Según informa marca.com, Leo Baptistao pasaba junto al banquillo del Sevilla y Emery hizo un comentario despectivo, donde ponía en duda que el brasileño tuviera nivel suficiente para jugar en Primera.
La reacción de Baptistao fue ponerse a llorar por lo que había escuchado, incrédulo. El árbitro señaló el descanso y Leo se fue al túnel de vestuarios muy tocado.
El técnico sevillista pidió perdón más tarde al futbolista por teléfono y a través de su Twitter mando un mensaje de admiración a Baptistao.