación: 7
Escenografía: 5
Producción: 5
Programa de mano: 8
Documentación a los medios: 8

 
Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico
Sala Tirso de Molina
(5ª planta Teatro de la Comedia – C/ Príncipe,14)
Pedro de Urdemalas, de Miguel de Cervantes
Dirección de Denis Rafter
6- 22 de diciembre 2016/ 10 -22 de enero 2017
 
Reparto por orden de intervención:
Cervantes, Marcelo, Alguacil – Daniel Alonso de Santos
Pedro – Jimmy Castro
Clemente, Labrador, Escudero – David Castillo
Benita, Silerio – Cristina Arias
Clemencia, Reina, Hornachuelos – Carolina Herrera
Martín Crespo, sacristán – Aleix Melé
Rey, Tarugo – Kev de la Rosa
Pascual, Sancho Macho – David Soto
Belica, Largartija – Silvana Navas
Maldonado, Autor, Redondo – Natalia Huarte
Inés, viuda – Sara Sánchez

Versión: Jerónimo López Mozo
Movimiento escénico: Helena Ferrari
Canto: Juan Pablo de Juan
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Vestuario: Adela Velasco / Mª José Peña
Utilería y escenografía: Víctor Navarro
Iluminación: Manuel Luengas
Asesor de repertorio Juan Antonio Hormigón.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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