El preparador es clave, el día de la competición el público ve la pareja caballo-jockey, pero el preparador puede hacer a un caballo ganar un Gran Premio
Diana López Leret es amazona de referencia para el mundo del turf. Esta joven madrileña de 31 años lleva más de 20 dedicándose profesionalmente a este deporte.
Es también propietaria y preparadora de sus caballos a los que entrena en la Hípica Venta de la Rubia con el apoyo continuo de su padre, Ramiro López. Actualmente ha ampliado sus montas en la cuadra de Mauri Delcher, uno de los preparadores más importantes y premiados del momento.
En la entrevista que nos concede en Hipica247 nos contagia su entusiasmo por aquello que le aporta las mayores alegrías, los caballos:
«es un mundo que me apasiona, es duro pero a la vez muy gratificante, representa algo muy especial. Participar en una carrera es una experiencia única»
Pero a la vez reconoce:
«en España no es fácil vivir de un deporte como éste. Es más una pasión, una forma de vida que una profesión. En Francia, por ejemplo, es perfectamente posible»
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La amazona no sólo ha dejado huella en los hipódromos de España, si no que está presente en todas las grandes citas del turf francés. Las dos medallas de bronce del Campeonato del Mundo de Amazonas que ganó en los años 2001, año en que se posicionó primera en el ranking hasta el final, y en el 2004, dan buena fe de la calidad que le caracteriza. Cuando preguntamos acerca de qué hace que el turf en Francia tenga más éxito que en España, Diana contesta lo siguiente:
«En España falta una cultura hípica, muy arraigada en Francia. Si se consigue introducir la ‘apuesta nacional’, todo mejorará. Es cuestión de tiempo pero en Francia funciona y aquí lo terminará haciendo»
Diana concede especial importancia a la figura del preparador:
«el preparador es clave, el día de la competición el público ve la pareja caballo-jockey, pero el preparador puede hacer a un caballo ganar un Gran Premio»
Pero también es imprescindible contar con un buen caballo y una buena monta. El jockey, tal y como nos comenta la amazona:
«debe entender qué necesita el caballo durante el recorrido»
Y en esto la experiencia es un grado.
