Faraday, uso y abuso de internet

Una intriga 'hightech' con cinco personajes de vidas complicadas

Faraday, uso y abuso de internet
Faraday. El buscador - Teatro Galileo

El teatro se está convirtiendo en un apéndice de las teleseries para cuando hay que salir fuera a cena con amigos. A este estilo de tocar temas serios con calculada ligereza y de hacer puestas en escena sin complicaciones pertenece ‘Faraday, El Buscador’. Muchas pantallas y muchos móviles para criticar a internet con cierto retraso y la boca chica.

El perfil del autor, Fernando Ramírez Baeza, es bien raro pues en vez de jóveno indignado es feliz directivo de Merlin Properties, empresa inmobiliaria que cotiza en el Ibex 35. Interesado desde pequeño, practicante en grupo aficionado, convirtió su afición en un primer intento con ‘Subprime’ (ver nuestra reseña), y ahora vuelve a intentarlo por el mismo camino con un argumento que de tan actual puede pasarse, como es esa noosfera internáutica que empieza a asfixiarnos y que ha levantado en los últimos años sospecha de servir sobre todo para espiarnos y manipularnos y mucho menos para comunicarnos. Nuestro alto ejecutivo demuestra tener una formación medio alta sobre el mundo que retrata y facilidad de escritura para hacer lo que denomina ‘un thriller con reflexión para quien quiera reflexionar’ y dotarlo de final adulador para el espectador medio bajo, o como él dice, ‘un desenlace sorprendente con el público siendo un personaje más’.

Pero los dos planos de la trama -los dilemas de internet y las peripecias humanas de sus cinco personajes- tienen un nivel convencional con aires prepotentes los primeros, y mucho de estrambótico las segundas. Se mezclan sin conseguir fusionarse, se presentan en diálogos y situaciones que no cuadran, y el texto y su circunstancia necesitarían un pulido de realismo para empezar a convencernos.

Paco Macià no consigue enmendar los defectos de salida y aportar valor añadido a un texto problemático con la puesta de escena y la actuación del elenco. En la primera, todo se basa en el trabajo audiovisual de Abamstudio, que si bien es notable en su despliegue técnico, no deja de ser confuso en su plasmación. Todo lo demás es flojo y colabora a dar a esta producción un aspecto nada elegante y atractivo, más bien de baja calidad y poco gusto.

Quizás el principal problema esté en el reparto, con un nivel general de aprobado raspado. La obra viene rodando un año por eso no se entiende que las escenas, los movimientos y sobre todo la dicción sean tan deficientes. Hay una falta de dirección y/o ensayo y/o casting notable. Se salva José Manuel Seda si nos olvidamos del puro que empuña constantemente, pero Javier Collado no consigue hacerse con Matt a pesar de lloros, gritos, pataleos y ademanes exagerados, y ninguna de las dos actrices son esas mujeres de carácter que sus papeles exigen, representando la salida final de Ana Turpin con ese increible traje amarillo, el momento más chirriante. Pero el peor, que tenía que haber sido el mejor, fue el veterano Pedro Miguel Martínez, envarado, tenso y artificial.

En fin, mucho ruido y pocas nueces, estilo televisivo y guión confuso caracterizan la pieza, que se titula así por La jaula de Faraday, un efecto electrofísico descrito por el científico inglés del mismo nombre que hace que las ondas electromagnéticas no pasen, y que sirve para evitar que funcionen los teléfonos móviles o las señales digitales en determinados espacios.

Reproduzcamos con afán salomónico el resumen de la pieza que nos ofrecen sus creadores: ‘Un invento que va a revolucionar el mundo de Internet está escondido en una central de seguridad en la que Linda y Matt pasan la noche, vigilando las calles de Nueva York. La que parece ser una rutinaria noche más, acaba convirtiéndose en una frenética jornada en la que sus vidas están en peligro. Un invento con un origen oscuro, perseguido por la mayor empresa tecnológica del mundo y la CIA, y que ataca de forma directa la privacidad de las personas en Internet. Personas conectadas a la pantalla y desconectados entre sí. Lo peor es el tráfico que de nuestra vida privada hacen gigantes de Internet, que con la complicidad de todos, verdugos y víctimas al unísono, son capaces de conocer nuestras virtudes y defectos a golpe de tres o cuatro clicks en un Gran Hermano global sin precedentes. Inquietante porque nosotros damos esa información tan gustosamente y terrible porque solo unos pocos tienen acceso a la misma y trafican y mercadean con ella. Lo que hacemos está en Facebook, lo que decimos está en Twitter, y lo que pensamos está en Google. Llevamos más de quince años preguntando a diario a Google. Nos conoce mejor que nuestras parejas. Conocen a los hijos mejor que a los padres. Nos conocen, quizás, más y mejor que nosotros mismos’.

Sí… Y qué, han respondido los humanos a tales sospechas. Desconectarse no es opción y conectarse puede y debe ser controlado personal y colectivamente. El catastrofismo una vez más no tiene sentido. Esa es nuestra reflexión, la que pide el autor, y no encender la linterna del puñetero aparato para iluminar una escena final que quiere ser apoteósica y se queda en penosa.

El estreno de ayer fue la mayor concentración de hombres trajeados y mujeres maqueadas de los últimos tiempos -lo que nos agrada después de haber abandonado hace tiempo la costumbre de ir bien vestido al teatro, cosa erradicada incluso en la ópera- prueba del nivelazo social del autor. Pero fue televisión en directo, una variante teatral de pocos vuelos.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 6
Texto, 6
Dirección, 5
Puesta en escena, 6
Interpretación, 5
Producción, 5
Documentación para los medios, 0
Programa de mano, 7

Teatro Galileo
‘Faraday, el buscador’, de Fernando RAMÍREZ BAEZA
Del 13 de septiembre al 14 de octubre de 2018
Dirección – PACO MACIÀ

Reparto por orden de intervención
Pedro Miguel Martínez
José Manuel Seda
Alicia Montesquiu
Javier Collado
Ana Turpin

Equipo técnico

Producción – COMPAÑIA SALVADOR COLLADO y SUBPRIME TEATRO
Escenografía – ÁNGEL HARO
Iluminación – JOSÉ MANUEL GUERR
Audiovisual – ABAMSTUDIO
Producción Ejecutiva – ISABEL ROMERO DE LEÓN Y ROSA FERNÁNDEZ CRUZ (COART+E)
Ayudante de dirección – ANDREA SAIZ
Prensa y Promoción – ADOLFO RAMÍREZ BAEZ
Marketing – ABAMSTUDIO.

Jueves, viernes y sábados: 20:00h. Domingos: 19:00h.
Duración de algo más de hora y media.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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