Samir Nasri, retirado de la selección francesa desde 2014, aseguró no estar arrepentido de su decisión y que «no volvería ni aunque mi padre fuera el seleccionador».
«En 2012 se produce la ruptura. Quería dejar la selección pero mi padre me dijo que debía jugar el Mundial. Intenté hacer las cosas bien, tuve un gran año con el City… y no bastó. Sin querer faltar el respeto a nadie, me sorprendieron alguno de los nombres de la lista para el Mundial. Me hubiera gustado que Deschamps me diera una explicación. A día de hoy aún la espero», añadió Nasri.